Guayacán es el nombre común con el que se conoce a varias especies de árboles nativos de América, pertenecientes a los géneros Tabebuia, Caesalpinia, Guaiacum y Porlieria. Todas las especies de guayacán se caracterizan por poseer una madera muy dura. Es justamente por esa característica que reciben el nombre de guayacán, aun cuando no guarden relación de parentesco entre sí.

sábado, 14 de julio de 2018

CDR: tres letras, un país (+ video)


La Revolución Cubana tiene entre sus creaciones de mayor autenticidad, lo que popularmente se conoce como comités, organización que es un aporte personal de su líder indiscutible Fidel Castro a la nación y al concierto mundial de las revoluciones. No pocas veces el propio Comandante en Jefe afirmó que “la historia de nuestra gloriosa Revolución no se podría escribir sin la historia de los CDR”, idea que exhorta y mueve a pensar en que no hay revolución que sobreviva si no es defendida permanentemente. El coordinador nacional, Carlos Rafael Miranda Martínez, comenta en este reportaje de nuevas metas y desafíos de la organización hoy, es decir, de Cuba
CDR: tres letras, un país.Por LISET GARCÍA
Cuando Carlos Puebla le cantó a los CDR allá en los sesenta del pasado siglo, hizo declaraciones a un diario español: “No inventamos canciones, le ponemos música a la historia”. Por eso, el pegajoso son “Por allí vinieron, pero allí quedaron”, aludiendo al ataque mercenario por Playa Girón de 1961, se convirtió en estribillo popular, cuya impronta ha quedado en la memoria de los cubanos.
Pocos años después en la voz de Sara González oímos en cada cuadra un comité, en cada barrio revolución, cuadra por barrio, barrio por pueblo, país en lucha: revolución. Estos versos que aún parecen hechos para un himno pertenecen a una canción compuesta por el músico Eduardo Ramos, en la que como Carlos Puebla dejó glosada una época.
Más próxima en el tiempo en 45 razones para un sueño, a ritmo de guaracha, Arnaldo Rodríguez le pide al vecino que le avise pues hay 45 razones para estar de fiesta, con caldosa o sin ella. Él asegura que esa pieza viene de “enumerar las razones que uno tiene en Cuba para vivir, para trabajar, luchar por esta sociedad desde el barrio”. Inspirado en vivencias de su madre, coordinadora de zona durante varios años en Ceballos, Ciego de Ávila, le fue fácil armar su primer tema referido a los CDR. Gracias a esa información, de primera mano, valiosa como su talismán, la compuso en pleno siglo XXI (en 2005), a propósito de las cuatro décadas y media de los CDR, cuyas realidades son ahora diferentes.
CDR: Tres letras, un país.
Fue Fidel quien vislumbró la fuerza del pueblo cubano, por eso dijo que el misterio de esta Revolución era haberse apoyado en las masas, apuntó a BOHEMIA Carlos Rafael Miranda Martínez, coordinador nacional de los CDR. (Foto: JORGE LUIS SÁNCHEZ RIVERA).
Pero cuando se afirma que son otros los tiempos, un lector, Jonh Kirsigal, ha escrito al sitio digital de la revista bohemia.cu, en ocasión de este reportaje, que la tarea principal de los CDR “fue vigilar a los miembros de la contrarrevolución o personas que estaban en contra de la Revolución…”.
Y agrega: “nunca debe ser desechada esta obligación”. La “organización tiene mente joven y con cultura de pensamiento y acción, y esa es la que hay que mantener en cada caso o misión nueva que se encomiende”.
Pudieran ser otras las tareas, reajustarse de acuerdo con el momento, pero la esencia sigue intacta. Así lo asegura Carlos Rafael Miranda Martínez, un hombre de 53 años, quien es el coordinador nacional de los CDR desde febrero de 2011. Antes había ocupado ese cargo en el municipio de Sandino, luego en la provincia de Pinar del Río. Por su edad, las vivencias de aquella fundación y de los primeros años -luego de que Fidel llamó al pueblo a defenderse de las agresiones-, le vienen de su familia, en especial del padre, quien fue fundador de la organización y coordinador de zona durante varios años.
