Por Karolina Alonso
La Dra. Caridad Mirabal Alcolea es una víctima más del discurso enmascarado de Alain Toledano Valiente. Ella, también feligrés del Movimiento Apostólico Fuego y Dinámica de Santiago de Cuba, salió del país a cumplir misión internacionalista en Venezuela y entregó a Alain el 10% de los ingresos personales adquiridos.
Residente en Micro 3, en el edificio 73, apartamento 7, fue muchas veces al templo hoy demolido de Alain Toledano, allí creyó en la palabra, no de Dios, me atrevo a afirmar, sino en la invención, en la versión de quien insiste en autodenominarse Apóstol.
Es bien difícil asimilar que incluso profesionales puedan creer en la palabra de un ser que no es capaz de respetar ni a Dios ni a ningún ser humano. Solo hay que leerse el texto Origen Espiritual y se entenderá que no es más que una manipulación de la biblia para justificar su negocio.
Pero la historia de Caridad Mirabal Alcolea no es simplemente la de haber regalado a Alain buena parte de su dinero y creer en su discurso; su hija Arianna Quiala Mirabal se vio directamente afectada por la mezquindad, la maldad y el descaro de quien insisto en etiquetar #AlainToledanoFraude.
Arianna estuvo enferma, no sé aun de qué, pero sí conocí que Caridad, ante la desesperación y la falta de dinero, recurrió a Alain para un préstamo y este se negó a ayudar.
Y entonces yo me pregunto: ¿qué pasa con el mandamiento de amar a tu prójimo como a ti mismo?, ¿qué pasa con el capítulo 4, versículo 8 primera de Juan donde dice que Dios es Amor? ¿Alain nunca se ha topado en el nuevo testamento cómo Jesús enseña a ayudar a los demás? Alain no ha leído en Lucas 3:10-11 Y las multitudes le preguntó: “Entonces, ¿qué debemos hacer?” Y él les respondió: «El que tenga dos túnicas, es compartir con el que no tiene, y el que tiene comida debe hacer lo mismo.”
Sinceramente el descaro de Alain Toledano Valiente es más de lo que un ser humano puede imaginar, pero bueno, como bien ya se diría, la realidad supera el imaginario.
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