2015-08-26 18:13:09 / web@radiorebelde.icrt.cu / Yirian García de la Torre
Hace un tiempo ya, presentaron en la fundación Alejo Carpentier “La intimidad y la historia”, una idea que entre otros autores, tiene la guía de Graziella Pogolotti, pues acoge lo sucedido en esos mismos espacios en otras maneras de contar la historia; a partir de diarios y cartas, conferencias, muestra de esos mambises descalzos, desde la experiencia vivida, sin mitos, sin vestigios ignorados por una manera lineal de contar la historia, de pertenecerla en el hoy.
Ahora adquiere vital importancia lo anecdótico principalmente en adolescentes y jóvenes principalmente, educan no sólo la mente, sino también el corazón. Eusebio Leal citaba el diario de Carlos Manuel de Céspedes, curiosidades de otros tiempos que igual motivan y llaman en la historia. Fidel lo había sugerido cuando se refirió a buscar el movimiento necesario al transmitir ideas.
Más hoy que se vive en un mundo al revés, decía Fritz Suárez silva, 7 de febrero de 20112, NTV Al Mediodía, y preguntaba ¿Colonialismo en el siglo XXI?, los códigos son otros y el lenguaje, sugería Ignacio Ramonet, debe ser otro, pues el de la izquierda se lo han robado.
Interesante y única, en traer otros detalles de la historia, Katiuska Blanco Castiñeira, en Fidel Castro Ruz, Guerrillero del Tiempo. Conversaciones con el líder de la Revolución Cubana. (Editora Abril, 2011) cuando dice Fidel cuenta varias historias de la adolescencia: (p.249) sobre la veracidad de la propuesta de Marx, entre otros tópicos, por ejemplo “fui percibiendo una serie de verdades con fuerza, una lógica, incluso, con extraordinaria capacidad de expresión, con una especial gracia. (…), cuando entré en contacto con esa literatura (se refiere al Manifiesto Comunista) empecé a tener, como diría Víctor Hugo: “Una tempestad bajo el cráneo”; era una esponja, estaba sediento de verdad, de conocimientos.
Así se inició el proceso acelerado de desarrollo de mi conciencia política revolucionaria. Claro que este no es el único ingrediente, yo venía siguiendo una tradición histórica cubana, una gran admiración por nuestros patriotas, por Martí, Céspedes, Gómez, Maceo. Antes de ser marxista fui martiano, sentí una enorme admiración por Martí, pasé por un proceso previo de educación martiana, que me inculqué yo mismo leyendo sus textos. Tenía gran interés por las obras de Martí, por la historia de Cuba, empecé por aquel camino.”
Y continúa, “Antes de llegar a la Universidad fui explorador, escalador de montaña, atleta, hice de todo, pero realmente, no había incursionado en el campo de la política (…), siendo adolescente pude percatarme de lo que era un régimen de fuerza, de abusos. Veía tal posición de prepotencia, de machismo, de los militares, de los soldados del Ejército de Batista. Elementos que me fueron enseñando y desarrollaron en mí un rechazo: observé arrogancia, prepotencia, machismo, abuso de autoridad, amenaza, ejercicio del miedo, del terror sobre la gente. Fui recibiendo una serie de impresiones que me hicieron sentir un repudio a aquella forma de poder porque lo estaba viendo, lo veía todos los días.”
(…) Desde temprano, desde que contaba con 13 años (1939), pude ver algunos procesos electorales.” Con Pedro Emilio, su medio hermano. Fidel rememora (p. 253) “tuve esa experiencia a los 13 años, participé en la campaña, tenía mis impresiones. Sabía que los soldados eran abusadores, que le daban fustazos, plan de machete a la gente y que amenazaban con los fusiles. Puedo decir que ya sentía repudio por la forma de autoridad sostenida sobre el miedo, el terror; desarrollé una serie de sentimientos, actitudes y criterios repulsivos porque viví como adolescente el primer período de Batista.”
