Estados
Unidos amplía y promueve la participación autorizada con Cuba para
hacer avanzar la cooperación en áreas de interés mutuo
DIRECTIVA PRESIDENCIAL DE
POLÍTICA–NORMALIZACIÓN
ESTADOS UNIDOS-CUBA (DIRECTIVA
PRESIDENCIAL DE POLÍTICA/PPD-43)
LA CASA BLANCA
Oficina del Secretario de Prensa
14 de octubre de 2016
DIRECTIVA PRESIDENCIAL DE POLÍTICA (PRESIDENTIAL POLICY DIRECTIVE/PPD-43)
MEMORANDO DIRIGIDO A:
VICEPRESIDENTE
SECRETARIO DE ESTADO
SECRETARIO DEL TESORO
SECRETARIO DE DEFENSA
FISCAL GENERAL/SECRETARIO DE JUSTICIA
SECRETARIO DE INTERIOR
SECRETARIO DE AGRICULTURA
SECRETARIO DE COMERCIO
SECRETARIO DE SALUD Y SERVICIOS HUMANOS
SECRETARIO DE TRANSPORTE
SECRETARIO DE SEGURIDAD NACIONAL
ASISTENTE DEL PRESIDENTE Y JEFE DE GABINETE
DIRECTOR DE LA OFICINA DE ADMINISTRACIÓN Y PRESUPUESTOS
REPRESENTANTE DE COMERCIO DE LOS ESTADOS UNIDOS
REPRESENTANTE DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA ANTE LAS NACIONES UNIDAS
ADMINISTRADOR DE LA ADMINISTRACIÓN DE PEQUEÑAS EMPRESAS
ASISTENTE DEL PRESIDENTE Y ASESOR DE SEGURIDAD NACIONAL
ASISTENTE DEL PRESIDENTE Y ASESOR JURÍDICO DEL PRESIDENTE
DIRECTOR DE INTELIGENCIA NACIONAL
ASISTENTE DEL PRESIDENTE PARA ASUNTOS DE CIENCIA Y TECNOLOGÍA Y DIRECTOR DE LA OFICINA DE POLÍTICAS SOBRE CIENCIA Y TECNOLOGÍA
ASISTENTE DEL PRESIDENTE PARA POLÍTICA ECONÓMICA Y DIRECTOR DEL CONSEJO ECONÓMICO NACIONAL
ASISTENTE DEL PRESIDENTE PARA SEGURIDAD NACIONAL Y ANTITERRORISMO
ADMINISTRADOR DE LA AGENCIA DE LOS ESTADOS UNIDOS PARA EL DESARROLLO INTERNACIONAL
JEFE DE ESTADO MAYOR CONJUNTO
DIRECTOR DE LA OFICINA DE ADMINISTRACIÓN DE PERSONAL
ASUNTO: Normalización de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba
Los cambios endógenos que están sucediendo en Cuba ofrecen oportunidades para hacer avanzar los intereses de Estados Unidos y distanciarse del embargo, que es una carga obsoleta para el pueblo cubano y ha sido un impedimento a los intereses estadounidenses. Mi Gobierno ha apelado repetidamente al Congreso para que levante el embargo. La política de Estados Unidos está diseñada para crear oportunidades económicas para el pueblo cubano; promover el respeto a los derechos humanos; fomentar la cooperación en asuntos de seguridad y defensa regionales, tales como salud, aplicación y cumplimiento de la ley y migración, y continuar la cooperación con el gobierno cubano para fortalecer nuestro liderazgo en el hemisferio. Reconocemos la soberanía y autodeterminación de Cuba y damos cuenta de las áreas en las que existen diferencias. Pretendemos abordar tales diferencias por medio de la interacción y el diálogo, así como mediante la promoción de un creciente entendimiento entre nuestros gobiernos y pueblos.
La amplia comunidad de origen cubano en Estados Unidos desempeña una función integral en el proceso de la normalización y en la reconciliación entre los miembros de la diáspora y las personas que permanecen en la Isla. La normalización se extiende necesariamente más allá del acercamiento entre los gobiernos; incluye la reconstrucción de puentes entre individuos y familias.
Esta directiva: (1) describe la visión de Estados Unidos respecto de la normalización con Cuba y como nuestra política converge con los intereses de seguridad nacional de Estados Unidos; (2) evalúa avance hacia la normalización; (3) describe el panorama estratégico actual y previsible; (4) describe los objetivos prioritarios para la normalización; y (5) orienta las acciones necesarias para aplicar la propia directiva.
Desde que Estados Unidos anunció, el 17 de diciembre de 2014, que trazaría un nuevo rumbo con Cuba hemos restablecido las relaciones diplomáticas y avanzado hacia la normalización de la relación bilateral. Abrimos nuestras respectivas embajadas, seis secretarios del gabinete de Estados Unidos visitaron La Habana, cuatro ministros cubanos visitaron Estados Unidos, y yo me convertí en el primer Presidente estadounidense en funciones en visitar Cuba desde 1928. Se estableció una Comisión Bilateral para dar prioridad a las áreas de intercambio y logramos acuerdos no vinculantes en materia de protección medioambiental, áreas marinas protegidas, salud pública e investigación biomédica, agricultura, enfrentamiento al narcotráfico, seguridad de los viajes y el comercio, aviación civil, transporte directo de correo, e hidrografía. Hemos puesto en marcha diálogos o conversaciones sobre la cooperación en materia de aplicación y cumplimiento de la ley, cuestiones regulatorias, cuestiones económicas, reclamaciones y políticas de telecomunicaciones e Internet.
Dada la proximidad de Cuba a Estados Unidos, una mayor participación de los ciudadanos, empresas y el sector no gubernamental estadounidense, tiene un potencial extraordinario para apoyar nuestros intereses nacionales. Teniendo en cuenta los límites impuestos por la Ley para la libertad y la solidaridad democrática cubanas de 1996 ("Ley Libertad") y otras leyes pertinentes, los departamentos de Tesoro y Comercio implementaron seis paquetes de modificaciones normativas al programa de sanciones de Cuba, flexibilizando las restricciones a los viajes, el comercio y las transacciones financieras. Individuos, empresas y organizaciones no gubernamentales de Estados Unidos, se acogen a estos cambios regulatorios para visitar Cuba, y los viajes autorizados a Cuba aumentaron en más de un 75 por ciento desde 2014 hasta 2015. Los viajes futuros de ciudadanos estadounidenses se verán apoyados por un servicio aéreo regular, que comenzó en agosto de 2016; y el primer buque de cruceros estadounidenses visitó puertos cubanos en mayo de 2016. También comenzamos la transportación directa de correo entre nuestros dos países y empresas estadounidenses de telecomunicaciones establecieron acuerdos para servicios de voz directa e itinerancia de señales (roaming) con Cuba. Por su parte, el gobierno cubano ha continuado aplicando reformas económicas graduales y ha establecido más de 100 puntos públicos de acceso a wi-fi en toda la isla.
