Combatientes y autoridades de Cienfuegos acompañaron a los vecinos del reparto Hermanas Giral en la conmemoración.Foto: Cedeño
A pocas horas de conmemorar el aniversario 58 del levantamiento popular armado del 5 de septiembre de 1957 en Cienfuegos, vecinos del reparto Hermanas Giral, en esta ciudad, evocaron el hecho histórico, pese a los aires de lluvia que humedecían la noche del jueves.
Sin embargo, la presencia de Ramón Labañino Salazar, Héroe de la República de Cuba, le robó protagonismo al agua y el encuentro cedió al intercambio con los vecinos del lugar sobre aquel acontecimiento, considerado el más importante en la historia local tras la fundación de la urbe.
En el diálogo participaron combatientes de la gesta septembrina, encabezados nuevamente porJulio Camacho Aguilera, Comandante del Ejército Rebelde, quien exhortó a los jóvenes a no dejarse arrebatar lo que generaciones anteriores les entregaron.
"Ustedes son mejores que nosotros —dijo—, nacieron en la Revolución, tuvieron la oportunidad de adquirir conocimientos".
Esta vez el debate ponderó el desempeño de la mujer cienfueguera durante el alzamiento, redención que se tornó anecdótica cuando el propio Camacho, junto a veteranos delMovimiento 26 de Julio, reverenciaron el papel de no pocas féminas, que abrieron las puertas de sus casas para ultimar los preparativos de la acción o esconder de las balas a los sublevados.
Por otra parte, Ramón Labañino Salazar destacó el valor, sacrificio y entrega del pueblo sureño a la lucha revolucionaria. "Fue una demostración sin igual en aquel momento, de que la dictadura de Batista podía ser derrotada", señaló.
Ya para el final cayó la lluvia, unas incómodas gotas que no le impidieron a la gente acercarse a Ramón para abrazarlo y besarlo mucho, tomarle la mano y cerrarle el paso en medio de un montón de sombrillas, y flashes de tablets y celulares.
Sin embargo, la presencia de Ramón Labañino Salazar, Héroe de la República de Cuba, le robó protagonismo al agua y el encuentro cedió al intercambio con los vecinos del lugar sobre aquel acontecimiento, considerado el más importante en la historia local tras la fundación de la urbe.
En el diálogo participaron combatientes de la gesta septembrina, encabezados nuevamente porJulio Camacho Aguilera, Comandante del Ejército Rebelde, quien exhortó a los jóvenes a no dejarse arrebatar lo que generaciones anteriores les entregaron.
"Ustedes son mejores que nosotros —dijo—, nacieron en la Revolución, tuvieron la oportunidad de adquirir conocimientos".
Esta vez el debate ponderó el desempeño de la mujer cienfueguera durante el alzamiento, redención que se tornó anecdótica cuando el propio Camacho, junto a veteranos delMovimiento 26 de Julio, reverenciaron el papel de no pocas féminas, que abrieron las puertas de sus casas para ultimar los preparativos de la acción o esconder de las balas a los sublevados.
Por otra parte, Ramón Labañino Salazar destacó el valor, sacrificio y entrega del pueblo sureño a la lucha revolucionaria. "Fue una demostración sin igual en aquel momento, de que la dictadura de Batista podía ser derrotada", señaló.
Ya para el final cayó la lluvia, unas incómodas gotas que no le impidieron a la gente acercarse a Ramón para abrazarlo y besarlo mucho, tomarle la mano y cerrarle el paso en medio de un montón de sombrillas, y flashes de tablets y celulares.
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