Miseria, desalojos, hambre, invisibilidad… No puede describirse de otra manera la realidad del campesinado cubano antes de aquel enero de libertad, que barrió de un golpe tanta ignominia, que desterró para siempre de los campos el letargo de quien sufre silenciado.
«…Cien mil agricultores pequeños, que viven y mueren trabajando una tierra que no es suya, contemplándola siempre tristemente como Moisés a la tierra prometida».
Así denunciaba un joven abogado que con férrea moral y principios inconmensurables daba el pecho a los tiranos, para hablar por aquellos que habían sido privados de su voz. Corría el 16 de octubre de 1953, cuando al cambiar su postura de acusado por la de acusador, Fidel emitía su alegato o más bien, la más fidedigna, desafiante y transparente fotografía de la Patria.
Describían sus palabras los motivos que lo llevaron, junto a una tromba de valiosa juventud hasta los muros del Moncada, y entre esas razones poderosas destacaba la indigna y pisoteada existencia de las familias campesinas. La ausencia total de los más elementales derechos y el extremo irrespeto a la condición humana, marcaban por entonces el día a día de quienes habitaban las zonas rurales de la Isla.
«…Quinientos mil obreros del campo que habitan en los bohíos miserables, que trabajan cuatro meses al año y pasan hambre el resto compartiendo con sus hijos la miseria».
Sabiendo irrefutables sus verdades, continuaba el joven abogado desenmascarando las llagas que siglos de explotación y sucesivas tiranías habían causado en el más humilde sector del pueblo cubano.
«El ochenta y cinco por ciento de los pequeños agricultores cubanos está pagando renta y vive bajo la perenne amenaza del desalojo de sus parcelas. Más de la mitad de las mejores tierras de producción cultivadas está en manos extranjeras».
Si a eso sumamos que «el de la tierra» fue descrito en ese histórico alegato como uno de los problemas más acuciantes del país, y que de las cinco leyes concebidas en el Programa del Moncada, la segunda de ellas estaba dirigida precisamente a conceder «la propiedad inembargable e intransferible de la tierra a todos los colonos, subcolonos, arrendatarios, aparceros y precaristas que ocupasen parcelas de cinco o menos caballerías de tierra (…)», era indiscutible entonces la profunda conciencia del movimiento revolucionario acerca de la situación de los campesinos.
Y aquel joven y la pléyade de orgullosos continuadores de Martí que lo secundó cumplieron su palabra. Cuando el triunfo definitivo vibró entre los gritos de júbilo del pueblo, nació también una nueva era para los hombres y mujeres del campo.
Jamás volverían las vejaciones, su dignidad les fue devuelta y desde entonces, cada paso que dio el proceso revolucionario, fue también por ellos.
MOMENTOS INOLVIDABLES PARA EL CAMPESINADO
- 17 de mayo de 1959: Se firma la Ley de Reforma Agraria, devenida en la más radical de esos primeros años. Otorgó el derecho de propiedad sobre la tierra a quien la trabajase, lo cual permitió convertir en dueñas legítimas de sus tierras a más de 100 000 familias campesinas.
- 27 de agosto de 1959: Fidel inaugura el I Congreso Nacional de la Educación Rural. Se celebró en la escuela politécnica José Martí, de Rancho Boyeros, y fue auspiciado por la dirección del Colegio Nacional de Maestros Normales y Equiparados. En este evento se propuso la creación de 10 000 aulas rurales.
- 17 de mayo de 1961: Quedó constituida la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP), organización que representa los intereses del campesinado cubano.
- 22 de diciembre de 1961: Cuba es declarada territorio libre de analfabetismo. Más de 700 000 cubanos fueron alfabetizados, la mayoría de ellos residentes en los campos del país.
- 17 de julio de 1963: Se dio a conocer la creación de la Facultad Obrero-Campesina «Julio Antonio Mella», en la Universidad de La Habana. Esta iniciativa abarcó a todo el país, y permitió que miles de obreros y campesinos alcanzaran el bachillerato.
- Octubre de 1963: Se promulga la Segunda Ley de Reforma Agraria, que liquidó casi totalmente la propiedad y el régimen de explotación asalariada de la burguesía.
- Del 17 al 22 de diciembre de 1975: El Primer Congreso del Partido discute la cuestión agraria y las relaciones con el campesinado, con el análisis de la transformación revolucionaria del campo cubano y de las relaciones de producción.
- 2 de junio de 1987: Surgió el Programa Integral de Atención a las Regiones Montañosas, más conocido como Plan Turquino. Esta iniciativa permitió elevar el nivel de vida de las personas residentes en esas áreas.
UN SECTOR QUE SE DIGNIFICÓ JUNTO A LA REVOLUCIÓN
- La salud llegó hasta las zonas más intrincadas a través del programa del médico y la enfermera de la familia. Ello permitió disminuir paulatinamente las altas tasas de mortalidad infantil que se reportaban en esas áreas.
- La construcción de escuelas rurales permitió el libre acceso a la educación de las familias campesinas. Programas como el de la Batalla de Ideas dotaron a esos planteles de medios tecnológicos para elevar la calidad de la enseñanza.
- Once congresos campesinos se han desarrollado al calor de la Revolución, como muestra de que este sector camina de la mano del desarrollo social.
Estos cónclaves tuvieron su antecedente en el Congreso Campesino en Armas, que tuvo lugar el 21 de septiembre de 1958.
- El campesinado cubano tiene un alto nivel de representatividad en los órganos de gobierno a todos los niveles, incluido el Parlamento, constituido recientemente.
- Constituyen un sector protagónico en el perfeccionamiento y consolidación de nuestro modelo económico.
¿POR QUÉ ARTEMISA MERECIÓ LA SEDE POR EL 17 DE MAYO?
- Los afiliados de la ANAP en Artemisa no solo aportan más del 70 % de la producción agrícola del territorio, sino que además poseen un fuerte peso en el abastecimiento de la capital del país.
- En el territorio, la organización cuenta con 17 701 asociados. Hay 30 cooperativas de producción agropecuaria y 106 de créditos y servicios.
- De acuerdo con los objetivos emanados del XI Congreso de la organización, han crecido allí en 534 asociados; se han sumado más mujeres, que representan el 20 % del campesinado y se encuentran vinculadas a 136 brigadas FMC-ANAP.
- Unos 610 jóvenes militan en 102 comités de base; crecieron en las Brigadas Juveniles Campesinas y las Técnicas Juveniles.
- Sobresalen la labor de conjunto con las comunidades, la atención a médicos y enfermeras de la familia; el apoyo en la reparación y embellecimiento de consultorios, bodegas, paradas de ómnibus, escuelas; y el fortalecimiento del quehacer con los niños mediante la participación en los círculos de interés propuestos por la organización.
- Han potenciado la creación de campiñas pioneriles, casas de tradiciones campesinas, sitiales y salas de historia, vallas de identificación y secuencias de vallas. Se han asegurado las condiciones de trabajo en las diferentes instancias de dirección, sobre todo en las sedes municipales, que están listas para declararse aniversario 60 del Congreso Campesino en Armas.
- Desde el 3 de enero último ya habían cumplido y sobrecumplido el autofinanciamiento de la organización, y el compromiso contraído con el aporte a la Patria.
- Al cierre del primer trimestre sobrecumplieron las ventas contratadas con el Estado: entre viandas, hortalizas, granos y frutales superaron las 34 400 toneladas. En tanto, destaca la producción de miel de abejas, que estuvo por encima del doble de lo previsto, y sobrepasaron además lo pactado en la leche, así como en la carne vacuna y porcina, y los huevos.
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