Hoy los adolescentes, los jóvenes, no ven acciones pro o contra el gobierno, más que la sutileza de una satanización del socialismo, ya sea el cubano, el ex europeo o el del Siglo XXI, son tentados en propuestas de “bondades” del desarrollo ya no fuera de Cuba, sino dentro de Cuba, con los presupuestos cada vez mayores para la subversión, el objetivo fundamental, el foco de acción parte desde la adolescencia, incluso la niñez, a partir de las tecnologías, internet, la acción consciente o inconsciente desde juegos o capacidades tecnológicas viables a sus habilidades como nativos digitales.
En la etapa de Fidel, “ya había vivido numerosas experiencias y sentía repulsa por muchas cosas, ya tenía una serie de valores, sobre todo, un espíritu rebelde. Me vi obligado a ser rebelde desde pequeño.” (p. 256) “Así que cuando llegué a la Universidad tenía numerosas experiencias personales, y había visto y sufrido muchas cosas, estaba condicionado.
(…) Cuando llegué al colegio de Belén tenía 16 años (1942), era un adolescente que iba pasando a la juventud, estaba al final de la adolescencia, y allí en la escuela practiqué todos los deportes y también ingresé en el cuerpo de exploradores.”
El hoy lleva urgencias, al análisis y la necesidad de la defensa a que llama Armando Hart Dávalos en su libro Ética, cultura y política, publicado por el Centro de Estudios Martianos en 2001.
Tanto más Cuba, escribe Hart, (p.176) “nuestra cultura nacional enfrenta a la civilización del Norte y eso nos lleva a promover y a fortalecer las raíces bolivarianas y martianas que constituyen el más alto ideal con que puede soñar el hombre americano desde Alaska a la Tierra del Fuego.”
Se fundamentan en la historia real y de las ciencias sociales en “las necesidades espirituales que sintieron o sienten nuestros grandes hombres, (…) de forma esencial, los millones y millones de seres humanos que modestamente deseamos que la humanidad alcance un estadio social y moral sobre el pilar de la dignidad plena del hombre y de los derechos humanos – reivindiquemos la expresión”, pide Hart.
¿De dónde salen esos valores, esa herencia cubana y patriótica? (p.177) “Los ideales cubanos se fundamentan en la sangre, la inteligencia y el amor que a lo largo de más de dos siglos han venido exaltando y estimulando las luchas por la libertad, desde México y el Caribe hasta Chile y Argentina. Están, pues, asentados en la realidad y en los intereses materiales y espirituales de todos los hombres y mujeres sin excepción.”
Alerta te los deshumanizados estándares en los derechos humanos del imperio. Proclama que “una nueva ética solo es posible sobre el fundamento de cumplir de verdad, para toda la humanidad sin excepción, las ideas de libertad, igualdad y fraternidad y exaltar el mismo espíritu independiente de los cubanos, que desde la formación y origen de la nación son parte de nuestra identidad.”
Eusebio Leal Spengler. Foto : Roberto Morejón.
Hart ve las raíces, (p.180) “En el verbo está la expresión compleja del pensamiento y por consiguiente el embrión de la filosofía, dijo Luz y Caballero; en la palabra que estimula y orienta hacia la acción se halla, pues, la orientación de la filosofía válida para Cuba, es decir, la que incite a la acción por la liberación humana. (…)
(…) es indispensable tomar muy en cuenta el postulado de Martí cuando señala que el secreto de lo humano está en la facultad de asociarse, y cuando destacó que requiere la cooperación y el reconocimiento moral del aporte de cada uno. Esto es válido a escala universal, nacional y en los más inmediatos problemas de la vida cotidiana”
Llama a tenerlo en cuenta en la transformaciones en la vida actual de Cuba, dado los lineamientos y las propuestas de transformación y cambio por la perdurabilidad de un sistema social socialista próspero y sustentable, donde lo participativo y propositivo enriquezca desde cada edad, en este caso, la adolescencia, el andar por nuevas veredas, transformaciones y soluciones a los problemas que acontecen en el día a día o formar personas comprometidas con la realidad de su país, arraigado y dado a la acción en la unidad.
“No podemos renuncias a la bondad y a la justicia porque es el único modo que tienen los hombres y los pueblos de ser felices, agrega.
