Son muchos los que simpatizan con la causa del preso político
independentista y claman por su liberación. Pero también muchos los que
desconocen su historia, los hechos que le llevaron tras las rejas, y las
razones por las que supuestamente no aceptó el indulto que el
presidente Bill Clinton le extendió a otros 19 presos políticos
puertorriqueños en 1999, explicó en entrevista con NotiCel su abogada,
Jan Susler.
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La semana pasada, tras la intensa jornada de campaña por la liberación de López Rivera, las ondas radiales y las redes sociales se han llenado de voces ciudadanas que plantean que éste continúa en la cárcel por supuestamente no querer renunciar a la lucha armada pro-liberación política, razón por la cual, comentan estos foristas, este hombre independentista decidió declinar la oferta de clemencia otorgada por el expresidente de los Estados Unidos, Bill Clinton, en el año 1999.
Ante tales argumentos, Susler invitó a la ciudadanía a orientarse más sobre el caso y a buscar en documentos federales que evidencian que desde hace años, Oscar ha estado en completa disposición de aceptar las diferentes condiciones de liberación que le requiera el gobierno de los Estados Unidos.
López Rivera es un preso político que aboga por la independencia de Puerto Rico y que ha permanecido 32 años en cárceles federales. Fue acusado de conspiración sediciosa, un delito por el cual el gobierno de los Estados Unidos impone sentencias máximas de 20 años, precisó la letrada. Esto, por ser identificado como el líder de la Fuerza Armada de Liberación Nacional (FALN), organización basada en Chicago a la cuál se responzabilizó por el bombazo al Fraunces Tavern en Nueva York, hechos en los cuales murieron cuatro hombres, entre otros incidentes. A López nunca se le acusó de participar directamente en la planificación o ejecución del siniestro y tanto él como los demás acusados se negaron a testificar durante el juicio argumentando que eran prisioneros políticos y que no se someterían a la jurisdicción de los tribunales estadounidenses.
Contrario a la creencia popular, su convicción no tuvo que ver en modo alguno con el famoso robo armado a la Wells Fargo en Connecticut en 1983 por el cuál fue convicto el fenecido líder machetero Filiberto Ojeda Ríos.
“Cuando Clinton hace la oferta de indulto, el reclamo del pueblo puertorriqueño y otras personas que aman la justicia, fue para que todos los prisioneros políticos salieran y el presidente Clinton no dio eso. La conmutación no fue a todos. Clinton dejó atrás a Carlos Alberto Torres y a Haydée Beltrán”, expresó Susler.
De acuerdo a la abogada, las ofertas de indulto promovidas por Clinton fueron discutidas en teleconferencia por todas y todos los prisioneros políticos que en ese momento se encontraban convictos en cárceles federales estadounidenses.
Fue entonces cuando, por decisión unánime de todos los presos pro convicción política, se acordó que López Rivera permaneciera en solidaridad y protesta por el hecho de que su compañero y compañera de lucha – Torres y Beltrán – no recibieron la misma oferta de indulto de parte del entonces presidente, Clinton.
Sin embargo, Torres salió de prisión por libertad bajo palabra en el 2009 y Beltrán tuvo la misma oportunidad un año después. Ambos disfrutan de su libertad actualmente y están plenamente integrados a la sociedad.
“Del grupo de Chicago que fue acusado de conspiración sediciosa en la década de los 1980s, todos han salido menos Oscar. Cuando él fue en 2012 a la Junta de Libertad Bajo Palabra de los Estados Unidos, estuvo dispuesto a aceptar todas las condiciones, pero el Departamento de Justicia federal le creó obstáculos para mantenerlo en cárcel”, comentó la abogada estadounidense.
“Nadie puede decir que Oscar está en contra de las condiciones. Espero que se desmienta ese rumor que no tiene sustancia alguna”, declaró Susler a este medio digital.
NC: Más allá de la acusación de conspiración sediciosa, ¿fue Oscar acusado de algún otro delito? Bajo los cánones legales de los Estados Unidos, ¿qué implica o cómo se define el delito de conspiración sediciosa?
