2015-12-26 00:19:42 / web@radiorebelde.icrt.cu / Yirian García de la Torre
Es importante estudiar la obra que hemos construido, que quizá no es perfecta, pero está llena de compromiso con la mejoría social, dijo René González Barrios, presidente del Instituto de Historia de Cuba (IHC) en la clausura del evento. Foto: Ismael Batista
“Cuba es excepcional comparada con América Latina”, así reconocía Frei Betto el universo de la Revolución Cubana, en su primer Simposio, el Simposio Internacional La Revolución cubana: Génesis y desarrollo histórico, realizado este año. Un gran esfuerzo, memorable y conmovedor por las experiencias de muchos historiadores, investigadores, estudiosos, invitados y especialistas en temas que si no convergen, llenan espacios desde muchísimas miradas a esta Revolución que no por conocida deja de sorprender.
Una Revolución dentro de otra Revolución, diría el líder de ella Fidel Castro, refiriéndose a las mujeres; pero semejante frase puede decirse cuando se hable de niños, niñas, adolescentes y jóvenes, como diría el master Rene González Barrios, Presidente del Instituto de Historia, en su conferencia de apertura al evento: “Un ejército de niño, adolescentes y jóvenes se lanzaron a las montañas a alfabetizar”, rememorando una de las hazañas más grandes de la educación, epopeya llamada también revolución educacional, de trascendentes resultados y seguimiento hasta el Yo sí puedo de hoy, que recorre numerosos países o el Congreso de Alfabetización que aunó tantas experiencias, el Museo de la Alfabetización o la Asociación de Pedagogos de Cuba (APC), historia viviente de los educadores cubanos.
González Barrios aludía, “las revoluciones son creadas del trabajo colectivo” y el Simposio era para consensuar, para aprender, para reconocer pasos adelante y sacar debidamente las enseñanzas de los errores. Un antes y un después que marcaría un camino diferente pues cuando se contabilizan en estudios y experiencias saldos y adeudos, en la confianza de una construcción perenne de un desarrollo constante en el diario de muchas personas dentro y fuera del país.
Eduardo Torres Cueva, Presidente de la Academia de Historia de Cuba hacía de cuentas lo experimentado, lo vivido y lo contado, lo salvado para la futuras generaciones o para el análisis de lo que han sido estos años después del triunfo de la Revolución, después del primero de enero de 1959 con tal afirmación: “Los que hoy tienen menos de 25 años solo conocen la última etapa de la Revolución.”
“Hay que saber la diferencia entre historia y memoria”, decía. “La historia está hecha pero no está escrita, se corre el riesgo de perder la memoria viva pues 60 años de la historia no reciente NO están en las memorias de muchas de los participantes vivos. Hay que saber construir la memoria, hay que buscar esa memoria y reconstruirla. Se han escrito las memorias y sin embargo se han perdido procesos. La tendencia al hecho y no al proceso ha hecho que perdamos parte importante de los sucesos, hay que oír todas las partes para construir nuestra realidad que es tan libre como toda realidad y nos permite construirla.”
Rememoraba en sus palabras la visita a la universidad, a Cuba, en 1960, del filósofo francés Jean Paul Sarte y cuando “escribió un libro, ¿es posible una revolución sin ideología? La revolución cubana, no es de izquierda ni de derecha sino que va dos pasos más adelante, ¿cuál es la ideología?, un origen y parte de una tradición, pero Sartre no había leído a Martí, por eso no podía hallar respuesta y no pudo encontrar respuesta tampoco desde Félix Varela, sobre la unidad y el que se defiende el bien común por encima del bien individual. Martí dijo defendemos la educación y Cuba será nuestra.”
Según las búsquedas de esta periodista, la segunda visita de Sartre fue el 22 de febrero de 1960, junto a la también escritora Simone de Beauvoir, según el libro “100 famosos en La Habana, de Leonardo Depestre Cantony, publicada por la editorial Ciencias Sociales, La Habana, 1999.
