En este medio siglo de vínculos entre ambas naciones, Cuba y Siria han compartido posiciones comunes en la arena internacional
DAMASCO.—Cuba y Siria celebraron ayer el aniversario
50 del establecimiento de relaciones diplomáticas, que se expresa en una
profunda amistad entre ambos pueblos y una permanente solidaridad que
rebasa las distancias geográficas.
En este medio siglo de vínculos entre ambas naciones, Cuba y Siria han compartido posiciones comunes en la arena internacional, y amplían constantemente la cooperación bilateral, a pesar de la agresión terrorista que sufre este país árabe desde 2011.
Muchos fueron los acontecimientos que unieron a los dos pueblos en este medio siglo de constructiva amistad, donde el compromiso con los más necesitados es el principal eslabón de la alianza.
Cuba ha estado al lado de los sirios en sus peores momentos, y la voz de la isla caribeña siempre retumbó en los principales escenarios internacionales a favor de buscar una solución al conflicto árabe-israelí.
En tierras levantinas, la Revolución cubana, en misión internacionalista en 1973, apoyó al ejército sirio para preservar la independencia e integridad del territorio de esa nación y ha respaldado su derecho de recuperar las alturas del Golán, ocupadas por Israel desde 1967.
En esa misma época, un contingente médico cubano integrado por especialistas en ortopedia y rehabilitación, trabajaron arduamente en Damasco en la atención a los heridos de la guerra de 1973.
La amistad entre ambas naciones se consolidó en 1979, con la visita a La Habana del extinto presidente sirio Hafez al-Assad, en ocasión de la celebración de la VI Cumbre del Movimiento de países No Alineados, acción que reciprocó el mandatario cubano Fidel Castro en 2001, cuando visitó Damasco.
En el 2010, el actual presidente sirio Bashar al-Assad visitó a Cuba, como una reafirmación de los indisolubles lazos de amistad entre ambos países. En Cuba se han formado cientos de profesionales sirios, graduados en universidades cubanas, muchos de los cuales ostentan hoy categorías científicas, y que aportan sus conocimientos al desarrollo de su nación.
Por su parte, Siria apoya constantemente las posturas políticas de La Habana y ha sido un invariable defensor del derecho a la autodeterminación del pueblo cubano, reclamando porque se ponga fin al injusto y criminal bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos durante más de 50 años.
Hoy, Siria resiste el embate agresivo de varias potencias occidentales encabezadas por Washington, y como afirmó el líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro en el 2013: “es un valiente país árabe, situado en el corazón de más de mil millones de musulmanes, cuyo espíritu de lucha es proverbial, y ha declarado que resistirá hasta el último aliento”.
En este medio siglo de vínculos entre ambas naciones, Cuba y Siria han compartido posiciones comunes en la arena internacional, y amplían constantemente la cooperación bilateral, a pesar de la agresión terrorista que sufre este país árabe desde 2011.
Muchos fueron los acontecimientos que unieron a los dos pueblos en este medio siglo de constructiva amistad, donde el compromiso con los más necesitados es el principal eslabón de la alianza.
Cuba ha estado al lado de los sirios en sus peores momentos, y la voz de la isla caribeña siempre retumbó en los principales escenarios internacionales a favor de buscar una solución al conflicto árabe-israelí.
En tierras levantinas, la Revolución cubana, en misión internacionalista en 1973, apoyó al ejército sirio para preservar la independencia e integridad del territorio de esa nación y ha respaldado su derecho de recuperar las alturas del Golán, ocupadas por Israel desde 1967.
En esa misma época, un contingente médico cubano integrado por especialistas en ortopedia y rehabilitación, trabajaron arduamente en Damasco en la atención a los heridos de la guerra de 1973.
La amistad entre ambas naciones se consolidó en 1979, con la visita a La Habana del extinto presidente sirio Hafez al-Assad, en ocasión de la celebración de la VI Cumbre del Movimiento de países No Alineados, acción que reciprocó el mandatario cubano Fidel Castro en 2001, cuando visitó Damasco.
En el 2010, el actual presidente sirio Bashar al-Assad visitó a Cuba, como una reafirmación de los indisolubles lazos de amistad entre ambos países. En Cuba se han formado cientos de profesionales sirios, graduados en universidades cubanas, muchos de los cuales ostentan hoy categorías científicas, y que aportan sus conocimientos al desarrollo de su nación.
Por su parte, Siria apoya constantemente las posturas políticas de La Habana y ha sido un invariable defensor del derecho a la autodeterminación del pueblo cubano, reclamando porque se ponga fin al injusto y criminal bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos durante más de 50 años.
Hoy, Siria resiste el embate agresivo de varias potencias occidentales encabezadas por Washington, y como afirmó el líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro en el 2013: “es un valiente país árabe, situado en el corazón de más de mil millones de musulmanes, cuyo espíritu de lucha es proverbial, y ha declarado que resistirá hasta el último aliento”.
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