“Cuando lo acusan a él y los demás de conspiración básicamente es porque el gobierno no sabía quién había hecho qué, ni qué específicamente habían hecho. Conspiración no es haber hecho algo. Es una acusación de haberse puesto de acuerdo para terminar con el control colonial de los Estados Unidos en Puerto Rico. Si el gobierno estadounidense supiera que estas personas hubieran cometido algo especifico, los hubiesen acusado de otros delitos, pero no fue así. Ante la falta de evidencia, sólo los acusaron de conspiración sediciosa”, explicó Susler a preguntas de este medio digital.
NC: Hay personas en y fuera de Puerto Rico que creen que Oscar no es un preso político. Por el contrario, entienden que éste se encuentra detrás de una celda por haber sido acusado de un delito, y no por su convicción política. Desde su perspectiva como abogada que ha lidiado con éste y otros casos similares por años, ¿cómo se justifica la utilización del término “preso político” para el caso de Oscar López Rivera?
“El apoyo para la excarcelación de Oscar López Rivera va mucho más allá de lo que piensa una persona. Es un apoyo del pueblo puertorriqueño. Incluso, hay gente que no cree que es preso político y aún así apoyan su excarcelación como un asunto de derechos humanos y justicia”, arguyó Susler.
“Ahora si me preguntas, te respondo definitivamente él es un preso político. El mero hecho de estar acusado de conspiración sediciosa lo aclara. Además, en la cárcel ha tenido un trato cruel, tortuoso, y lo han separado del preso común y corriente para imponerle un trato más inhumano”, expresó la abogada.
Actualmente, Oscar López Rivera tiene 70 años. El gobierno de los Estados Unidos ha establecido que su caso y argumentos a favor de su liberación volverán a ser escuchados en el año 2023.
La única oportunidad para su liberación inmediata consiste en obtener un indulto del presidente Barack Obama.
López Rivera es veterano de guerra y fue condecorado por su servicio militar a los Estados Unidos durante la Guerra de Vietnam.
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La semana pasada, tras la intensa jornada de campaña por la liberación de López Rivera, las ondas radiales y las redes sociales se han llenado de voces ciudadanas que plantean que éste continúa en la cárcel por supuestamente no querer renunciar a la lucha armada pro-liberación política, razón por la cual, comentan estos foristas, este hombre independentista decidió declinar la oferta de clemencia otorgada por el expresidente de los Estados Unidos, Bill Clinton, en el año 1999.
Ante tales argumentos, Susler invitó a la ciudadanía a orientarse más sobre el caso y a buscar en documentos federales que evidencian que desde hace años, Oscar ha estado en completa disposición de aceptar las diferentes condiciones de liberación que le requiera el gobierno de los Estados Unidos.
López Rivera es un preso político que aboga por la independencia de Puerto Rico y que ha permanecido 32 años en cárceles federales. Fue acusado de conspiración sediciosa, un delito por el cual el gobierno de los Estados Unidos impone sentencias máximas de 20 años, precisó la letrada. Esto, por ser identificado como el líder de la Fuerza Armada de Liberación Nacional (FALN), organización basada en Chicago a la cuál se responzabilizó por el bombazo al Fraunces Tavern en Nueva York, hechos en los cuales murieron cuatro hombres, entre otros incidentes. A López nunca se le acusó de participar directamente en la planificación o ejecución del siniestro y tanto él como los demás acusados se negaron a testificar durante el juicio argumentando que eran prisioneros políticos y que no se someterían a la jurisdicción de los tribunales estadounidenses.
Contrario a la creencia popular, su convicción no tuvo que ver en modo alguno con el famoso robo armado a la Wells Fargo en Connecticut en 1983 por el cuál fue convicto el fenecido líder machetero Filiberto Ojeda Ríos.
“Cuando Clinton hace la oferta de indulto, el reclamo del pueblo puertorriqueño y otras personas que aman la justicia, fue para que todos los prisioneros políticos salieran y el presidente Clinton no dio eso. La conmutación no fue a todos. Clinton dejó atrás a Carlos Alberto Torres y a Haydée Beltrán”, expresó Susler.
De acuerdo a la abogada, las ofertas de indulto promovidas por Clinton fueron discutidas en teleconferencia por todas y todos los prisioneros políticos que en ese momento se encontraban convictos en cárceles federales estadounidenses.
