PLAYA GIRÓN, Matanzas.—De luces se cubrió el cielo de la tierra insurrecta, aquel 19 de abril de 1961 cuando el pueblo alcanzó una de las victorias más significativas de entre sus muchas batallas. Para recordar los 55 años transcurridos desde entonces, más de mil cenagueros se dieron cita en el histórico lugar ayer en la tarde, como sello de una jornada en la que también fue clausurado el 7mo. Congreso del Partido.
Con la presencia de Omar Ruiz Martín, integrante del Secretariado del Comité Central del Partido; los miembros del Comité Central José Ramón Fernández, Héroe de la República de Cuba y asesor del Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros; Antonio Enrique Lussón Batlle; así como Teresa Rojas Monzón y Tania León Silveira, primera secretaria del Partido y presidenta del Gobierno en Matanzas, respectivamente; se realizó el acto conmemorativo por la Victoria de Playa Girón. La celebración contó con la participación de un grupo de protagonistas de la épica gesta.
Durante la ceremonia político-cultural en el histórico escenario trascendió que en esa sureña región de la geografía matancera el pueblo cubano mostró su firme voluntad de defender la Patria, con el indomable valor con que lo hicieron los mambises y otras generaciones de cubanos a lo largo de nuestras luchas libertadoras.
Los distintos oradores coincidieron en que esa fue la razón esencial por la cual la invasión mercenaria de abril de 1961 fue aniquilada definitivamente en menos de 72 horas, unido al hecho de que la población vivía en total clímax revolucionario y mantenía una incuestionable cohesión de ideas políticas con Fidel.
Contra eso no pudieron los mercenarios, quienes a pesar de estar bien entrenados, armados, financiados y apoyados, les faltaron la razón y la justeza de la causa que defendían, según se deduce de las palabras del combatiente de Girón, el coronel retirado Ciro Blanco Veitía, quien acentuó que para entonces ya se notaba en territorio cenaguero y en toda Cuba la obra revolucionaria, algo que había calado hondo en los sentimientos de la gente.
Durante su alocución destacó también que a pesar del recrudecimiento del bloqueo de Estados Unidos, nuestro sistema socialista avanza y se consolida, destacándose en el campo de la salud, la educación, el deporte, la cultura, la ciencia, así como en el mejoramiento de las condiciones de vida y trabajo .
Al referir la confianza que se deposita en el pueblo cubano y en la dirección del país, bajo las sendas del Partido Comunista de Cuba, el coronel ratificó el apoyo a los acuerdos aprobados en el recién finalizado 7mo. Congreso, “seguros que ellos representan la vía del desarrollo económico y social, y futuro de nuestra sociedad”.
Por su parte, la joven Yenia Smoll Zapata, maestra de la escuela primaria Bárbaro Rodríguez Hernández, en Cayo Ramona, habló del papel de las nuevas generaciones en la situación actual y de su responsabilidad de defender las conquistas revolucionarias. La juventud cubana seguirá siendo heredera del legado de Fidel y de Raúl, y nadie podrá quebrantar la dignidad y pureza de los hijos de la Patria, aseguró.
Inspirados en su ejemplo, conscientes de que somos parte del relevo, nos mantenemos firmes, perfeccionando y desarrollando de manera sustentable el modelo económico y social cubano, asumiendo además la responsabilidad de la formación de las generaciones futuras, afirmó.
“Los jóvenes tenemos la capacidad humana para crear, sembrar y cultivar valores e ideas, compartimos la convicción que un mundo mejor es posible, fruto de nuestras propias decisiones, esfuerzo y trabajo, así como de la riqueza cultural e ideológica alcanzada”.
No importan las amenazas, agresiones o propuestas engañosas dirigidas a cambiar el rumbo de lo conquistado con tanto sacrificio, sangre y sudor, significó Yenia Smoll tras advertir que en honor a los caídos, los pinos nuevos juran ser fieles continuadores de las ideas socialistas.
Como parte de la conmemoración un grupo de 55 jóvenes recibió el carné de la UJC y se le entregó un reconocimiento al colectivo del Museo Girón, fundado hace 40 años.
En las conclusiones del acto, el general de división José Carrillo Gómez, presidente de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana, hizo un breve recuento de los antecedentes de la invasión mercenaria y del alcance que para el futuro de Cuba y Latinoamérica tuvo la gesta de abril de 1961.
Dijo que “no podemos olvidar ni por un segundo que todos los que lucharon y cayeron en Girón lo hicieron defendiendo ya las banderas del Socialismo y por las más justas y hermosas de las causas en la historia de la humanidad”.
La parte cultural de la gala estuvo amenizada por la declamación de la maestra Yudith Falcón con la poesía Luces de Girón; asimismo, la actriz Miriam Muñoz recitó Canto a Fidel, de Carilda Oliver Labra, y la solista Yuriannis Padrón Sánchez entonó la canción Comandante.
También ofrecieron su arte la orquesta juvenil Swing Cubano, y los repentistas Orismay Hernández y Reibel Nodal, la solista Carmen Lidia Maden y alumnos de la Escuela Vocacional de Arte Pérez Isaac.
En el acto se patentizó la dignidad y la moral revolucionaria de los combatientes que enfrentaron a los mercenarios, y se puso en claro una vez más que fue el espíritu del pueblo, como dijo Fidel, lo que aplastó a los invasores.
La víspera, en la noche del día 18, el Conjunto Artístico Comunitario Korimakao, proyecto establecido aquí para avivar el progreso cultural y espiritual de esa población sureña, recordó la epopeya de Girón con un espectáculo inspirado en la novela testimonial Biografía de un cimarrón, del etnólogo y escritor cubano Miguel Barnet, en la cual recrea las aventuras y desventuras de Esteban Montejo.
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