Por Israel Valdés Rodríguez*
Como prueba evidente de la participación directa de las autoridades norteamericanas en esta Operación señalamos, que el capitán Cael F. Schenweis, quien fuera jefe de la Base Naval Yanqui hasta poco antes de estos hechos, fue uno de los más activos organizadores de las agresiones concebidas en la Operación, hasta el punto de hacerse evidente algunas contradicciones entre elementos de la CIA y el Pentágono, sobre los procedimientos a seguir. Existe la hipótesis de que esto motivó la sustitución de este oficial por el contralmirante Joseph O¨Donell, antiguo director de la oficina del Lejano Oriente.
Poco antes de su sustitución, el capitán Schenweis apresuró la extracción de armas de la Base por parte de los contrarrevolucionarios. Después de varias reuniones preparatorias en la propia Base, se acuerda la recogida del material bélico por la zona este, junto a la cerca de la instalación, lugar no transitado y de espesa vegetación y que pertenecía a la Finca Boquerón.
El 17 de julio, en horas del mediodía, varios conspiradores se presentaron en el lugar acordado, tripulando un camión y un jeep, el primero aparentemente en labores de recogida de arena y el segundo con la misión de proteger el presunto embarque. Ese día no pudieron realizar la maniobra planificada, por lo que regresaron a la mañana siguiente, cargando parte del material y el resto lo recogieron el día 19.
Todo el cargamento fue trasladado a la Finca “La Perla”, en el término de Alto Songo, entre este poblado y La Maya, contando con la complicidad de su dueño. Toda esta maniobra fue visualizada, desde el aire por un helicóptero y por fuerzas militares de la Base Naval norteamericana, como prueba evidente de la confabulación.
Cuando todo estaba previsto para realizar el corte de la actividad, pues se encontraba en juego la vida de Raúl, se intercepta una información del radista de la red Terrorista, donde informaba de la llegada a la Base Aérea de San Antonio de los Baños de varios aviones Mig – 15. Como se desconocía la fuente que aportó la información y además, coincidía con la realidad, surge la necesidad de conocer la vía por la cual se obtuvo. Se decide proponerle al Ministro de las FAR no operar de inmediato. Ante tal disyuntiva el comandante Raúl Castro expresa: “Esta bien, no hay problemas, los autorizo a seguir con la investigación, pero les advierto una cosa: si los tiros empiezan a sonar, yo no voy a tirarme al suelo en medio del acto”.
El plan concebido para la denominada operación “Acción Inmediata” contaba con las siguientes variantes:
- Primera: Tomarían posesión de una casa adyacente a la Tribuna, donde haría uso de la palabra el dirigente y allí instalarían una ametralladora calibre 30, manipulada por dos hombres. Otros cuatro elementos C/R portando granadas de mano, serían los encargados de facilitar la retirada.
- Segunda: En el caso de que el dirigente saliera ileso del atentado anterior, tendrían situado seis hombres con sub-ametralladoras M-3, en la bifurcación de las carreteras del Aeropuerto y del Morro, ya que suponían que el mismo se dirigiera hasta allí, para trasladarse a la capital e informarle al Comandante en Jefe.
Los detenidos serían: José Amparo Rosabal Rosabal, conocido por “El Viejo”. Principal encartado del Plan. Logró escapar a las primeras detenciones que se producen al operar el caso y ocuparse todas las armas. Permaneció escondido en varias casas, hasta que finalmente es detenido el 20 de agosto de 1961. Los Medios ocupados fueron: 2 ametralladoras calibre 30.06 con su trípode; 6 Sub ametralladores M – 3 calibre 45 con 3 depósitos llenos y tres vacíos; 1 Fusil ametralladora 30.06 marca Browning con 17 depósitos llenos y tres vacíos; 2 carabinas M – 1 recortado; 1 rifle Winchester con 1 depósito y 17 cartuchos; 17 granadas piña de fabricación norteamericana; 10 cargas de gelatina para demolición; 27 cartuchos de dinamita; 50 paquetes pequeños de fulminantes de alambre; 19 fulminantes; 1 culatín para ametralladora 30.06; 884 cartuchos calibre 44 y 45 para pistola y M-3 respectivamente; 1750 cartuchos calibre 30.06 en cintas de 250 tiros cada uno; 350 cartuchos calibre 30.06 para ametralladora Browning; 1 carabina San Cristóbal; 2 paquetes y medio de dinamita; 3 rollos de mecha; 1 fusil checo.
Esta operación terrorista por su actividad abarcadora, sus proyecciones tácticas y estratégicas, la concepción de métodos brutales y violentos, donde estaban implicados mas de cien elementos contrarrevolucionarios; su extensión por varios territorios del país, la cantidad y calidad del material bélico que poseían, así como el cardinal apoyo de la CIA y el Servicio de Inteligencia Naval de la BNG, se vislumbraba como una operación de gran envergadura, con riesgos y peligros latentes, que de haberse llevado a cabo hubiera causado bajas mortales entre los propios militares norteamericanos de la BNG., y que posiblemente conllevaría a una confrontación armada en gran escala.
Hoy, el reclamo de todo nuestro pueblo es la devolución de ese territorio, que mantienen bajo su control en contra de la voluntad del gobierno y el pueblo cubano. Este enclave, desde el punto de vista militar, no tiene importancia alguna para los Estados Unidos. Sin embargo, esta situación constituye un obstáculo evidente, para la normalización de las relaciones entre Cuba y los Estados Unidos.
* (San Antonio de los Baños, 1952) profesor e historiador, miembro del secretariado permanente de la Unión de Historiadores de Cuba.
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