En él cuenta que estuvo alrededor de un mes y vivió un programa intenso de visita y conferencias, recorrió algunas de las nuevas instalaciones creadas por la revolución insipiente. Menciona al libro escrito por Sartre: Huracán sobre el azúcar, en el cual relata también sobre el encuentro a medianoche con el entonces director del Banco Nacional, Ernesto Che Guevara, en la sede de esa institución.
Sartre se encontraba desconcertado por lo cambios y decía “La ciudad fácil de 1949 cuando la visité la primera vez me ha desorientado”
Volviendo al doctor Torres Cuevas, en su intervención del Simposio recordaba, “La esperanza como utopía es a las ciencias sociales como ciencia. En la etapa machadista, la justicia no funcionó por lo que funcionó la venganza, por eso Fidel en el 59 dijo habrá justicia para que no haya venganza.”
“Queda por estudiar aún más la revolución cubana, la mujer cubana y su desarrollo, la economía y las practicas monolíticas”, añadía.
Frei Betto por su parte, en conferencia destacó la justicia social de la Revolución cubana, “debemos encontrar la parte moral de la época”, decía. “Ningún joven (adolescente incluido) tiene hoy preocupación con el concepto pecado, a los abuelos nos educaron en los principios éticos y el paradigma de la modernidad.”
“La razón y sus dos hijos - reflexionaba - : la ciencia y la tecnología, tiene muchísimos avances, sobre todo en la ciencia y la técnica, pero fue secuestrado por el capitalismo. Vivimos la paradoja: fuimos capaces de subir a la luna, pero no hemos sido capaces de acabar con el hambre. Hoy más de un millón de personas luchan por los derechos animales - por tener comida, educar la cría, cubrir a los hijos, un techo porque no tienen donde vivir.”
“Los abuelos viven no en un tiempo de cambio, sino en un cambio de época. Vivimos la globo colonización que obliga al mundo a vivir en un capitalismo feroz, la mercantilización de todos los aspectos de la vida y la naturaleza”, explicaba.
Con estas palabras trajo a mi memoria las palabras del doctor Roberto, de la Asociación Cubana de Naciones Unidas (ACNU), los americanos buscan todo lo que les permita tener al súper hombre y la mayor inteligencia. Encontraron en la sangre indígena de no recuerdo qué país un factor de inteligencia y se lo llevaron, además de patentizarlo. Ahora ese país no puede usar ni su sangre para transfundirse porque es derecho americano - en Cuba han encontrado una lagartija y quieren llevarse una muestra que quizás en unos años tengamos que pedirles los derechos.
“Cuba enseña a ser solidarios, garantizar la justicia, valores humanos, carácter ideológico y político”, reconocía Betto.
Y agregaba “Con las tecnologías el capitalismo quiere privatizarlo todo, avances tecnológicos, privatizar la empresas, entidades, patrimonio, incluso la ideología.”
“Antes”, recordaba, “para que la gente se mantuviera informado tenía que pertenecer o ir a una filiación, un partido, algo. Ahora hay que trabajar mejor las consecuencias ideológicas. El proyecto de la revolución cubana cría a un ser humano, garantiza los derechos humanos; con el capitalismo la mercancía me imprime no ¡Pienso luego existo!, si no ¡Consumo luego existo! el que no está en el mercado no existe, no está, no tiene ninguna valor humano.”
“Se trabaja capital ganancia, acelera la tecnología para mayores ganancias, para el dominio.” Explica, “antes teníamos la radio del abuelo, del bisabuelo, del padre, ahora cada seis meses ya cambia la tecnología y eso no va solo en el desarrollo de la empresa, eso influye en lo espiritual.”
“Antes de 11 a 18 se era un adolescente, era todavía un niño, ahora, se puede decir que los niños son de 0 a 20, adolescentes de 20 a 40 y después de los 40 son jóvenes”, decía de forma jocosa haciendo reír al plenario, aunque de cierta manera hacía ver la realidad, pues la mente de un niño, un adolescente, un joven antes podía recrear ingenuidad, diferentes etapas de desarrollo psico sociológico, con internet y el avance acelerado de las tecnologías el conocimiento, la madurez, y la educación transforman el modo de asimilar las edades, las experiencias, de analizar el entorno el medio en el que existen y crecen.
