Única hoy en Cuba y faro para sus análogas en aguas internacionales, la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP) se acerca a su aniversario 55 —a celebrarse el próximo 17 de mayo— con un cartapacio de motivaciones, compromiso y voluntades multiplicadas, según valoró este viernes en conferencia de prensa efectuada en la capital su presidente en la nación, Rafael Santiesteban Pozo, también miembro del Comité Central del Partido y del Consejo de Estado.
El intercambio devino, además, homenaje al 90 cumpleaños del líder de la Revolución Fidel Castro, y a los aniversarios 70 del asesinato de Niceto Pérez y 57 de la firma de la Ley de Reforma Agraria.
Atendiendo a la dinámica de actualización y perfeccionamiento que encarna la organización de masas de los campesinos cubanos, y el escenario internacional favorable para la identificación de nuevas oportunidades en el sector, Santiesteban Pozo respondió a Granma acerca de cómo se ha concebido la proyección de trabajo para la nueva etapa y cómo se prepara la ANAP con vistas a ayudar, desde sus misiones actuales, a que el sector agropecuario satisfaga las demandas del país y de la gente. Y todo ello teniendo en cuenta disímiles desafíos, entre los que figuran revertir las migraciones internas del campo a la ciudad y vincular en mayor medida a la producción agropecuaria, a quienes viven en enclaves rurales.
Viabilizar la información de manera oportuna y fortalecer el proceso de capacitación y preparación, resultan algunas de las prioridades más acuciantes de cara al nuevo periodo, dijo en este sentido el presidente de dicha asociación, la cual posee en la actualidad más de 380 680 asociados y 3 321 organizaciones de base.
Asimismo, resaltó el diagnóstico realizado en la geografía nacional en torno a las fortalezas y debilidades en la vida de la organización, y los problemas que afectan a las comunidades campesinas, en el ánimo de enrumbar nuevos esfuerzos.
Insistió en la armonización de una estrategia mancomunada con el Ministerio de la Agricultura, en pos del aprovechamiento de las posibilidades que ofrece el ramo.
Sobre las perspectivas del país ante el espectro de oportunidades que genera la nueva Ley de Inversión Extranjera, el restablecimiento de relaciones con los Estados Unidos y la avalancha de turismo foráneo que se vaticina —con las consiguientes demandas para el sector que ello implica—, abundó en que el país está abierto a la socialización y que la ANAP, desde sus competencias, acompañará ese proceso y propiciará el intercambio.
En el orden económico, dijo, se espera fomentar las exportaciones, con respaldo en el avizorado incremento de los niveles productivos en general. Todo lo que se haga al respecto, enfatizó, debe ser “de manera ordenada” y con plena conciencia de la alta responsabilidad que posee la organización en el nuevo contexto. Más adelante, repasó la agenda que se despliega a escala nacional para hacer factible la consecución de estos retos, y reconoció las insatisfacciones acumuladas en el campo, para las cuales se cuecen respuestas y soluciones puntuales.
Por otro lado, los funcionarios de la Dirección Nacional de la ANAP Beatriz Navarro y Adolfo Alvarado, ofrecieron una panorámica de la labor gestionada durante el lapso más reciente y los resultados del ciclo de producción al cierre del primer trimestre de este año, respectivamente.
El nuevo portafolio de proyecciones, como acotaba Santiesteban Pozo poco antes, ve con ojos de país una esencia impostergable: que el programa de desarrollo no esté solo en la línea del deseo, sino de lo tangible.
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