Estos acontecimientos establecen las bases para una participación con Cuba a largo plazo que haga avanzar los intereses de los Estados Unidos. Sin embargo tenemos mucho más que hacer para cimentar estas bases en función de una evaluación realista del panorama estratégico en torno a la normalización.
Cuba tiene un importante potencial económico arraigado en el dinamismo de su pueblo, así como un compromiso sostenido en áreas como la educación y la salud. No obstante, el gobierno cubano enfrenta importantes desafíos económicos, como son la eliminación de su sistema de tipo de cambio dual, hacer que sus empresas estatales sean más eficientes y transparentes, desarrollar un sistema financiero que ofrezca mayores servicios a individuos y al sector privado, y la reducción de su dependencia de las subvenciones extranjeras. Cuba sigue siendo altamente dependiente de las importaciones de alimentos y energía, aún así, debe hacer frente a la escasez de fuentes de divisas para pagar las importaciones que necesita. La considerable emigración de cubanos en edad laboral agrava aún más el problema demográfico que para Cuba representa el rápido envejecimiento de su población.
Una serie de leyes limita la interacción económica estadounidense con Cuba, lo que impide una eliminación completa de las restricciones de viajes de los estadounidenses a Cuba, prohíbe la asistencia del gobierno de Estados Unidos a las exportaciones y la extensión a Cuba de créditos de Estados Unidos para la compra de productos agrícolas, y requieren que el embargo no se suspenda o termine a menos que el Presidente determine que un gobierno de transición, o elegido democráticamente, ha llegado al poder en Cuba.
Debido a las restricciones legales, políticas y regulatorias respecto a Cuba, su economía no está generando las divisas suficientes para adquirir las exportaciones de Estados Unidos que podrían derivarse de la flexibilización del embargo. Incluso si el Congreso de Estados Unidos llegara a levantar el embargo, los cubanos no podrían aprovechar óptimamente su potencial sin una reforma económica continuada en Cuba. Las regulaciones del gobierno cubano y las prácticas de contratación ambiguas obstaculizan las transacciones con compañías estadounidenses que se permitirían en virtud de las leyes de Estados Unidos.
Los esfuerzos de normalización han aumentado las expectativas de mayores oportunidades económicas de los cubanos. Se calcula que 1 de cada 4 cubanos empleados participa en un sector de los emprendedores, lo que evidencia el origen de un sector privado, dinámico e independiente. La expansión del sector privado ha aumentado los recursos para el pueblo cubano y ha creado aperturas incipientes para que los emprendedores cubanos se involucren con empresas y organizaciones no gubernamentales de Estados Unidos. Tomamos nota de las medidas que ha emprendido el gobierno cubano, que aunque limitadas, son significativas en lo que se refiere a la ampliación de las protecciones legales y las oportunidades para las pequeñas y medianas empresas, las cuales, si se expanden y mantienen, mejorarán el clima para la inversión.
Cuba no es miembro de las instituciones financieras internacionales, tales como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, y el Banco Interamericano de Desarrollo, que podrían ofrecer experiencia y potencialmente, financiar reformas económicas y proyectos viables para la inversión.
Aunque Cuba ha llegado a acuerdos con varias naciones acreedoras para el alivio de la deuda bilateral a través de la reestructuración y la condonación, se mantiene en deuda con el gobierno de Estados Unidos respecto de deudas bilaterales contraídas antes de la Revolución cubana y no participa en los mercados internacionales de capital. Cuba y Estados Unidos son miembros de la Organización Mundial del Comercio (OMC); sin embargo, ninguno de los dos países aplica sus acuerdos respecto al otro a causa del embargo de Estados Unidos a Cuba.
El acercamiento nos ha permitido aumentar nuestra colaboración con Cuba en temas regionales tales como: el proceso de paz en Colombia y la asistencia sanitaria en Haití; y ha debilitado una causa histórica común de los regímenes críticos de Estados Unidos. Aunque Cuba no ha expresado interés en participar en la OEA, asistió a la Cumbre de las Américas en 2015. También recibimos de buen grado los nuevos vínculos entre Cuba y otros aliados de Estados Unidos de todo el mundo, incluyendo a nuestros aliados de los tratados europeos y asiáticos. Al mismo tiempo, reconocemos que Cuba y Estados Unidos seguirán teniendo diferencias sobre muchos temas regionales y globales.
La interacción de Estados Unidos con el gobierno cubano también se verá limitada por la continua represión de las libertades civiles y políticas en Cuba. Anticipamos que el gobierno cubano continuará oponiéndose a las políticas y operaciones estadounidenses de migración y a los programas de democracia, Radio y TV Martí, la presencia de Estados Unidos en la Base Naval de Guantánamo y el embargo. El Gobierno de Estados Unidos no tiene intención de modificar el tratado de arrendamiento vigente y otras disposiciones relacionadas con la Base Naval de Guantánamo, que permite a Estados Unidos mejorar y preservar la seguridad regional.
En este entorno estratégico, las políticas y actuaciones que Estados Unidos persigue para avanzar nuestra visión de la normalización de las relaciones Estados Unidos-Cuba darán forma de manera significativa al futuro de las relaciones bilaterales y regionales, así como a nuestra seguridad y prosperidad compartidas.
Los cambios regulatorios de Estados Unidos han creado espacio para que el gobierno cubano introduzca cambios similares. En conjunto con la modificación normativa del departamento del Tesoro para ampliar el acceso de Cuba al sistema financiero de Estados Unidos y las cuentas en dólares de tránsito en Estados Unidos, el gobierno cubano anunció, a principios del 2016, sus planes para eliminar la penalización del 10 por ciento en las operaciones de conversión del dólar estadounidense, sujeto a la mejora del acceso al sistema bancario internacional. Continuaremos los esfuerzos privados y públicos para explicar nuestros cambios regulatorios a las empresas y bancos estadounidenses, a los empresarios cubanos, y al gobierno cubano.
Si el Congreso levanta el embargo, mi Administración se involucrará con el Congreso y los grupos interesados en diálogos e intercambios preparatorios a nivel comercial y económico. Mi Administración entonces, de manera similar, hablará con el Congreso respecto del contenido y el momento para un nuevo acuerdo comercial bilateral que aborde los restantes requisitos legales para el comercio.