Esa épica conocida le permite afirmar que a 58 años de su nacimiento los CDR siguen porque la Revolución continúa. Su historia atesora muchos nombres. No solo el de Fefa, ese popular personaje que a veces parecía de leyenda. Se enamoraba de las tareas y movilizaba al barrio para echarlas a andar, desde la vacunación, la limpieza y la recogida de materias primas, hasta la alfabetización, el cambio de dinero, la colecta de objetos de oro y plata… “Los CDR ayudaban en todo. Ahora muchas de esas tareas las asumen las instituciones creadas para eso, como las donaciones de sangre que se hicieron masivas tras el terremoto de Perú en 1970, y ahora son del Ministerio de Salud Pública. Nosotros ayudamos a movilizar, pero son el médico y la enfermera de la familia los que encaminan esa tarea”, comenta Miranda.
“Hoy cuando miramos atrás nos damos cuenta de lo que avanzó el país de la mano del pueblo. Fue Fidel quien vislumbró esa fuerza, por eso dijo en alguna ocasión que ‘si alguno se preguntara cuál es el misterio de esta Revolución, no podría haber otra respuesta que el hecho de haberse apoyado en las masas, masas organizadas, imprescindibles todas’”.
Algo más que contar
CDR: Tres letras, un país.
Los CDR dijeron presente en una de las primeras tareas trascendentales del país, la campaña de alfabetización de 1961, a la que sumaron no solo los jóvenes. (Tomada del DVD Cronología para la Historia de los CDR).
Si se intentara reunir no solo en canciones el quehacer cotidiano de los CDR, que es como decir la historia más reciente de Cuba, estaríamos hablando durante varios días de una epopeya con muchos protagonistas. Escribirla fue lo que intentó hacer José Antonio Gell Noa. En el mundo cederista todos lo conocen por Pepín, y sus apuntes son más que lo realizado en su cuadra de La Habana Vieja, donde transitó desde la zona, el seccional, la región –estructuras que existían entonces– hasta el Secretariado Nacional, y de los frentes o esferas de trabajo, ninguno le fue ajeno.
De sus experiencias contó también en el sitio digital de BOHEMIA Víctor Manuel González, quien vio nacer los primeros comités de vigilancia, como entonces se llamaban. En su natal Guanabacoa, tras la convocatoria del Comandante en Jefe la noche de las bombas, emprendió esa tarea, como muchos otros. Hace varias décadas es presidente de un CDR en el municipio de Plaza de la Revolución. Asegura que “los tiempos, las prioridades y las tareas cambian, pero no pierde la esencia de ser una asociación voluntaria de vecinos revolucionarios en los barrios”.
CDR: tres letras, un país.
La intensa actividad contrarrevolucionaria desatada luego de 1959 hizo necesaria la guardia de los comités de vigilancia, así llamados por entonces. (Tomada del DVD Cronología para la Historia de los CDR).
Ofelia Rodríguez fue otra cederista sin descanso. De la mano de su hija recorría todo Luyanó, un barrio habanero con no pocas complejidades. Aquel seccional se lo conocía de punta a cabo, y sabía con quién se podía contar lo mismo para recoger café que para sembrar posturas de árboles cuando se hizo el llamado para el cordón de La Habana. Repartió vacunas contra la poliomielitis, reunió a los participantes para los actos en la Plaza de la Revolución, ayudó a movilizar a los donantes de sangre y fue donante ella misma con un respetable acumulado de donaciones.
En una cronología de acontecimientos habría que mencionar el que estuvo entre los primeros actos masivos que hizo la Revolución en la Plaza, con los campesinos y sus hijos. Vinieron a la capital desde todos los rincones de Cuba y fueron alojados en las casas de los revolucionarios de cada cuadra. Minerva Camacho recibió en su hogar a quien luego considerara como un hijo. Más de una crónica ha merecido esa buena mujer, pues a quien le abrió las puertas y se quedó a vivir con ella, mucho después se hizo periodista. Hasta el último día de su vida Minerva, o Cuca, como todos la llamaban, era más conocida como Cuca, la del comité.
Alguna vez quedarán recogidos los testimonios, textos y documentos que nutren los muchos instantes vividos por el pueblo en la que es seguramente la mayor organización de masas de que se tenga referencia en el mundo. Será una secuencia de historias de la participación de los cubanos en la obra humana que los ha traído hasta aquí. De su enfrentamiento al enemigo, de su impulso a la educación cuando las batallas por el Sexto y el Noveno grados, de las movilizaciones por Mi barrio alegre y bonito, de las campañas de saneamiento, de sus congresos, desde el primero realizado en 1977, hasta el IX que tendrá lugar en septiembre próximo, y los que vendrán porque, como afirma su coordinador nacional, no se concibe a Cuba sin CDR.
