Guayacán es el nombre común con el que se conoce a varias especies de árboles nativos de América, pertenecientes a los géneros Tabebuia, Caesalpinia, Guaiacum y Porlieria. Todas las especies de guayacán se caracterizan por poseer una madera muy dura. Es justamente por esa característica que reciben el nombre de guayacán, aun cuando no guarden relación de parentesco entre sí.

martes, 11 de octubre de 2016

#TodosMarchamos “Quiero que mis cenizas estén en La Demajagua”


  • Escrito por  Valia Marquínez Sam
César MartínEl manzanillero César Martín García conoce “al dedillo” los hechos ocurridos en La Demajagua el 10 de octubre de 1868. Él, es la persona que en las últimas tres décadas ha estado más vinculada al sitio histórico, cuna de la Revolución Cubana, del cual fue su historiador y director hasta hace muy poco tiempo.
La iniciación laboral de Martín no fue en el mencionado Parque Museo, sino en la Fábrica para riego por aspersión José Luis Tassende de las Muñecas, de la cual fue fundador y luego trabajaría en el Hospital Clínico Quirúrgico Provincial Celia Sánchez Manduley por algunos años hasta 1985.  
Su pasión por la historia lo llevó no solo a trabajar en el Museo La Demajagua, sino a ganar una beca universitaria y a merecer el cargo de director de dicha institución hasta su jubilación el pasado 29 de agosto, coincidente con su cumpleaños 63.
Desde antes de la formación como licenciado en Filología, dedicó sus mayores esfuerzos a la investigación de los hechos que encumbraron a este paraje de la geografía manzanillera, desde la emblemática campana hasta cada uno de los elementos que yacen custodiados allí.
Durante más de treinta años, César ha emocionado a los miles de visitantes, cubanos y extranjeros llegados al sagrado sitio, con su peculiar manera de narrar la génesis del épico grito libertario cubano, protagonizado por Carlos Manuel de Céspedes cuya significación histórica- cultural trasciende fronteras.
Su verbo elocuente y notable acento español hacen de él un orador excepcional, de memoria prodigiosa como todo buen historiador. Sus palabras son profundas, llenas de amor patrio y de los más puros ideales.
De su discurso, renovado en la propia cotidianeidad, los invitados se apropian también de otras aristas históricas del lugar y de la vida del Padre de la Patria. De la palma real sembrada con la tierra que llevó el General de Brigada Arnaldo Tamayo Méndez al cosmos, de las laboriosas manos femeninas que cosieron la bandera en medio de las prisas del alzamiento, de las leyendas de la campana entorno a los huracanes, del Jagüey que decidió abrazar parte de las ruinas del ingenio como antes lo hizo su padre y de la constante preocupación del Comandante en Jefe, Fidel Castro Ruz, por conservar el recinto.
“Cuando llegaba todos los días a La Demajagua conversaba con el bronce épico, sentía la presencia de Céspedes y eso me llenaba el corazón para dirigirme al público asistente lo mismo niños, jóvenes que adultos”
“Siendo un adolescente, cuenta, estuve entre los 300 congregados que participaron en la inauguración del hoy Monumento Nacional a la que asistió el líder histórico de la Revolución Cubana y eso hizo que yo estuviera todos los días más comprometido con mi trabajo”
De parte de los estudios e investigaciones de César Martín hay constancia en La Demajagua y sus símbolos, un libro de su autoría aún inédito y que realza los valores del sitio histórico.
Seguir los pasos de Clío en Manzanillo y, especialmente, en este Altar Sagrado de la Patria  lo han hecho merecedor de dos medallas Del esfuerzo la victoria, alta distinción otorgada en la provincia de Granma, y la del 50 aniversario de la Unión de Jóvenes Comunistas, por su apego a la organización juvenil de vanguardia.
Atesora igualmente, el Sello del laureado, conferido por el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Cultura, la Distinción Víctor Montero que le fue entregada en Bayamo Por la Obra de Toda la Vida y la Réplica del machete mambí del Generalísimo Máximo Gómez que entregan las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR). También ostenta la Distinción Utilidad de la virtud,  máximo estímulo que concede la Sociedad Cultural José Martí.
“Quiero que mis cenizas estén en La Demajagua”, es la última voluntad del querido y reconocido historiador manzanillero Hijo ilustre de la ciudad que lo vio nacer.
César Martín

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