Tras el restablecimiento de relaciones diplomáticas y la
reapertura de las respectivas embajadas, y la asonada visita de Jonh Kerry a la Habana, el presidente Barak Obama,
tiene ahora una importante decisión sobre la
mesa. De inicios en Septiembre próximo, Obama tendrá que decidir si
prorroga la aplicación contra Cuba de la
Ley de Comercio con el Enemigo, una vieja legislación que refuerza
el bloqueo contra nuestro país. Vigente
desde poco antes de la entrada de Estados Unidos en la Primera Guerra Mundial. Esa
norma otorga al presidente la facultad de imponer sanciones económicas en tiempo de guerra o en cualquier
otra emergencia nacional, y prohíbe el intercambio comercial con naciones enemigas o sus aliados .Cuba es
hoy el único país al que se aplican sanciones en virtud de la Ley de Comercio
con el Enemigo. Aun cuando el gobierno
estadounidense nunca ha declarado una emergencia nacional con respecto a Cuba, la acción de
prorrogar contra nuestro país la Ley de
Comercio cono el Enemigo se repite
cada año
como un procedimiento rutinario de la Casa Blanca. Sin embargo ahora esa
decisión puede medir la seriedad con que Estados Unidos encarna la nueva etapa de los vínculos con Cuba, tras el restablecimiento de
relaciones bilaterales. La Administración Obama no sería consecuente con lo que dice, si ratifica esas sanciones,
cuando el propio Presidente acaba de
pedirle al Congreso que levante el bloqueo. Dejar de aplicar a Cuba La Ley de Comercio con el Enemigo, depende solo de la voluntad presidencial,
por eso en el futuro de las relaciones bilaterales, lo que se decida en
septiembre a hacer un buen examen.
Tomado de Radio Reloj
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