SANTIAGO DE CUBA.— Un intenso abrazo de sabor y emociones fue el concierto Promesa cumplida, que protagonizó este sábado la popular cantante puertorriqueña Olga Tañónante unos 300 000 santiagueros, que abarrotaron la Plaza de la Revolución Antonio Maceo, en esta oriental ciudad.
«Pueblo de Cuba, cuentan con una servidora como Olga Tañón y su familia».
Con ese mensaje de la artista, secundado por un coro de voces infantiles entre las que se encontraba su hija Gabriela, se desataron dos horas de dar y recibir, en las que la pasión en escena de la Mujer de Fuego venció el inclemente sol santiaguero de las tres de la tarde y se conectó con un público que bailó, coreó más de 18 temas antológicos de su repertorio y reciprocó su entrega con las más disímiles muestras de cariño.
El elenco de profesionales y estudiantes santiagueros de las escuelas de arte, Qva Libre y Descemer Bueno brillaron a la altura de la ocasión. Las lágrimas y el regocijo espiritual expresado por la Tañón signaron el sentimiento de una tarde que no pudo eclipsar ni el violento aguacero que puso fin adelantadamente al concierto.
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