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Por Arthur González
Sin pudor alguno, Tom Malinowski, secretario de Estado adjunto de los Estados Unidos para Derechos Humanos, confesó al diario digital fabricado para Yoani Sánchez Cordero, que “continuarán apoyando a los elementos contrarrevolucionarios dentro de Cuba”.
El fin es satanizar a la Revolución con la fabricación de las supuestas violaciones de los derechos humanos, pero hoy el mundo conoce la verdad del conflicto con Cuba a través de múltiples documentos desclasificados, constatándose que la razón del antagonismo con la isla es que no aceptan que adoptara posiciones socialistas.
En el volumen VI, Foreign Relations of United States, Cuba, 1958-1959, páginas 458-466, existe un documento con el título “Crecimiento del comunismo en Cuba”, de fecha 14.04.1959, donde sus autores Daniel M. Braddock, Ministro consejero de la Embajada y el jefe de la Estación CIA en la Habana, James A. Noel, exponen:
“Bajo la mirada benévola de Fidel Castro y protegidos por su inamistosa actitud hacia Estados Unidos y su drástico programa de reformas sociales y económicas, el comunismo está creciendo en Cuba y se está infiltrando con éxito en diferentes sectores de la vida pública”.
Al informar las acciones que la Revolución llevaba a cabo, se detienen en el sector de la cultura para afirmar:
“Los programas culturales en la fortaleza de la Cabaña han incluido la alfabetización y una inyección de marxismo, igual que lecturas de poesías por Nicolás Guillén, relevante poeta comunista cubano. Ante las tropas Guillén lee sus poemas sobre Little Rock, que se refiere a la discriminación racial en Estados Unidos”.
“Hay dos nuevos grupos de cine en Cuba: 1- El Cine – Club Visión, el cual, en nuestro conocimiento, ha tenido sólo una reunión donde habló el geógrafo pro comunista cubano, Dr. Antonio Núñez Jiménez, y 2- El programa Cine Debate, el cual consiste en la presentación de una película seguido de una discusión por el público. La admisión es habitualmente de veinte centavos. Uno de los primeros programas fue realizado en la sección obrera del barrio Santos Suárez de La Habana. Mientras que no hay evidencias de actividad comunista informadas en el Cine – Debate, se hace comprensible que esa técnica es algunas veces utilizada por los comunistas”.
Causan risas las valoraciones de esos dos personajes que envenenaron paulatinamente a la Casa Blanca, para que tomara medidas drásticas contra Cuba ante el fantasma del comunismo, como si la poesía de Guillén fuese un peligro para la Seguridad Nacional de los Estados Unidos, o un debate sobre cine pudiera afectar al pueblo estadounidense.
Estaban acostumbrados a que la población de la isla estuviera sumida en el analfabetismo y la incultura, para que no pudiera pensar y analizar la explotación que sufrían.
Como propuestas para contrarrestarlo propusieron un plan de 16 medidas, las cuales abarcaban diferentes sectores de la sociedad cubana y ejercer influencia en los ministerios, empresas comerciales; iniciar campañas en la prensa; influencia y reclutamiento de personas ubicadas en el gobierno, en las fuerzas armadas, los sindicatos, la prensa y escritores, la radio y la TV, los partidos políticos, la iglesia, los estudiantes; diseñando además acciones en la OEA contra el gobierno revolucionario.
Seguidamente crearon las primeras organizaciones contrarrevolucionarias, abastecidas, entrenadas y financiadas con presupuestos millonarios, algo que se mantiene hasta hoy, en violación de la Convención de Viena que regula las relaciones diplomáticas y consulares entre los países.
La Casa Blanca afirmó hipócritamente que esta nueva etapa de restablecimiento de relaciones entre los dos países, se basará en el respeto de la Convención, sin embargo continúan violándola, quedando demostrado con el desayuno de trabajo sostenido en la Habana por Roberta Jacobson, subsecretaria del Departamento de Estado para el Hemisferio Occidental, con los contrarrevolucionarios que ellos financian, y el encuentro repetido por el propio John Kerry, el 14.08.2015 con esos asalariados, donde estuvo presente Tom Malinowski.
Para que nadie se llame a engaño, el 27.08.2015 Malinowski confirmó al diario digital 14yMedio:
“…con la apertura de la embajada en la isla el compromiso del Gobierno en promover los derechos humanos universales y los principios democráticos en Cuba, sigue tan firme como antes”.
“La apertura de la embajada en La Habana nos permite abogar más por esos valores. Los cambios ya nos han permitido aumentar nuestro contacto con el pueblo cubano. En la reunión sostenida el 14.08.2015 con los “disidentes” quedó claro que ellos están aprovechando la nueva situación para presionar por un cambio verdadero”.
“El presidente Obama ha dejado claro que el Gobierno continuará los programas que promueven los derechos humanos universales y las libertades fundamentales en Cuba…”
Estados Unidos no cesará en su empeño de destruir el socialismo cubano y Cuba tendrá que denunciar y tomar las medidas pertinentes, porque como dijera José Martí:
“Nada falso es duradero ni útil”.