Consideraba Frei Betto, en su conferencia “hasta es una vergüenza social morir, ya no se celebra el luto, se vive la privatización de la espiritualidad de las personas, la comunicación, los servicios”, implica desarrollo pero implica cambios también en los modos de hacer.
“Marx y Engels”, decía el teólogo, “no tuvieron tiempo de estudiar la espiritualidad. Al plano político ideológico y económico si llegaron, pero no a estudiar la espiritualidad.
Abordaba Betto el tema de que, ”nacemos con una voz interior, con la envidia, rabia egoísta de no compartir los bienes, el egoísmo que desarrollamos o educamos en la vida; pero si pierdo la función personal en lo social, los valores que nos hacen humanos, pierdo la autoestima, que es una muerte en vida. En Cuba tienen la obra del pensamiento de Fidel Castro su ideología, convicciones, raíces fuertes; el pensamiento de Martí, y también el pensamiento jesuita, de cierta forma en Fidel y Raúl.”
El honoris causa reconocía como suyo “tuvimos futuro en Cuba con la espiritualidad de Martí, una fuerte raíz histórica, lo cual es preocupación, un desafío histórico de esta revolución, cuyo desafío mayor, es como ha profundizado la espiritualidad en las nuevas generaciones, porque ven alejada la experiencia en el ellos han sido los revolucionarios, o sea nosotros somos los que hemos sido revolucionarios, y para ellos no puede ser un hecho del pasado, tienen que ser de futuro.
La formación de la espiritualidad revolucionaria es un desafío hoy, decía Frei Betto, quien reconocía que no se pueden evitar las tecnologías, las comunicaciones, pero tampoco puede dejarse de lado el cómo la gente tiene la conciencia capaz de tener un elemento crítico, ética, los principios morales ante esta nueva realidad, como un tesoro a preservar como pueblo con la virtud de haberlo alcanzado.
Como salvaguarda de la Historia de Cuba y sobre nuevas integraciones para enriquecer los productos de comunicación en el cómo y dónde se muestra en entrevista con el doctor Eugenio Suárez Pérez, director de la OAH, expresó a Radio Rebelde que se están haciendo numerosas multimedias virtuales donde se recrean pasajes, lugares históricos o personalidades, un tema en el que ya había conversado en estudios anteriores, esta periodista con el locutor César Arredondo y otros radialista y realizadores sobre el tema.
Suárez Pérez contó que “ya está terminado Biran, con la locución de Fidel, pues se aprovechó la guía que él mismo hiciera en las visitas realizadas al lugar para el libro Todo el Tiempo de los Cedros; la de Martí, la Casa Natal de Celia, la Epopeya del Granma, ámbito martiano en Cuba; la Casa Natal, Hanabana, la Fragua Martiana, la finca el Abra, Playita, Dos Ríos, el Mausoleo de la Plaza de la Revolución; al igual que sobre Carlos Manuel de Céspedes, su Casa Natal, la Demajagua, San Lorenzo, y el panteón en Santiago de Cuba.”
Como paseos o visitas virtuales igualmente se han hecho materiales de “los lugares referidos al 26 de julio: 25 y O, Granjita Siboney, Bayamo, el mausoleo de Artemisa, Mario Muñoz en Colon, el Museo de la Isla de la Juventud de la prisión; la Comandancia de la Plata y se prepara la Casa natal de Frank País y de Maceo en la que participa un grupo de adolescentes.”
Ante la pregunta del cómo distribuir esos materiales o el modo de distribución, el entrevistado reconoció que son los primeros pasos y estará en la OAH para consulta y prever otros lugares donde sean útiles al conocimiento y los saberes sobre diferentes etapas históricas, lugares, personalidades o partes del proceso revolucionario, de la Historia de Cuba, con una mirada desde la creatividad adolescente, estudiantes y trabajadores en equipo de trabajo con especialistas, para crear este producto para todas las edades, pero principalmente dedicada a las edades tempranas.
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