Continuaremos cooperando con Cuba en temas regionales y globales (por ejemplo, la lucha contra el ébola y el proceso de paz en Colombia). Poner fin al embargo y satisfacer otros requisitos legales relativos al comercio, permitirá a Estados Unidos normalizar las relaciones comerciales con Cuba.
El personal del Consejo de Seguridad Nacional (NSC, por sus siglas en inglés) aportará la coordinación continua de las políticas y supervisará el cumplimiento de esta directiva presidencial y de la estrategia general relacionada con Cuba, en la medida de lo necesario.
El Departamento de Estado continuará siendo responsable por la formulación de la política y la coordinación de las relaciones de Estados Unidos con Cuba. Esto incluye apoyar las operaciones de la embajada en La Habana y garantizar que esta cuente con los recursos y el personal adecuados. Otras responsabilidades incluyen la emisión de visas de inmigrante y de no inmigrante, procesamiento de refugiados, promoción de intercambios educacionales y culturales, coordinación de programas sobre la democracia, y rendir informes sobre lo político y lo económico. El Departamento de Estado continuará al frente de la Comisión Bilateral Estados Unidos-Cuba y coordinará una serie de diálogos, tales como el Diálogo sobre la Aplicación y Cumplimiento de la Ley, conversaciones anuales sobre migración y las reuniones para resolver reclamaciones pendientes. El Departamento de Estado seguirá codirigiendo esfuerzos con la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) para asegurar que los programas de promoción de la democracia sean transparentes y estén en consonancia con los programas existentes para otras sociedades similares. El Departamento de Estado coordinará los esfuerzos para impulsar la cooperación con Cuba en materia de ciencia y tecnología. El Departamento de Estado apoyará las telecomunicaciones y el aumento del acceso a Internet en Cuba y aportará orientación en materia de política exterior a los departamentos de Comercio y Tesoro respecto de ciertas exportaciones, transacciones financieras y otras solicitudes de licencia.
Misión de Estados Unidos ante las Naciones Unidas (USUN, por sus siglas en inglés), en coordinación con el Departamento de Estado supervisará los asuntos multilaterales pertinentes a Cuba en las Naciones Unidas. USUN identificará áreas de posible colaboración con Cuba que permitan impulsar una relación más colaborativa entre Estados Unidos y Cuba en las Naciones Unidas. La USUN también participará en conversaciones relacionadas con la resolución anual contra el embargo presentada por Cuba en las Naciones Unidas, a medida que nuestra relación bilateral siga desarrollándose en una trayectoria positiva.
El Departamento del Tesoro es responsable de aplicar las restricciones económicas del embargo y las políticas de licencias. El Departamento del Tesoro continuará con su tarea de ayudar al público, a los negocios, y a las instituciones financieras a comprender los cambios regulatorios. El Departamento del Tesoro continuará revisando y respondiendo a preguntas públicas, y a la retroalimentación sobre las regulaciones y la orientación pública que puedan ser mayormente aclaradas, y dialogará con el Departamento de Estado sobre cualquier nueva solicitud de licencia que el Departamento del Tesoro reciba del público, para determinar si tales solicitudes son coherentes con los cambios regulatorios y la ley vigente. El Departamento del Tesoro utilizará los canales disponibles para el diálogo bilateral para entender el sistema económico y financiero de Cuba y alentar las reformas y también continuará participando en diálogos con el gobierno cubano sobre nuestros cambios regulatorios.
El Departamento de Comercio continuará respaldando el desarrollo del sector privado en Cuba, el empresariado, el desarrollo del derecho mercantil y los derechos de propiedad intelectual, así como la protección medioambiental y el pronóstico de tormentas. Si se levantan las restricciones legales, el Departamento de Comercio promoverá el aumento del comercio con Cuba proporcionando ayuda para las exportaciones a las compañías de Estados Unidos. Mientras tanto, el Departamento de Comercio continuará adelante con un enérgico esfuerzo de divulgación para garantizar que las empresas de Estados Unidos entiendan que los cambios regulatorios en Estados Unidos ofrecen nuevas oportunidades para obtener licencias o usar excepciones a las licencias para aumentar las exportaciones autorizadas a Cuba, incluyendo a empresas propiedad del estado cubano que proporcionan bienes y servicios para atender las necesidades del pueblo cubano. Además, el Departamento de Comercio seguirá participando en un diálogo con el gobierno cubano sobre nuestros cambios regulatorios, así como sobre la necesidad de simplificar el proceso cubano para las importaciones, la transparencia en las reglamentaciones cubanas para los negocios y otras medidas que conduzcan al aprovechamiento pleno de los beneficios de nuestros cambios regulatorios.
El Departamento de Defensa (DOD, por sus siglas en inglés) seguirá tomando medidas para ampliar las relaciones en materia de defensa con Cuba en tanto favorezca los intereses de Estados Unidos, con un enfoque inicial en la ayuda humanitaria, el auxilio en caso de desastres y la lucha contra el narcotráfico en el Caribe. El DOD apoyará la inclusión de Cuba en el sistema interamericano de defensa y en las conferencias regionales de seguridad y defensa, que le proporcionarán a Cuba un papel en la estabilidad hemisférica. El DOD seguirá haciendo preparativos de contingencia y apoyará la capacidad del Departamento de Seguridad Interna y del Departamento de Estado para abordar los temas relacionados con la migración masiva y la migración marítima en cumplimiento de las órdenes ejecutivas 12807 y 13276, y consistente con otras normativas y estrategias interagenciales aplicables.
El Departamento de Seguridad Interna (DHS, por sus siglas en inglés) interactuará, junto al Departamento de Justicia, con el gobierno cubano para combatir el terrorismo y el crimen internacional organizado. En apoyo a los objetivos de seguridad y de política exterior de Estados Unidos el DHS elaborará protocolos para la cooperación investigativa con Cuba, en coordinación con otros departamentos y agencias. El DHS reforzará la seguridad y la eficiencia de las cadenas de abastecimiento y los sistemas de viajes transfronterizos en apoyo de los intercambios pueblo a pueblo y del comercio autorizado de Estados Unidos con el sector privado de Cuba. El DHS salvaguardará la integridad del sistema de inmigración de Estados Unidos incluyendo la facilitación de la inmigración legal y el aseguramiento de la protección de los refugiados. El secretario de Seguridad Interna, líder en el gobierno de Estados Unidos en materia de migración marítima o migración masiva, con apoyo de los secretarios de Estado y de Defensa, actuará ante una migración marítima o una migración masiva en cumplimiento de las órdenes ejecutivas 12807 y 13276 y en concordancia con las orientaciones y estrategias interagenciales aplicables.
