La interminable fila de miles y miles de personas se mantiene
intacta, desde el primer dia de la llegada de Fidle a su eterna morada
Por Rafael Daniel
En las varias veces que he estado en el cementerio santiaguero de
Santa Ifigenia siempre he sentido el sobrecogimiento propio de visitar
uno de los lugares más sagrados de Cuba, donde decenas de banderas
indican la inmortal presencia de un caído o de un luchador por la
redención de la Patria.
La tumba del Maestro perdió esa denominación para convertirse en su
imperecedera morada que va mucho más allá del simple hecho de dejar de
respirar para quedarse viviendo por siempre, como manda uno de los
versos de nuestro Himno Nacional Cubano.
Su vecino cercano y discípulo más aventajado, Fidel, también vive
allí y aún nos parece ver su gallarda y altanera figura reflexionando o
proyectando estrategias para seguir adelante y soportar la cruel
andanada de ataques del imperio que nos desprecia.
Así, a cuatro meses de su deceso físico, los trabajadores de
Centrovisión estuvimos allí para continuar rindiéndole homenaje al
perenne líder, al que se unió a Céspedes para convertirse también en
otro Padre de la Patria.
Junto a miles y miles de agradecidos que le acompañan para rendir
tributo a aquel que, junto a su Maestro, nunca podrá hablarse en pasado.
La larga fila es interminable, desde el mismo momento en que fue
sembrado eternamente en Santa Ifigenia después de hacer el doloroso
recorrido inverso de la Caravana de la Victoria, y también sentimos
estar junto a él en el mismo trayecto hacia la gloria del Moncada, sitio
también de visita obligada.
Cuando llegamos frente a la gran piedra que identifica su definitiva
morada respiramos profundo, depositamos una flor y nuevamente nos
sentimos junto a él y cómo en tiempos precedentes casi le decimos aquel
“Permiso, Comandante” para entablar un nuevo diálogo con la historia.
Guayacán es el nombre común con el que se conoce a varias especies de árboles nativos de América, pertenecientes a los géneros Tabebuia, Caesalpinia, Guaiacum y Porlieria. Todas las especies de guayacán se caracterizan por poseer una madera muy dura. Es justamente por esa característica que reciben el nombre de guayacán, aun cuando no guarden relación de parentesco entre sí.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario