Los congresistas republicanos
que acompañaron al presidente Barack Obama en su reciente viaje a Cuba
regresaron a Estados Unidos como paladines de la normalización de las
relaciones bilaterales, señala hoy el diario The Washington Post.
Dichos legisladores apoyan el
levantamiento del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto a
la isla desde hace más de medio siglo y el fin de la prohibición de
viajar a la nación caribeña, iniciativas que según el rotativo tienen
“un apoyo silencioso” en el Capitolio.
El senador republicano Jeff Flake, uno
de los cerca de 40 legisladores que fueron con el mandatario, declaró al
Post que sus colegas que como él se oponen al bloqueo tienen que actuar
de la forma más expedita posible.
Este senador por Arizona
pronosticó que el Congreso eliminará primero la prohibición de viajes a
la nación caribeña y después el resto de las sanciones.
Flake insistió en que los legisladores
deben establecer esas prioridades y aprovechar los cambios que Obama
implementó en este tema, al ampliar las categorías de estadounidenses
que pueden viajar a la isla, como parte de los llamados contactos
“pueblo a pueblo”.
Sin embargo, a pesar de las medidas de
alcance parcial del mandatario, Cuba es el único país del mundo que los
norteamericanos no pueden visitar como turistas, debido a las leyes que
sostienen el bloqueo.
Para eliminar la prohibición de viajes contamos con los votos necesarios en el Senado, acotó Flake.
La autora del artículo, Karoun
Demirjian, estima que los republicanos que viajaron con Obama carecen de
una estrategia unificada sobre la forma de convencer a sus colegas para
normalizar los nexos con la isla.
Al respecto, cita el criterio del
congresista Reid Ribble, otro integrante de la delegación, quien asegura
que la eliminación de las sanciones contra Cuba no será tan fácil ni
tan rápidamente como lo desea Obama, debido al control que ejerce el
liderazgo del partido rojo sobre las decisiones en el parlamento.
Demirjian también reproduce
declaraciones del representante republicano Tom Emmer, partidario de que
el Congreso acabe de una vez por todas con el bloqueo, no poco a poco.
La autora asevera que los
republicanos están muy divididos sobre el tema del bloqueo, pues algunos
de sus miembros son atraídos por los empresarios y granjeros que ven a
Cuba como un nuevo mercado.
Sn embargo, otros responden al llamado
de los cubanoamericanos que pretenden imponer condiciones al Gobierno de
La Habana antes de suavizar las sanciones, concluye Demirjian.
Cuba y Estados Unidos restablecieron las
relaciones diplomáticas el 20 de julio de 2015, e iniciaron un proceso
hacia la normalización de los nexos entre los dos países.
Las autoridades cubanas estiman que para
lograr una mejoría sustancial en esos vínculos es necesario que
Washington elimine las sanciones unilaterales contra la isla, devuelva
el territorio que ocupa la base naval de Guantánamo desde hace más de un
siglo.
La Habana demanda, además, el cese las acciones subversivas destinadas a cambiar el sistema político-social de la isla.
Fuente: CD
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