El Departamento de Justicia (DOJ, por sus siglas en inglés) participará junto con el DHS y el gobierno cubano en el enfrentamiento al terrorismo y la delincuencia internacional organizada. El DOJ trabajará con Cuba para expandir la seguridad y la cooperación en materia de aplicación y cumplimiento de la ley, aumentar la capacidad de compartir información y compartir las mejores prácticas con sus contrapartes cubanas. Este trabajo aprovechará y fortalecerá la actual cooperación con Cuba en materia de aplicación y cumplimiento de la ley bajo la cobertura del Diálogo Estados Unidos – Cuba sobre aplicación y cumplimiento de la ley y sus diversos grupos de trabajo, que se enfocan en el enfrentamiento al terrorismo, el narcotráfico, los delitos cibernéticos, el tráfico de personas y otras áreas de la actividad criminal.
La Administración de Pequeñas Empresas (SBA, por sus siglas en inglés) seguirá interrelacionándose con el gobierno, empresarios, pequeños negocios y empresas cooperativas cubanas. La SBA apoyará los intercambios con el gobierno cubano en áreas de interés mutuo, particularmente en la formalización de pequeños negocios y la estimulación del crecimiento de nuevas empresas.
La Oficina del Representante Comercial de los Estados Unidos proporcionará la coordinación en cuanto a políticas comerciales en los foros internacionales y, en concordancia con los requisitos y restricciones legales, preparará las negociaciones para normalizar y ampliar el comercio entre Estados Unidos y Cuba.
El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) trabajará para aumentar las exportaciones agrícolas y de alimentos de Estados Unidos a Cuba mediante la creación de oportunidades de mercado, la mejoría de la posición competitiva de la agricultura de Estados Unidos y la construcción de capacidades agrícolas y seguridad alimentaria en Cuba, al tiempo que protege la salud vegetal, animal y humana. El USDA trabajará con el gobierno de Cuba para impulsar la cooperación según lo dispuesto en el memorándum de entendimiento sobre agricultura entre Estados Unidos y Cuba firmado en marzo de 2016. El USDA construirá la relación comercial y de desarrollo entre Estados Unidos y Cuba en la extensión que se permita y en concordancia con las leyes aplicables.
El Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, por sus siglas en inglés), de acuerdo con el memorándum de entendimiento firmado en junio de 2016 con el Ministerio de Salud Pública de la República de Cuba, colaborará con sus contrapartes cubanas en las áreas de la salud pública, la investigación y las ciencias biomédicas, incluyendo la colaboración para enfrentar al virus del zika, el dengue, la chikungunya y otros arbovirus. El HHS promoverá el trabajo conjunto en esferas como: el desarrollo de vacunas, tratamientos y diagnósticos, se asociará con Cuba para prevenir, detectar y responder a los brotes de enfermedades infecciosas; colaborará en los campos de control del cáncer, programas para tratamientos e investigaciones conjuntas; así como en el intercambio de las mejores prácticas relativas al acceso a la atención médica.
La Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) coordinará con los departamentos y agencias del gobierno de los Estados Unidos la respuesta a fenómenos ambientales no planificados, tales como desastres naturales o causados por el hombre. La USAID liderará conjuntamente con el Departamento de Estado los esfuerzos para asegurar que los programas de promoción de la democracia sean transparentes y coherentes con los programas desarrollados en otras sociedades similares.
El Departamento de Transporte (DOT, por sus siglas en inglés) continuará desarrollando vínculos entre EE.UU y Cuba, en apoyo a los proveedores de servicios de transportación, los viajeros autorizados y el comercio, al tiempo que proporcionará las regulaciones requeridas y la supervisión de la seguridad de los proveedores y sistemas de transporte.
La Oficina del Director de Inteligencia Nacional (DNI, por sus siglas en inglés) apoyará mayores esfuerzos del gobierno de Estados Unidos para normalizar las relaciones con Cuba, a través del trabajo de elementos de la comunidad de inteligencia, para buscar oportunidades de intercambio en áreas de interés común por medio de las cuales, podamos intercambiar información sobre amenazas mutuas con las contrapartes cubanas.
El Departamento del Interior (DOI, por sus siglas en inglés) continuará su cooperación con Cuba en las áreas marinas protegidas y seguirá intercambiando con sus contrapartes cubanas para lograr acuerdos sobre conservación de la vida silvestre, áreas terrestres nacionales protegidas y registros sísmicos.
BARACK OBAMA
*Granma resalta en letras negras aquellos enunciados que considera injerencistas o con vestigios de las políticas del pasado entre Cuba y Estados Unidos
POLÍTICA–NORMALIZACIÓN
ESTADOS UNIDOS-CUBA (DIRECTIVA
PRESIDENCIAL DE POLÍTICA/PPD-43)
LA CASA BLANCA
Oficina del Secretario de Prensa
14 de octubre de 2016
DIRECTIVA PRESIDENCIAL DE POLÍTICA (PRESIDENTIAL POLICY DIRECTIVE/PPD-43)
MEMORANDO DIRIGIDO A:
VICEPRESIDENTE
SECRETARIO DE ESTADO
SECRETARIO DEL TESORO
SECRETARIO DE DEFENSA
FISCAL GENERAL/SECRETARIO DE JUSTICIA
SECRETARIO DE INTERIOR
SECRETARIO DE AGRICULTURA
SECRETARIO DE COMERCIO
SECRETARIO DE SALUD Y SERVICIOS HUMANOS
SECRETARIO DE TRANSPORTE
SECRETARIO DE SEGURIDAD NACIONAL
ASISTENTE DEL PRESIDENTE Y JEFE DE GABINETE
DIRECTOR DE LA OFICINA DE ADMINISTRACIÓN Y PRESUPUESTOS
REPRESENTANTE DE COMERCIO DE LOS ESTADOS UNIDOS
REPRESENTANTE DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA ANTE LAS NACIONES UNIDAS
ADMINISTRADOR DE LA ADMINISTRACIÓN DE PEQUEÑAS EMPRESAS
ASISTENTE DEL PRESIDENTE Y ASESOR DE SEGURIDAD NACIONAL
ASISTENTE DEL PRESIDENTE Y ASESOR JURÍDICO DEL PRESIDENTE
DIRECTOR DE INTELIGENCIA NACIONAL
ASISTENTE DEL PRESIDENTE PARA ASUNTOS DE CIENCIA Y TECNOLOGÍA Y DIRECTOR DE LA OFICINA DE POLÍTICAS SOBRE CIENCIA Y TECNOLOGÍA
ASISTENTE DEL PRESIDENTE PARA POLÍTICA ECONÓMICA Y DIRECTOR DEL CONSEJO ECONÓMICO NACIONAL
ASISTENTE DEL PRESIDENTE PARA SEGURIDAD NACIONAL Y ANTITERRORISMO
ADMINISTRADOR DE LA AGENCIA DE LOS ESTADOS UNIDOS PARA EL DESARROLLO INTERNACIONAL
JEFE DE ESTADO MAYOR CONJUNTO
DIRECTOR DE LA OFICINA DE ADMINISTRACIÓN DE PERSONAL
ASUNTO: Normalización de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba
- Introducción
Los cambios endógenos que están sucediendo en Cuba ofrecen oportunidades para hacer avanzar los intereses de Estados Unidos y distanciarse del embargo, que es una carga obsoleta para el pueblo cubano y ha sido un impedimento a los intereses estadounidenses. Mi Gobierno ha apelado repetidamente al Congreso para que levante el embargo. La política de Estados Unidos está diseñada para crear oportunidades económicas para el pueblo cubano; promover el respeto a los derechos humanos; fomentar la cooperación en asuntos de seguridad y defensa regionales, tales como salud, aplicación y cumplimiento de la ley y migración, y continuar la cooperación con el gobierno cubano para fortalecer nuestro liderazgo en el hemisferio. Reconocemos la soberanía y autodeterminación de Cuba y damos cuenta de las áreas en las que existen diferencias. Pretendemos abordar tales diferencias por medio de la interacción y el diálogo, así como mediante la promoción de un creciente entendimiento entre nuestros gobiernos y pueblos.
