Escalante, ex jefe del servicio secreto cubano, afirma que los intentos
frustrados de asesinar al exlíder cubano han sido múltiples en todos
los gobiernos estadounidenses, desde Eisenhower hasta Clinton, pasando
por Kennedy, Johnson, Nixon, Carter, Reagan o Bush (padre). Los posibles
diez intentos más llamativos de acabar con su vida o su carrera
política se describen a continuación, de acuerdo con la revista 'Mental
Floss'.
1. Mujer fatal. Marita Lorenz, considerada como una de
las muchas 'novias' de Castro, supuestamente aceptó una oferta de la
CIA en la que ella le haría ingerir cápsulas envenenadas. Lorenz se las
arregló para introducir las pastillas en el dormitorio de Fidel, pero
acabó guardándolas en su tarro de crema hidratante, por lo que las
píldoras se disolvieron en la crema y ella se vio obligada a desistir
del plan.
2. El traje envenenado. En 1975, el Comité de
Inteligencia del Senado de EE.UU. afirmó que había pruebas concretas "de
un plan para obsequiar a Castro con un traje de neopreno forrado con
esporas y bacterias que le provocarían una grave enfermedad en la piel
(o tal vez algo peor)". El plan supuestamente involucraba al abogado
estadounidense James B. Donovan, quien debía entregar a Castro el traje
durante la negociación para liberar a los prisioneros de bahía de
Cochinos. Según informó AP en 1975, el plan fue abortado "cuando
Donovan entregó a Castro un traje de buceo diferente por iniciativa
propia".
3. Pluma-jeringa hipodérmica. La CIA equipó una pluma
estilográfica con una aguja hipodérmica tan fina que Castro no podría
darse cuenta cuando alguien chocara contra él inyectándole un
potentísimo veneno. Este plan también falló.
4. Un puro explosivo. Supuestamente la CIA habría
tratado de eliminar a Fidel Castro usando un explosivo envuelto en un
puro, tan potente como para hacer volar su cabeza por los aires. En
1967, el diario 'Saturday Evening Post' informó que la Agencia ofreció a
un oficial de la Policía de Nueva York llevar a cabo el plan durante la
visita de Castro a las Naciones Unidas en septiembre de 1960. El
atentado no se realizó.
5. Un puro venenoso. Tras el intento fallido de matar a
Fidel con un puro explosivo, la CIA no renunció a acabar con el líder
cubano a través del tabaco, por lo que la agencia contrató a un agente
doble para que hiciera llegar a Castro un puro envenenado con toxina
botulínica, capaz de matarle en un breve espacio de tiempo. Sin embargo,
si bien el agente llegó a recibir la futura 'arma', no fue capaz
finalmente de llevar a cabo el atentado.
6. La caracola explosiva. Sabiendo que a Castro le
gusta bucear, la CIA planeó colocar un artefacto explosivo en una concha
de caracol en uno de los lugares favoritos de Fidel para practicar este
deporte. La Agencia preparó una caracola con colores brillantes y de
aspecto lo suficientemente inusual como para atraer la atención del
líder revolucionario, asegurándose de que estuviera lo suficientemente
cerca de la concha cuando esta explotara como para quitarle la vida. El
plan tampoco tuvo éxito.
7. Nair. De acuerdo con el citado informe del Comité
de Inteligencia del Senado estadounidense de 1975, EE.UU. creía que
parte del poder de Castro residía en su barba. La CIA calculó que la
pérdida de la barba mostraría a los cubanos que Castro era débil y
falible. Así, un plan a medio esbozar contempló poner sal de talio (un
producto químico que se usa en productos depilatorios como Nair) en los
zapatos de Fidel Castro o en uno de sus puros. El producto químico sería
absorbido o inhalado por el líder, provocando la caída de su vello
facial, el plan tampoco se llevó a cabo.
8. LSD. En lo que fue un esfuerzo no tanto por matar a
Fidel, sino para desacreditarlo, la CIA habría contemplado gasear una
estación de radio donde Castro estaba dando una transmisión en directo,
con un aerosol que contenía una sustancia similar al LSD. La idea era
que cuando Fidel enloqueciera mientras se dirigía en vivo a la nación,
los cubanos pensaran que su líder había perdido la razón y dejaran de
confiar en él.
9. Pañuelo con bacterias mortales. En su aparente
obsesión por llenar a Fidel de bacterias nocivas y de toxinas, la
Agencia también consideró hacerle llegar un pañuelo impregnado de
bacterias que le provocarían una grave enfermedad.
10. El batido envenenado. Según Escalante, lo más
cerca que la CIA estuvo de matar a Fidel Castro fue cuando por poco
logra hacerle beber un batido mortal en 1963. El intento salió mal
cuando la pastilla que debía envenenar el batido se quedó pegada a la
nevera del hotel Hilton de La Habana en la que se encontraba. Cuando el
'camarero-asesino' trató de despegarla, la cápsula se abrió,
derramándose su veneno.
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