2015-09-05 08:35:07 / web@radiorebelde.icrt.cu / Mireya Ojeda Cabrera
Cienfuegos, Cuba.- Los combates del 5 de Septiembre se desarrollaron en la antigua Jefatura de la Policía, Distrito Naval y el colegio San Lorenzo. Aquella vez y en días posteriores murieron 46 revolucionarios, entre ellos 26 marinos que cayeron portando el brazalete del 26 de Julio.
El pueblo entero se sumó a la sublevación y, por 24 horas, entre sangre, metralla, vivas a Fidel y a la Revolución, se anticipó en las calles una profética y corajuda imagen del triunfo definitivo que llegaría después. Era el Cienfuegos de ayer en el centro sur del archipiélago cubano.
Hoy, en el aniversario 58 del glorioso alzamiento del 5 de Septiembre de 1957 encuentro al combatiente Frank Mesa González, de 81 años de edad. Entonces era empleado de la Compañía de Electricidad y miembro del Movimiento 26 de Julio. Hacía propaganda y vendía bonos, además de actividades de conspiración y organizar sabotajes contra la tiranía de Fulgencio Batista.
“Cuando llegamos al cayo, las masas, el pueblo se había volcado. Fuimos a la Sección de Armamento y yo pude coger una canana, un casco, un revolvercito y con eso estábamos armados. Pensamos que en la Planta Eléctrica había una pareja de la guardia rural y como yo andaba en un carro fuimos para allá” rememora el combatiente
“Salimos por el Paseo del Prado en un carro y ya entraba el Tercio Táctico de Santa Clara, por la calle Santa Cruz. Nosotros fuimos para el Parque, recuerda, y se formó el tiroteo contra los elementos del Tercio Táctico de la Guardia Rural”.
“Teníamos conocimiento, afirma, de que ese movimiento no era un nacional. Nada más en Cienfuegos. En una estación de radio que había cerca del Cine Prado confirmamos la situación”.
Frank Mesa permaneció escondido varios días y después fue para La Habana. Cuando al mes regresó a trabajar se lo llevaron preso para el cuartel. Viajó a Estados Unidos y se unió al Movimiento 26 de Julio.
Cuando triunfó la Revolución y huyó el dictador, regresó y se incorporó a las tareas por el desarrollo del Socialismo. Le impusieron más de una decena de Medallas otorgadas por el Consejo de Estado.
Un combatiente que siempre ha luchado por el desarrollo y con la alegría de ver los triunfos de la Revolución, asegura: “…hemos mantenido nuestro pueblo alerta frente al imperialismo, siempre por el pensamiento del Comandante, que ha sabido guiar la Revolución”. (Foto de la autora)
El pueblo entero se sumó a la sublevación y, por 24 horas, entre sangre, metralla, vivas a Fidel y a la Revolución, se anticipó en las calles una profética y corajuda imagen del triunfo definitivo que llegaría después. Era el Cienfuegos de ayer en el centro sur del archipiélago cubano.
Hoy, en el aniversario 58 del glorioso alzamiento del 5 de Septiembre de 1957 encuentro al combatiente Frank Mesa González, de 81 años de edad. Entonces era empleado de la Compañía de Electricidad y miembro del Movimiento 26 de Julio. Hacía propaganda y vendía bonos, además de actividades de conspiración y organizar sabotajes contra la tiranía de Fulgencio Batista.
“Cuando llegamos al cayo, las masas, el pueblo se había volcado. Fuimos a la Sección de Armamento y yo pude coger una canana, un casco, un revolvercito y con eso estábamos armados. Pensamos que en la Planta Eléctrica había una pareja de la guardia rural y como yo andaba en un carro fuimos para allá” rememora el combatiente
“Salimos por el Paseo del Prado en un carro y ya entraba el Tercio Táctico de Santa Clara, por la calle Santa Cruz. Nosotros fuimos para el Parque, recuerda, y se formó el tiroteo contra los elementos del Tercio Táctico de la Guardia Rural”.
“Teníamos conocimiento, afirma, de que ese movimiento no era un nacional. Nada más en Cienfuegos. En una estación de radio que había cerca del Cine Prado confirmamos la situación”.
Frank Mesa permaneció escondido varios días y después fue para La Habana. Cuando al mes regresó a trabajar se lo llevaron preso para el cuartel. Viajó a Estados Unidos y se unió al Movimiento 26 de Julio.
Cuando triunfó la Revolución y huyó el dictador, regresó y se incorporó a las tareas por el desarrollo del Socialismo. Le impusieron más de una decena de Medallas otorgadas por el Consejo de Estado.
Un combatiente que siempre ha luchado por el desarrollo y con la alegría de ver los triunfos de la Revolución, asegura: “…hemos mantenido nuestro pueblo alerta frente al imperialismo, siempre por el pensamiento del Comandante, que ha sabido guiar la Revolución”. (Foto de la autora)
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