La amplia comunidad de origen cubano en Estados Unidos desempeña una función integral en el proceso de la normalización y en la reconciliación entre los miembros de la diáspora y las personas que permanecen en la Isla. La normalización se extiende necesariamente más allá del acercamiento entre los gobiernos; incluye la reconstrucción de puentes entre individuos y familias.
Esta directiva: (1) describe la visión de Estados Unidos respecto de la normalización con Cuba y como nuestra política converge con los intereses de seguridad nacional de Estados Unidos; (2) evalúa avance hacia la normalización; (3) describe el panorama estratégico actual y previsible; (4) describe los objetivos prioritarios para la normalización; y (5) orienta las acciones necesarias para aplicar la propia directiva.
- Visión de la normalización Estados Unidos– Cuba
- La seguridad de Estados Unidos, sus ciudadanos, y sus aliados y socios.
- Una economía estadounidense que sea fuerte, innovadora y en crecimiento, en un sistema económico internacional abierto que promueva la oportunidad y la prosperidad.
- Respeto por los valores universales, tanto en nuestro país como en todo el mundo.
- Un orden internacional basado en reglas que promueva la paz, la seguridad y la oportunidad.
- Mayor seguridad para Estados Unidos y sus ciudadanos en nuestro país y en el extranjero. Intentamos asegurar que los ciudadanos estadounidenses que viajen a Cuba estén a salvo y seguros, y que Estados Unidos esté protegido de: aquellos que pretendan explotar la creciente conectividad con fines ilícitos, la migración irregular y los peligros naturales o causados por el hombre. Nuestra política promueve la cooperación bilateral en áreas de interés mutuo, incluyendo asuntos diplomáticos, agrícolas, de salud pública y ambiental, así como la preparación y respuesta en casos de desastre, la aplicación y cumplimiento de la ley, la migración y otros temas de seguridad y defensa. Nuestra política también apoya una mayor cooperación con Cuba en las iniciativas regionales en favor de estos intereses.
- Una Cuba próspera y estable que ofrezca oportunidades económicas a su pueblo. El aumento de los viajes y la interconexión económica apoyan la mejora de los medios de subsistencia para el pueblo cubano, la interacción económica más profunda entre nuestros dos países, así como el desarrollo de un sector privado que ofrezca mayores oportunidades económicas para el pueblo cubano. Los esfuerzos de las autoridades cubanas para liberalizar la política económica ayudarían a estos objetivos y favorecerían una vinculación más amplia con diferentes sectores de la economía cubana. La política de Estados Unidos ayuda a las empresas estadounidenses a ganar acceso a los mercados cubanos y estimula el crecimiento sostenible de la economía cubana. El sector privado, investigadores científicos y médicos, la industria agrícola, fundaciones, y otros grupos estadounidenses, tienen nuevas vías de colaboración que pueden ofrecer oportunidades para empresarios, científicos, agricultores y otros profesionales cubanos.
- Aumento del respeto a los derechos individuales en Cuba. Aún cuando buscamos la normalización, reconocemos que seguiremos teniendo diferencias con el gobierno cubano. Vamos a continuar manifestándonos en favor de los derechos humanos, incluidos los derechos a la libertad de expresión, religión, asociación y reunión pacífica como lo hacemos en todo el mundo. Nuestra política está diseñada para apoyar la capacidad de los cubanos de ejercer sus derechos humanos universales y libertades fundamentales, con la expectativa de que un mayor comercio ofrecerá, a un segmento más amplio de la población cubana, la información y los recursos necesarios para lograr un futuro próspero y sostenible. En la consecución de estos objetivos, no estamos tratando de imponer un cambio de régimen en Cuba; estamos, en cambio, promocionando valores que apoyamos en todo el mundo respetando al mismo tiempo que corresponde al pueblo cubano tomar sus propias decisiones sobre su futuro.
- Inserción de Cuba en los sistemas internacionales y regionales. Buscamos la participación del gobierno cubano en los foros regionales e internacionales, incluyendo, pero no limitado a, los relacionados con la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Cumbre de las Américas, para promover los objetivos mutuamente convenidos por los miembros. Consideramos que una Cuba que se adhiera a los propósitos y normas de esos foros se beneficiará, con el tiempo, de alinear sus prácticas políticas y económicas nacionales en consonancia con las normas internacionales y los estándares aceptados mundialmente. Nuestra política fortalece la posición de Estados Unidos en los sistemas internacionales mediante la eliminación de un factor irritante de las relaciones con nuestros aliados y socios, y la obtención de apoyo para un orden basado en normas.
Desde que Estados Unidos anunció, el 17 de diciembre de 2014, que trazaría un nuevo rumbo con Cuba hemos restablecido las relaciones diplomáticas y avanzado hacia la normalización de la relación bilateral. Abrimos nuestras respectivas embajadas, seis secretarios del gabinete de Estados Unidos visitaron La Habana, cuatro ministros cubanos visitaron Estados Unidos, y yo me convertí en el primer Presidente estadounidense en funciones en visitar Cuba desde 1928. Se estableció una Comisión Bilateral para dar prioridad a las áreas de intercambio y logramos acuerdos no vinculantes en materia de protección medioambiental, áreas marinas protegidas, salud pública e investigación biomédica, agricultura, enfrentamiento al narcotráfico, seguridad de los viajes y el comercio, aviación civil, transporte directo de correo, e hidrografía. Hemos puesto en marcha diálogos o conversaciones sobre la cooperación en materia de aplicación y cumplimiento de la ley, cuestiones regulatorias, cuestiones económicas, reclamaciones y políticas de telecomunicaciones e Internet.
