Estevan Ventura Novo, jefe del grupo especial represivo de la policía batistiana, el verdugo número uno. de la tiranía. Foto: Juventud Rebelde .El verdugo de la tiranía batistiana Esteban Ventura Novo torturó a
centenares de jóvenes en las estaciones donde actuó, con la ayuda del
«médico» Pedro García Mellado, quien revivía a los torturados para que
pudieran hablar después«médico» Pedro García Mellado, quien revivía a los torturados para que pudieran hablar después
Amparado en Miami, Esteban Ventura Novo falleció a los 87
años, víctima de un infarto cardíaco, el lunes 21 de mayo de 2001. En su
libro Memorias, expuso la historia de sus «hazañas»
como torturador profesional, con nueve capítulos y 303 páginas. Escrito
en 1960 y publicado en 3 000 ejemplares en México, en 1961, no fue un
texto de mea culpa. Lo hizo para amenazar y chantajear a los muchos que
también torturaron, robaron y asesinaron. Dijo, cínicamente, que si no
le pagaban el silencio, publicaría sus fechorías ocultas. Cerca de un
millón de dólares le dieron enseguida los principales esbirros y
mafiosos refugiados en Estados Unidos.
En mayo de 1956 el dictador Fulgencio Batista lo ascendió a capitán. A
fines de 1956 subió a comandante y jefe del Tercer Distrito de Policía a
cargo de las estaciones 8va., 9na. y 10ma. Verdaderos centros de
tortura ante los cuales el Infierno de Dante podría parecer una novela
rosa. Y en 1958 llegó a teniente coronel. Mató o participó en el
asesinato de 40 revolucionarios, entre ellos Marcelo Salado, los
Mártires de Humboldt 7, las hermanas Giralt, Lidia Doce, Clodomira
Acosta Ferrals y Gerardo Abreu Fontán (el cadáver de este joven y
valiente revolucionario, de 23 años, por ejemplo, presentaba 15
perforaciones por arma de fuego y 57 punzonazos. Le habían cortado la
lengua y sus órganos genitales estaban destrozados).
Ventura torturó a centenares de jóvenes en las estaciones donde
actuó, con la ayuda del «médico» Pedro García Mellado, quien revivía a
los torturados para que pudieran hablar después.
Dentro de la estructura del Ejército de la tiranía batistiana (según
investigaciones de Marilú Uralde Cancio), el SIM (Servicio de
Inteligencia Militar) fue uno de los aparatos que mayor atención
recibió. En los Regimientos tenía el nombre de Servicio de Inteligencia
Regimental (SIR). Esteban Ventura y Conrado Carratalá eran sus
principales cabecillas y verdugos, ascendidos por sus asesinatos y
torturas.
Ugalde Carrillo, por ejemplo, era primer teniente el 10 de marzo. Por
la mañana fue ascendido a comandante y por la noche a teniente coronel.
Eran criminales, corruptos, bandidos y torturadores, que no defendían a
nuestra sociedad. Se unían a los órganos represivos y de inteligencia
contra la limpia juventud martiana del Centenario. Se opusieron a las
masas explotadas y desposeídas. La guerra revolucionaria sería su examen
final y el Ejército Rebelde y los combatientes del Llano, los
desaprobaron, es decir, los vencieron. ¡Y sin torturarlos!
Guayacán es el nombre común con el que se conoce a varias especies de árboles nativos de América, pertenecientes a los géneros Tabebuia, Caesalpinia, Guaiacum y Porlieria. Todas las especies de guayacán se caracterizan por poseer una madera muy dura. Es justamente por esa característica que reciben el nombre de guayacán, aun cuando no guarden relación de parentesco entre sí.
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