HOLGUÍN.—Como trascendió desde la etapa preparatoria de la visita del Papa Francisco a Cuba, el guía de la iglesia católica bendijo a esta ciudad desde lo alto de la Loma de Cruz.
Durante una breve ceremonia —efectuada en el oratorio en el que está situada una enorme cruz de madera y desde el cual es posible divisar la urbe cabecera provincial en expansión— el Sumo Pontífice leyó la oración correspondiente a la acción religiosa esperada por mucha gente.
Fiel a su condición de pastor de almas, solicitó lo mejor para la gente que habita el populoso asentamiento del noroeste cubano, cuyo surgimiento se remonta a 1545 cuando el capitán García Holguín llegó a estos lares con la fe cristiana como estandarte, que con el paso del tiempo se mantuvo entre las vías fundamentales modeladoras de la cultura nacional.
Sonriente, el Supremo Pontífice de la Iglesia Católica, quien llegó a la emblemática cima tras una repentina lluvia tomada como signo de buen presagio por las personas que le esperaban, felicitó a los integrantes del coro infantil presente en la ceremonia por lo bien que interpretan las canciones, lo que fue correspondido por el armonioso agradecimiento a toda voz de las niñas y niños.
Acto seguido el Obispo de Roma tomó el papamóvil para partir al aeropuerto internacional Frank País y allí, al pie del avión que lo conduciría a Santiago de Cuba, fue despedido por el vicepresidente cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez y autoridades locales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario