Así
expresó Luis Castanedo Smith, secretario general de la CTC en la Habana quien agregó que en el desfile por el Día del Proletariado
Mundial, los habaneros respaldarán los acuerdos del Séptimo Congreso
del Partido
La clase trabajadora habanera irrumpirá de forma
compacta, con colorido y combatividad, en la Plaza de la Revolución José
Martí, el Primero de Mayo, para demostrar al mundo la fuerza de la
Revolución Cubana que la hace indestructible.
Así expresó Luis Castanedo Smith, secretario general de la CTC en la provincia, quien agregó que en el desfile por el Día del Proletariado Mundial, los habaneros respaldarán los acuerdos del Séptimo Congreso del Partido y expondrán el firme apoyo del pueblo a sus máximos líderes y al modelo socialista.
Añadió que 18 bloques conformarán la gran marcha por la Plaza, encabezados por el de los trabajadores de la educación, seguido por los de la salud, construcción, hotelería y turismo, comunicaciones, civiles de la defensa y los de servicio comunales, entre otros sectores.
Castenedo Smith apuntó que las banderas cubanas se enarbolarán para exigir el fin del cruel bloqueo de Estados Unidos a nuestro país, demandar la devolución de espacio que ilegalmente ocupa la base naval de Guantánamo y para respaldar a los gobiernos y pueblos de Venezuela, Brasil, Bolivia y Ecuador, así como a los trabajadores argentinos que sufren los embates del neoliberalismo y sus consecuencias.
El secretario general de la CTC de La Habana señaló que el contundente desfile de la Plaza de la Revolución José Martí, será un regalo del pueblo trabajador capitalino al Comandante en Jefe Fidel Castro en sus 90 años y una forma de conmemorar bien en alto, los aniversarios 55 de la Victoria de Girón y de la Campaña de Alfabetización.
La gran marcha del Día Internacional de los Trabajadores en La Habana cerrará, dijo, con un masivo bloque de la Unión de Jóvenes Comunistas, integrado por miembros del Ejército Juvenil del Trabajo, jóvenes trabajadores, las Brigadas Técnicas Juveniles y estudiantes de los diferentes niveles de enseñanza, dispuestos a continuar la obra de la Revolución.
Así expresó Luis Castanedo Smith, secretario general de la CTC en la provincia, quien agregó que en el desfile por el Día del Proletariado Mundial, los habaneros respaldarán los acuerdos del Séptimo Congreso del Partido y expondrán el firme apoyo del pueblo a sus máximos líderes y al modelo socialista.
Añadió que 18 bloques conformarán la gran marcha por la Plaza, encabezados por el de los trabajadores de la educación, seguido por los de la salud, construcción, hotelería y turismo, comunicaciones, civiles de la defensa y los de servicio comunales, entre otros sectores.
Castenedo Smith apuntó que las banderas cubanas se enarbolarán para exigir el fin del cruel bloqueo de Estados Unidos a nuestro país, demandar la devolución de espacio que ilegalmente ocupa la base naval de Guantánamo y para respaldar a los gobiernos y pueblos de Venezuela, Brasil, Bolivia y Ecuador, así como a los trabajadores argentinos que sufren los embates del neoliberalismo y sus consecuencias.
El secretario general de la CTC de La Habana señaló que el contundente desfile de la Plaza de la Revolución José Martí, será un regalo del pueblo trabajador capitalino al Comandante en Jefe Fidel Castro en sus 90 años y una forma de conmemorar bien en alto, los aniversarios 55 de la Victoria de Girón y de la Campaña de Alfabetización.
La gran marcha del Día Internacional de los Trabajadores en La Habana cerrará, dijo, con un masivo bloque de la Unión de Jóvenes Comunistas, integrado por miembros del Ejército Juvenil del Trabajo, jóvenes trabajadores, las Brigadas Técnicas Juveniles y estudiantes de los diferentes niveles de enseñanza, dispuestos a continuar la obra de la Revolución.
Playa Girón: Oda a los muertos de nuestra felicidad (+ Fotos)
Girón era un lugar olvidado. Pedazo de tierra de pobres carboneros y pantanos que bien retrataron Julio García Espinosa y Tomás Gutiérrez Alea en El Mégano. Mas, después del 17 de abril de 1961, Girón es una cicatriz de Cuba, huella que caló para siempre en la historia latinoamericana.
Aquel 17 de abril, desde el puesto de observación, un miliciano divisó una lancha que disparaba hacia la playa. Entonces, comenzó la cruzada revolucionaria. Escasos cartuchos y soldados noveles lograron revertir en menos de 72 horas los objetivos de los mercenarios.
Ellos pensaron que aquel hogar de flamencos y cocodrilos ubicado al sur de Matanzas podrían convertirlo en formidable nido de águilas imperiales. Pensaron que fuerzas entrenadas y pertrechadas por la CIA-Goliat- vencería a un pueblo que a prueba de sangre se convirtió en David.
Así, la batalla contra los invasores devino bautismo de fuego para muchos jóvenes milicianos de apenas 20 años. Observé algunos de sus rostros inertes allí, tras las vidrieras del Museo de Playa Girón. Fotografías que recuerdan a quiénes les debemos el sueño tranquilo, a quiénes les agradecemos la felicidad.
Porque Girón es la tristeza de Nemesia, la imagen de un padre sobre el pecho de una hija que no alcanzó a conocerlo o los estridentes sonidos de la artillería en el subconsciente de nuestros abuelos.
La victoria de Girón constituye también el triunfo preservado por 55 años, la paz rescatada de los cenagueros, la hermosa escuelita de Pálpite y los consultorios diseminados en cada localidad. Girón hoy es la reafirmación de la obra pensada por Fidel y contraste de las penurias filmadas en El Mégano, patrimonio documental de un pasado sin retorno.
Playa Girón: Oda a los muertos de nuestra felicidad (+ Fotos)
Girón era un lugar olvidado. Pedazo de tierra de pobres carboneros y pantanos que bien retrataron Julio García Espinosa y Tomás Gutiérrez Alea en El Mégano. Mas, después del 17 de abril de 1961, Girón es una cicatriz de Cuba, huella que caló para siempre en la historia latinoamericana.
Aquel 17 de abril, desde el puesto de observación, un miliciano divisó una lancha que disparaba hacia la playa. Entonces, comenzó la cruzada revolucionaria. Escasos cartuchos y soldados noveles lograron revertir en menos de 72 horas los objetivos de los mercenarios.
Ellos pensaron que aquel hogar de flamencos y cocodrilos ubicado al sur de Matanzas podrían convertirlo en formidable nido de águilas imperiales. Pensaron que fuerzas entrenadas y pertrechadas por la CIA-Goliat- vencería a un pueblo que a prueba de sangre se convirtió en David.
Así, la batalla contra los invasores devino bautismo de fuego para muchos jóvenes milicianos de apenas 20 años. Observé algunos de sus rostros inertes allí, tras las vidrieras del Museo de Playa Girón. Fotografías que recuerdan a quiénes les debemos el sueño tranquilo, a quiénes les agradecemos la felicidad.
Porque Girón es la tristeza de Nemesia, la imagen de un padre sobre el pecho de una hija que no alcanzó a conocerlo o los estridentes sonidos de la artillería en el subconsciente de nuestros abuelos.
La victoria de Girón constituye también el triunfo preservado por 55 años, la paz rescatada de los cenagueros, la hermosa escuelita de Pálpite y los consultorios diseminados en cada localidad. Girón hoy es la reafirmación de la obra pensada por Fidel y contraste de las penurias filmadas en El Mégano, patrimonio documental de un pasado sin retorno.
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