Dada la proximidad de Cuba a Estados Unidos, una mayor participación de los ciudadanos, empresas y el sector no gubernamental estadounidense, tiene un potencial extraordinario para apoyar nuestros intereses nacionales. Teniendo en cuenta los límites impuestos por la Ley para la libertad y la solidaridad democrática cubanas de 1996 ("Ley Libertad") y otras leyes pertinentes, los departamentos de Tesoro y Comercio implementaron seis paquetes de modificaciones normativas al programa de sanciones de Cuba, flexibilizando las restricciones a los viajes, el comercio y las transacciones financieras. Individuos, empresas y organizaciones no gubernamentales de Estados Unidos, se acogen a estos cambios regulatorios para visitar Cuba, y los viajes autorizados a Cuba aumentaron en más de un 75 por ciento desde 2014 hasta 2015. Los viajes futuros de ciudadanos estadounidenses se verán apoyados por un servicio aéreo regular, que comenzó en agosto de 2016; y el primer buque de cruceros estadounidenses visitó puertos cubanos en mayo de 2016. También comenzamos la transportación directa de correo entre nuestros dos países y empresas estadounidenses de telecomunicaciones establecieron acuerdos para servicios de voz directa e itinerancia de señales (roaming) con Cuba. Por su parte, el gobierno cubano ha continuado aplicando reformas económicas graduales y ha establecido más de 100 puntos públicos de acceso a wi-fi en toda la isla.
Estos acontecimientos establecen las bases para una participación con Cuba a largo plazo que haga avanzar los intereses de los Estados Unidos. Sin embargo tenemos mucho más que hacer para cimentar estas bases en función de una evaluación realista del panorama estratégico en torno a la normalización.
- Panorama estratégico
Cuba tiene un importante potencial económico arraigado en el dinamismo de su pueblo, así como un compromiso sostenido en áreas como la educación y la salud. No obstante, el gobierno cubano enfrenta importantes desafíos económicos, como son la eliminación de su sistema de tipo de cambio dual, hacer que sus empresas estatales sean más eficientes y transparentes, desarrollar un sistema financiero que ofrezca mayores servicios a individuos y al sector privado, y la reducción de su dependencia de las subvenciones extranjeras. Cuba sigue siendo altamente dependiente de las importaciones de alimentos y energía, aún así, debe hacer frente a la escasez de fuentes de divisas para pagar las importaciones que necesita. La considerable emigración de cubanos en edad laboral agrava aún más el problema demográfico que para Cuba representa el rápido envejecimiento de su población.
Una serie de leyes limita la interacción económica estadounidense con Cuba, lo que impide una eliminación completa de las restricciones de viajes de los estadounidenses a Cuba, prohíbe la asistencia del gobierno de Estados Unidos a las exportaciones y la extensión a Cuba de créditos de Estados Unidos para la compra de productos agrícolas, y requieren que el embargo no se suspenda o termine a menos que el Presidente determine que un gobierno de transición, o elegido democráticamente, ha llegado al poder en Cuba.
Debido a las restricciones legales, políticas y regulatorias respecto a Cuba, su economía no está generando las divisas suficientes para adquirir las exportaciones de Estados Unidos que podrían derivarse de la flexibilización del embargo. Incluso si el Congreso de Estados Unidos llegara a levantar el embargo, los cubanos no podrían aprovechar óptimamente su potencial sin una reforma económica continuada en Cuba. Las regulaciones del gobierno cubano y las prácticas de contratación ambiguas obstaculizan las transacciones con compañías estadounidenses que se permitirían en virtud de las leyes de Estados Unidos.
Los esfuerzos de normalización han aumentado las expectativas de mayores oportunidades económicas de los cubanos. Se calcula que 1 de cada 4 cubanos empleados participa en un sector de los emprendedores, lo que evidencia el origen de un sector privado, dinámico e independiente. La expansión del sector privado ha aumentado los recursos para el pueblo cubano y ha creado aperturas incipientes para que los emprendedores cubanos se involucren con empresas y organizaciones no gubernamentales de Estados Unidos. Tomamos nota de las medidas que ha emprendido el gobierno cubano, que aunque limitadas, son significativas en lo que se refiere a la ampliación de las protecciones legales y las oportunidades para las pequeñas y medianas empresas, las cuales, si se expanden y mantienen, mejorarán el clima para la inversión.
Cuba no es miembro de las instituciones financieras internacionales, tales como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, y el Banco Interamericano de Desarrollo, que podrían ofrecer experiencia y potencialmente, financiar reformas económicas y proyectos viables para la inversión.
Aunque Cuba ha llegado a acuerdos con varias naciones acreedoras para el alivio de la deuda bilateral a través de la reestructuración y la condonación, se mantiene en deuda con el gobierno de Estados Unidos respecto de deudas bilaterales contraídas antes de la Revolución cubana y no participa en los mercados internacionales de capital. Cuba y Estados Unidos son miembros de la Organización Mundial del Comercio (OMC); sin embargo, ninguno de los dos países aplica sus acuerdos respecto al otro a causa del embargo de Estados Unidos a Cuba.
El acercamiento nos ha permitido aumentar nuestra colaboración con Cuba en temas regionales tales como: el proceso de paz en Colombia y la asistencia sanitaria en Haití; y ha debilitado una causa histórica común de los regímenes críticos de Estados Unidos. Aunque Cuba no ha expresado interés en participar en la OEA, asistió a la Cumbre de las Américas en 2015. También recibimos de buen grado los nuevos vínculos entre Cuba y otros aliados de Estados Unidos de todo el mundo, incluyendo a nuestros aliados de los tratados europeos y asiáticos. Al mismo tiempo, reconocemos que Cuba y Estados Unidos seguirán teniendo diferencias sobre muchos temas regionales y globales.
La interacción de Estados Unidos con el gobierno cubano también se verá limitada por la continua represión de las libertades civiles y políticas en Cuba. Anticipamos que el gobierno cubano continuará oponiéndose a las políticas y operaciones estadounidenses de migración y a los programas de democracia, Radio y TV Martí, la presencia de Estados Unidos en la Base Naval de Guantánamo y el embargo. El Gobierno de Estados Unidos no tiene intención de modificar el tratado de arrendamiento vigente y otras disposiciones relacionadas con la Base Naval de Guantánamo, que permite a Estados Unidos mejorar y preservar la seguridad regional.