La forma de educar está en el ejemplo que los maestros deben mostrar con su conducta diaria en el aula y fuera de ella. “Instruir puede cualquiera, educar sólo quien sea un evangelio vivo”, señaló Luz. Es “educar en el deber social, en la responsabilidad histórica que, como pueblo, tenemos contraída con América y la humanidad. Una vida esforzada por cumplir el deber social e histórico es fuente de felicidad, porque no hay dicha más íntima y de mayor intensidad que la de enseñar, educar y crear en beneficio de la sociedad.”
La familia, los maestros, la comunidad, los Medios de Comunicación Masivos (MCM), en un accionar constante, debe narrar el mundo a sus niños/as, adolescentes y jóvenes con las fórmulas para mejorarlo, con la creatividad o la sutileza de crear soluciones, sólo así se está en el corazón de un país, se le hace crecer.
Es necesario describir, conocer el mundo y el país donde se nace; pero es indispensable saber cambiarlo y generar voluntades de transformación para mejorarlo.
En su análisis Hart plantea, “Las verdades científicas en las ciencias sociales, históricas y filosóficas solamente es posible asumirlas a partir de una altísima sensibilidad humana. Aquí lo ético y lo científico tienen una impresionante armonía. Sin ética no se hubieran descubierto las raíces de la explotación del hombre por el hombre, de la tragedia y del dolor de la miseria en que viven millones de seres humanos y la plusvalía. Ciencia y conciencia tienen una identidad que no pueden entender las cortes y perversas.
En la historia de las civilizaciones, nunca se alcanzó a elaborar un análisis filosófico, sobre bases científicas, acerca del papel de la moral y la cultura en la historia humana. Se hicieron trascendentales descubrimientos en el campo de las ciencias sociales y filosóficas, referentes a la economía, la sociología y las ciencias históricas (…)”
Cuba, dice Hart, “posee una historia filosófica que le permite estudiar y presentar soluciones al tema de la ética sobre fundamentos científicos que es la única forma de alcanzar un nuevo pensamiento revolucionario. Varela, con su inmensa cultura, nos enseñó a pensar, Luz y Caballero, con su enciclopédica sabiduría, nos enseñó a conocer, Martí, a partir de estas fuentes, de su saber universal, su genio e imaginación creadora, nos enseñó a actuar.
Sobre los fundamentos de toda esta tradición intelectual situemos el acento espiritual, moral y cultural en el centro de nuestra acción redentora.” Para Hart, en sus estudios, no existe la pausa.
(…) Con toda urgencia debemos asumir las riendas que el Apóstol decía el hombre para dominar a la fiera dormida que todos llevamos dentro. ¿Cuáles son estas riendas? La cultura, la ética y las formas jurídicas que nos conduzcan a la fórmula del amor triunfante de que él nos hablara. Así crearemos la República “con todos y para el bien de todos”, que nos representamos en el ideal socialista.
Para esto se requiere despertar en los jóvenes, léase adolescentes también, es necesario incentivarle el entusiasmo por el estudio, la investigación, el trabajo y la creación orientados a las tareas de transformación del mundo, de su país, de sus derroteros. Como afirmó Elián Gonzáles en una entrevista concedida al periódico Granma, el futuro de los adolescentes, de los jóvenes es hoy.
Hart cita al maestro Luz, “los mediocres no son entusiastas. El entusiasmo, el interés por transformar y crear está en la esencia de la educación cubana y esto no se impone como un dictado reglamentario, aunque ellos sean indispensables, sino haciendo que primen la instrucción del pensamiento y la educación de los sentimientos – como dijo el Apóstol – y la política culta.
Hart compara y equipara, piensa y revierte códigos, ilustra desde lo conocido a la reflexión (p.183), “Si hiciéramos una comparación de los procesos culturales, tal como se presentaron en nuestra América, con los que tuvieron lugar en los países industrializados del Norte, se vería que mientras nosotros marchamos con una aspiración hacia la integración, y a la solidaridad, los del norte están marcados por tendencias a la desintegración y a la fragmentación cultural, espiritual, y nos incitan al egoísmo.
Norteamérica encarna a la civilización material y no vamos a renunciar a ella, pero América Latina y el Caribe representan la cultura espiritual en el hemisferio, con nuestra imaginación y mitos presentes en la naturaleza humana, tan reales como la tierra que pisan nuestros pies, o los mares que han servido de fuente de vida o los átomos que están en el micromundo.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario