La Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) desarrolló ayer su segundo Consejo Nacional,en la Sala Tito Junco del Complejo Cultural Bertolt Brecht. La agenda de la reunión —presidida por Abel Prieto Jiménez, asesor del Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros; Julián González Toledo, ministro de Cultura; el poeta Miguel Barnet, presidente de la institución; así como por funcionarios del Ministerio de Turismo— se centró en la evaluación del trabajo de la Comisión Cultura, Turismo y Espacios Públicos.
Antes de comenzar elanálisis y el debate en torno a las relaciones entre cultura y turismo, la periodista Magda Resik, al frente de la Comisión de Medios, dio lectura a una declaración de la Presidencia del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (Icaic), que rechaza los intentos contrarrevolucionarios de distorsionar el trabajo que de manera conjunta vienen realizando los cineastas cubanos y el Icaic para encontrarles solución a los problemas de la creación audiovisual, incluida la base jurídica que propicie su desarrollo.
Publicada íntegramente en el portal digital Cubarte, dicha declaración sostiene que el punto de vista de las actuales discusiones tiene una perspectiva anticolonial, antiimperialista y socialista y “es y será inequívocamente revolucionario”.
“No puede haber lugar en nuestros foros para los enemigos de la Revolución”, afirma el documento que, más adelante, denuncia la presencia —el pasado 28 de noviembre— de varios mercenarios en el Centro Cultural Fresa y Chocolate del ICAIC, donde se realizaba un encuentro de cineastas junto a su institución.
Ante tal situación, el texto aclara que “ninguno de los organizadores los había invitado y su sola presencia constituía una provocación y un acto premeditado para utilizar ese tipo de espacio como plataforma de proselitismo y legitimación”. De modo que “(…) nos sentimos en el deber moral de ratificar nuestro compromiso con la Patria, con la cultura cubana y con la Revolución, sin la cual no hubiera sido posible la existencia del propio Icaic y de una obra educacional y cultural de emancipación, que es orgullo de nuestro pueblo”.
En su parte final, el manifiesto asevera que el Icaic rechazará toda provocación, así como “mantendrá la discusión franca, comprometida y responsable con la vanguardia de los creadores y seguirá siendo consecuente con la política cultural de la Revolución.”
A propósito de dicho comunicado, Miguel Barnet, presidente de la organización, expresó: “Indignados por esta situación que se creó el pasado sábado, creo que nuestro Consejo debe pronunciarse en apoyo a las instituciones y a los creadores revolucionarios.
“No podemos permitir que la contrarrevolución se mezcle con nuestros artistas en el espacio de libertad y diálogo fundado por la política cultural de la Revolución desde las Palabras a los intelectuales de Fidel. El próximo año celebraremos con nuestro Comandante en Jefe su noventa cumpleaños ¿qué mejor regalo podemos hacerle los escritores y artistas al líder de la Revolución Cubana, que abrió una brecha emancipadora en nuestro continente y en el mundo, que renovar nuestra lealtad, nuestro cariño, y el compromiso de seguir su legado? No vamos a claudicar.No vamos a hacer ni una sola concesión de principios. Su pensamiento y su obra, continuados magistralmente por Raúl, nuestro presidente, nos han guiado hasta aquí. Fidel y Raúl, como nosotros, como los fundadores de esta Uneac hará muy pronto 55 años, somos herederos del ideario de José Martí, Apóstol de nuestra independencia.”
Luego de esta intervención, los miembros presentes en el Consejo de la Uneac se adhirieron a la declaración en una ovación cerrada, evidencia del compromiso y reafirmación de escritores y artistas con la política cultural de la Revolución.
Mientras tanto, el informe de la Comisión Cultura, Turismo y Espacios Públicos —que recoge en catorce amplias temáticas los principales planteamientos e ideas conciliados en talleres territoriales que valoraron las relaciones y potencialidades del turismo y la cultura nacional desde diversos ángulos— propició un debate constructivo entre los asistentes.
La doctora Graziella Pogolotti consideró que con este trabajo “se están dado pasos hacia un entendimiento que favorecerá el desarrollo del país”.
“Los portadores de la cultura somos todos, cada uno de nosotros”, añadió Pogolottial mismo tiempo que reconoció que “no hacemos cultura para el turismo” y que “debemos apostar también por un turismo más calificado”.
Igualmente llamó la atención sobre el uso del idioma inglés en los nuevos establecimientos del sector por cuenta propia. “Uno de los elementos fundamentales de la identidad es el idioma que hablamos y eso, hay que defenderlo, porque pensamiento y lenguaje están indisolublemente ligados”.
La mayoría de las intervenciones abogaron por capacitar la figura de los que hoy fungen como animadores y guías turísticos; formar culturalmente a los cuadros, entablar una mayor relación entre la docencia y la investigación; y colocar a creadores capaces al frente de los espectáculos artísticos en lugares públicos para el turismo, entre otros.
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