Fue entonces cuando, por decisión unánime de todos los presos pro convicción política, se acordó que López Rivera permaneciera en solidaridad y protesta por el hecho de que su compañero y compañera de lucha – Torres y Beltrán – no recibieron la misma oferta de indulto de parte del entonces presidente, Clinton.
Sin embargo, Torres salió de prisión por libertad bajo palabra en el 2009 y Beltrán tuvo la misma oportunidad un año después. Ambos disfrutan de su libertad actualmente y están plenamente integrados a la sociedad.
“Del grupo de Chicago que fue acusado de conspiración sediciosa en la década de los 1980s, todos han salido menos Oscar. Cuando él fue en 2012 a la Junta de Libertad Bajo Palabra de los Estados Unidos, estuvo dispuesto a aceptar todas las condiciones, pero el Departamento de Justicia federal le creó obstáculos para mantenerlo en cárcel”, comentó la abogada estadounidense.
“Nadie puede decir que Oscar está en contra de las condiciones. Espero que se desmienta ese rumor que no tiene sustancia alguna”, declaró Susler a este medio digital.
NC: Más allá de la acusación de conspiración sediciosa, ¿fue Oscar acusado de algún otro delito? Bajo los cánones legales de los Estados Unidos, ¿qué implica o cómo se define el delito de conspiración sediciosa?
“Cuando lo acusan a él y los demás de conspiración básicamente es porque el gobierno no sabía quién había hecho qué, ni qué específicamente habían hecho. Conspiración no es haber hecho algo. Es una acusación de haberse puesto de acuerdo para terminar con el control colonial de los Estados Unidos en Puerto Rico. Si el gobierno estadounidense supiera que estas personas hubieran cometido algo especifico, los hubiesen acusado de otros delitos, pero no fue así. Ante la falta de evidencia, sólo los acusaron de conspiración sediciosa”, explicó Susler a preguntas de este medio digital.
NC: Hay personas en y fuera de Puerto Rico que creen que Oscar no es un preso político. Por el contrario, entienden que éste se encuentra detrás de una celda por haber sido acusado de un delito, y no por su convicción política. Desde su perspectiva como abogada que ha lidiado con éste y otros casos similares por años, ¿cómo se justifica la utilización del término “preso político” para el caso de Oscar López Rivera?
“El apoyo para la excarcelación de Oscar López Rivera va mucho más allá de lo que piensa una persona. Es un apoyo del pueblo puertorriqueño. Incluso, hay gente que no cree que es preso político y aún así apoyan su excarcelación como un asunto de derechos humanos y justicia”, arguyó Susler.
“Ahora si me preguntas, te respondo definitivamente él es un preso político. El mero hecho de estar acusado de conspiración sediciosa lo aclara. Además, en la cárcel ha tenido un trato cruel, tortuoso, y lo han separado del preso común y corriente para imponerle un trato más inhumano”, expresó la abogada.
Actualmente, Oscar López Rivera tiene 70 años. El gobierno de los Estados Unidos ha establecido que su caso y argumentos a favor de su liberación volverán a ser escuchados en el año 2023.
La única oportunidad para su liberación inmediata consiste en obtener un indulto del presidente Barack Obama.
López Rivera es veterano de guerra y fue condecorado por su servicio militar a los Estados Unidos durante la Guerra de Vietnam.
Oscar lleva 34 años preso, no 32, como señala el artículo. La prensa amarillista, de ultraderecha, desinformar al país y al mundo dando información incorrecta con toda mala intención de afectar la lucha que estamos librando por la libertad de Oscar. El caso de Oscar es un llanto grande en el corazón de su patria, Puerto Rico. El presidente, Obama es un tipo abusador que sirve a los intereses de la supremacía blanca adinerada de E.U.. No es "un gran presidente" como dijera incorrectamente el compañero Raúl Castro, esta sabandija va con malas intenciones a Cuba, por lo cual no deben abrirle las puertas cuando con sus hechos han demostrado hasta la saciedad que odian a Cuba y quieren derrocar su gobierno. Está bien que dejaron en libertad a "Los Cinco", pero esto no es motivo de buena voluntad con Cuba. No se confíen de esta conocida bestia terrorista.
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