En este entorno estratégico, las políticas y actuaciones que Estados Unidos persigue para avanzar nuestra visión de la normalización de las relaciones Estados Unidos-Cuba darán forma de manera significativa al futuro de las relaciones bilaterales y regionales, así como a nuestra seguridad y prosperidad compartidas.
- Seis objetivos para las relaciones a mediano plazo entre Estados Unidos y Cuba
- Interacción entre ambos gobiernos
- Intercambio y conectividad
- Expansión del comercio
Los cambios regulatorios de Estados Unidos han creado espacio para que el gobierno cubano introduzca cambios similares. En conjunto con la modificación normativa del departamento del Tesoro para ampliar el acceso de Cuba al sistema financiero de Estados Unidos y las cuentas en dólares de tránsito en Estados Unidos, el gobierno cubano anunció, a principios del 2016, sus planes para eliminar la penalización del 10 por ciento en las operaciones de conversión del dólar estadounidense, sujeto a la mejora del acceso al sistema bancario internacional. Continuaremos los esfuerzos privados y públicos para explicar nuestros cambios regulatorios a las empresas y bancos estadounidenses, a los empresarios cubanos, y al gobierno cubano.
- Reforma económica
Si el Congreso levanta el embargo, mi Administración se involucrará con el Congreso y los grupos interesados en diálogos e intercambios preparatorios a nivel comercial y económico. Mi Administración entonces, de manera similar, hablará con el Congreso respecto del contenido y el momento para un nuevo acuerdo comercial bilateral que aborde los restantes requisitos legales para el comercio.
- Respeto por los derechos humanos universales, las libertades fundamentales y los valores democráticos
- Integración cubana a los sistemas internacionales y regionales
Continuaremos cooperando con Cuba en temas regionales y globales (por ejemplo, la lucha contra el ébola y el proceso de paz en Colombia). Poner fin al embargo y satisfacer otros requisitos legales relativos al comercio, permitirá a Estados Unidos normalizar las relaciones comerciales con Cuba.
- Aplicación de política
- Funciones y responsabilidades
El personal del Consejo de Seguridad Nacional (NSC, por sus siglas en inglés) aportará la coordinación continua de las políticas y supervisará el cumplimiento de esta directiva presidencial y de la estrategia general relacionada con Cuba, en la medida de lo necesario.
El Departamento de Estado continuará siendo responsable por la formulación de la política y la coordinación de las relaciones de Estados Unidos con Cuba. Esto incluye apoyar las operaciones de la embajada en La Habana y garantizar que esta cuente con los recursos y el personal adecuados. Otras responsabilidades incluyen la emisión de visas de inmigrante y de no inmigrante, procesamiento de refugiados, promoción de intercambios educacionales y culturales, coordinación de programas sobre la democracia, y rendir informes sobre lo político y lo económico. El Departamento de Estado continuará al frente de la Comisión Bilateral Estados Unidos-Cuba y coordinará una serie de diálogos, tales como el Diálogo sobre la Aplicación y Cumplimiento de la Ley, conversaciones anuales sobre migración y las reuniones para resolver reclamaciones pendientes. El Departamento de Estado seguirá codirigiendo esfuerzos con la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) para asegurar que los programas de promoción de la democracia sean transparentes y estén en consonancia con los programas existentes para otras sociedades similares. El Departamento de Estado coordinará los esfuerzos para impulsar la cooperación con Cuba en materia de ciencia y tecnología. El Departamento de Estado apoyará las telecomunicaciones y el aumento del acceso a Internet en Cuba y aportará orientación en materia de política exterior a los departamentos de Comercio y Tesoro respecto de ciertas exportaciones, transacciones financieras y otras solicitudes de licencia.
Misión de Estados Unidos ante las Naciones Unidas (USUN, por sus siglas en inglés), en coordinación con el Departamento de Estado supervisará los asuntos multilaterales pertinentes a Cuba en las Naciones Unidas. USUN identificará áreas de posible colaboración con Cuba que permitan impulsar una relación más colaborativa entre Estados Unidos y Cuba en las Naciones Unidas. La USUN también participará en conversaciones relacionadas con la resolución anual contra el embargo presentada por Cuba en las Naciones Unidas, a medida que nuestra relación bilateral siga desarrollándose en una trayectoria positiva.
El Departamento del Tesoro es responsable de aplicar las restricciones económicas del embargo y las políticas de licencias. El Departamento del Tesoro continuará con su tarea de ayudar al público, a los negocios, y a las instituciones financieras a comprender los cambios regulatorios. El Departamento del Tesoro continuará revisando y respondiendo a preguntas públicas, y a la retroalimentación sobre las regulaciones y la orientación pública que puedan ser mayormente aclaradas, y dialogará con el Departamento de Estado sobre cualquier nueva solicitud de licencia que el Departamento del Tesoro reciba del público, para determinar si tales solicitudes son coherentes con los cambios regulatorios y la ley vigente. El Departamento del Tesoro utilizará los canales disponibles para el diálogo bilateral para entender el sistema económico y financiero de Cuba y alentar las reformas y también continuará participando en diálogos con el gobierno cubano sobre nuestros cambios regulatorios.
El Departamento de Comercio continuará respaldando el desarrollo del sector privado en Cuba, el empresariado, el desarrollo del derecho mercantil y los derechos de propiedad intelectual, así como la protección medioambiental y el pronóstico de tormentas. Si se levantan las restricciones legales, el Departamento de Comercio promoverá el aumento del comercio con Cuba proporcionando ayuda para las exportaciones a las compañías de Estados Unidos. Mientras tanto, el Departamento de Comercio continuará adelante con un enérgico esfuerzo de divulgación para garantizar que las empresas de Estados Unidos entiendan que los cambios regulatorios en Estados Unidos ofrecen nuevas oportunidades para obtener licencias o usar excepciones a las licencias para aumentar las exportaciones autorizadas a Cuba, incluyendo a empresas propiedad del estado cubano que proporcionan bienes y servicios para atender las necesidades del pueblo cubano. Además, el Departamento de Comercio seguirá participando en un diálogo con el gobierno cubano sobre nuestros cambios regulatorios, así como sobre la necesidad de simplificar el proceso cubano para las importaciones, la transparencia en las reglamentaciones cubanas para los negocios y otras medidas que conduzcan al aprovechamiento pleno de los beneficios de nuestros cambios regulatorios.
El Departamento de Defensa (DOD, por sus siglas en inglés) seguirá tomando medidas para ampliar las relaciones en materia de defensa con Cuba en tanto favorezca los intereses de Estados Unidos, con un enfoque inicial en la ayuda humanitaria, el auxilio en caso de desastres y la lucha contra el narcotráfico en el Caribe. El DOD apoyará la inclusión de Cuba en el sistema interamericano de defensa y en las conferencias regionales de seguridad y defensa, que le proporcionarán a Cuba un papel en la estabilidad hemisférica. El DOD seguirá haciendo preparativos de contingencia y apoyará la capacidad del Departamento de Seguridad Interna y del Departamento de Estado para abordar los temas relacionados con la migración masiva y la migración marítima en cumplimiento de las órdenes ejecutivas 12807 y 13276, y consistente con otras normativas y estrategias interagenciales aplicables.
El Departamento de Seguridad Interna (DHS, por sus siglas en inglés) interactuará, junto al Departamento de Justicia, con el gobierno cubano para combatir el terrorismo y el crimen internacional organizado. En apoyo a los objetivos de seguridad y de política exterior de Estados Unidos el DHS elaborará protocolos para la cooperación investigativa con Cuba, en coordinación con otros departamentos y agencias. El DHS reforzará la seguridad y la eficiencia de las cadenas de abastecimiento y los sistemas de viajes transfronterizos en apoyo de los intercambios pueblo a pueblo y del comercio autorizado de Estados Unidos con el sector privado de Cuba. El DHS salvaguardará la integridad del sistema de inmigración de Estados Unidos incluyendo la facilitación de la inmigración legal y el aseguramiento de la protección de los refugiados. El secretario de Seguridad Interna, líder en el gobierno de Estados Unidos en materia de migración marítima o migración masiva, con apoyo de los secretarios de Estado y de Defensa, actuará ante una migración marítima o una migración masiva en cumplimiento de las órdenes ejecutivas 12807 y 13276 y en concordancia con las orientaciones y estrategias interagenciales aplicables.
El Departamento de Justicia (DOJ, por sus siglas en inglés) participará junto con el DHS y el gobierno cubano en el enfrentamiento al terrorismo y la delincuencia internacional organizada. El DOJ trabajará con Cuba para expandir la seguridad y la cooperación en materia de aplicación y cumplimiento de la ley, aumentar la capacidad de compartir información y compartir las mejores prácticas con sus contrapartes cubanas. Este trabajo aprovechará y fortalecerá la actual cooperación con Cuba en materia de aplicación y cumplimiento de la ley bajo la cobertura del Diálogo Estados Unidos – Cuba sobre aplicación y cumplimiento de la ley y sus diversos grupos de trabajo, que se enfocan en el enfrentamiento al terrorismo, el narcotráfico, los delitos cibernéticos, el tráfico de personas y otras áreas de la actividad criminal.
La Administración de Pequeñas Empresas (SBA, por sus siglas en inglés) seguirá interrelacionándose con el gobierno, empresarios, pequeños negocios y empresas cooperativas cubanas. La SBA apoyará los intercambios con el gobierno cubano en áreas de interés mutuo, particularmente en la formalización de pequeños negocios y la estimulación del crecimiento de nuevas empresas.
La Oficina del Representante Comercial de los Estados Unidos proporcionará la coordinación en cuanto a políticas comerciales en los foros internacionales y, en concordancia con los requisitos y restricciones legales, preparará las negociaciones para normalizar y ampliar el comercio entre Estados Unidos y Cuba.
El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) trabajará para aumentar las exportaciones agrícolas y de alimentos de Estados Unidos a Cuba mediante la creación de oportunidades de mercado, la mejoría de la posición competitiva de la agricultura de Estados Unidos y la construcción de capacidades agrícolas y seguridad alimentaria en Cuba, al tiempo que protege la salud vegetal, animal y humana. El USDA trabajará con el gobierno de Cuba para impulsar la cooperación según lo dispuesto en el memorándum de entendimiento sobre agricultura entre Estados Unidos y Cuba firmado en marzo de 2016. El USDA construirá la relación comercial y de desarrollo entre Estados Unidos y Cuba en la extensión que se permita y en concordancia con las leyes aplicables.
El Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, por sus siglas en inglés), de acuerdo con el memorándum de entendimiento firmado en junio de 2016 con el Ministerio de Salud Pública de la República de Cuba, colaborará con sus contrapartes cubanas en las áreas de la salud pública, la investigación y las ciencias biomédicas, incluyendo la colaboración para enfrentar al virus del zika, el dengue, la chikungunya y otros arbovirus. El HHS promoverá el trabajo conjunto en esferas como: el desarrollo de vacunas, tratamientos y diagnósticos, se asociará con Cuba para prevenir, detectar y responder a los brotes de enfermedades infecciosas; colaborará en los campos de control del cáncer, programas para tratamientos e investigaciones conjuntas; así como en el intercambio de las mejores prácticas relativas al acceso a la atención médica.
La Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) coordinará con los departamentos y agencias del gobierno de los Estados Unidos la respuesta a fenómenos ambientales no planificados, tales como desastres naturales o causados por el hombre. La USAID liderará conjuntamente con el Departamento de Estado los esfuerzos para asegurar que los programas de promoción de la democracia sean transparentes y coherentes con los programas desarrollados en otras sociedades similares.
El Departamento de Transporte (DOT, por sus siglas en inglés) continuará desarrollando vínculos entre EE.UU y Cuba, en apoyo a los proveedores de servicios de transportación, los viajeros autorizados y el comercio, al tiempo que proporcionará las regulaciones requeridas y la supervisión de la seguridad de los proveedores y sistemas de transporte.
La Oficina del Director de Inteligencia Nacional (DNI, por sus siglas en inglés) apoyará mayores esfuerzos del gobierno de Estados Unidos para normalizar las relaciones con Cuba, a través del trabajo de elementos de la comunidad de inteligencia, para buscar oportunidades de intercambio en áreas de interés común por medio de las cuales, podamos intercambiar información sobre amenazas mutuas con las contrapartes cubanas.
El Departamento del Interior (DOI, por sus siglas en inglés) continuará su cooperación con Cuba en las áreas marinas protegidas y seguirá intercambiando con sus contrapartes cubanas para lograr acuerdos sobre conservación de la vida silvestre, áreas terrestres nacionales protegidas y registros sísmicos.
- Acercamiento al Congreso
- Monitoreo y supervisión
- Normativa previa
BARACK OBAMA
*Granma resalta en letras negras aquellos enunciados que considera injerencistas o con vestigios de las políticas del pasado entre Cuba y Estados Unidos
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