Acercarnos a los jóvenes
Desde marzo y abril del pasado año se inició en todo el país el proceso preparatorio del IX congreso. Según datos recientes de la Coordinación Nacional, la organización la integran más de ocho millones de cederistas, alrededor del 91 por ciento de la población mayor de 14 años.
CDR: Tres letras, un país
Al cierre de 2017 más de 300 Destacamentos Mirando al Mar de conjunto con las Tropas Guardafronteras enfrentaban recalos de drogas, a depredadores de la flora y la fauna, entre otras acciones. (Foto: YASSET LLERENA).
Carlos Rafael Miranda habla a BOHEMIA de las tareas actuales de los CDR, cuyos contenidos deben ser un traje a la medida del momento y de cada lugar. Comenta acerca del hincapié que hacen para trasmitir a los más jóvenes lo que significó la organización para la unidad de propósitos frente al enemigo. Por eso, entre otras iniciativas, a menudo organizan lo que llaman barrio-debates, se vinculan a las escuelas y han nucleado en Destacamentos a jóvenes destacados, para que pueda multiplicarse el conocimiento sobre los CDR, se generen acciones en bien del barrio y se fortalezcan las direcciones sobre todo a nivel de cuadra y de zona.
Valoró altamente el apoyo decisivo de la organización en las recientes elecciones, desde su colaboración para actualizar las listas de electores, como tradicionalmente se hace, hasta la movilización de los votantes. También destacó la solidaridad de quienes son donantes de sangre, el valor de quienes se suman a las Tropas Guardafronteras en la vigilancia de las costas, ya no solo en cuanto al recalo y escamoteo de drogas, sino en la protección de especies marinas.
“Gente buena hay en todas las cuadras y comunidades del país, dispuestas a participar, a mantener la vigilancia, aunque ya no siempre se haga la guardia como era antes y tenga una manera  diferente, al igual que otras tareas que ahora se coordinan de acuerdo con el parecer de sus miembros.
“A menudo se me acercan para decirme: ‘pero en mi cuadra no funciona el CDR’. Les pregunto qué hacen para cambiar esa realidad. Aparecen los que se acuerdan de cómo era antes, pero de quién depende que funcione, vuelvo a preguntarles. Tampoco desde arriba se ha de orientar todo lo que se pueda y deba organizar en cada cuadra. El modo de celebrar los aniversarios de la FMC, el Día de la Mujer, aniversarios de fechas importantes se coordina allí en el barrio, según su voluntad. Hay sitios donde se hacen cosas muy buenas gracias a iniciativas individuales y colectivas”.
CDR: tres letras, un país.
El trabajo voluntario de limpieza en las cuadras ha sido tarea asumida por todos los cederistas del país. La imagen fue tomada en la ciudad de Bayamo, provincia de Granma. (Foto: RAFAEL MARTÍNEZ ARIAS).
Ahora, en la continuación de las asambleas de cara al congreso, “los cederistas han elegido las nuevas direcciones desde la base hasta municipio y provincias; en estas últimas se seleccionan a los delegados a la magna cita (del 26 al 28 de septiembre de este año), dedicada al aniversario 60 de la Revolución y al 58 de los CDR, y constituirá un homenaje a Fidel, fundador de la organización.
“Queremos que en las comunidades se note la motivación por el evento, que la unidad y el compromiso con la Revolución se fortalezcan en cada uno de nuestros barrios”, apunta Miranda.
De cómo idear actividades sencillas pero sentidas al propio tiempo, puede hablar Luis Rodríguez, con tanta vasta experiencia como Víctor Manuel González. Ambos refieren a bohemia.cu que lo importante ahora es la sucesión generacional de quienes deben ser continuadores. Con su liderazgo e impronta propios les tocará renovar, para que el CDR que debe parecerse al barrio, lo represente como es. “En sus manos está esa posibilidad”, afirman.
A propósito de la necesaria renovación, cabe pensar otra vez en Fefa, la del comité, y preguntarse si todavía es el personaje que simbolice la historia actual de los CDR. Su coordinador nacional responde con prontitud:
“Fefa pertenece a la etapa aguda de la contrarrevolución, de la actitud hostil contra la Revolución, que ella enfrentó con coraje. Por eso estamos todavía aquí.
“Ahora el contexto es otro. No es que haya cesado la amenaza. El imperio sigue ahí y no nos da respiro con su bloqueo. Tampoco ofrece signos amigables. Vivimos en un mundo convulso, con guerras por todas partes y desequilibrios ambientales y de otros signos. Fefa sigue con nosotros, pero ahora más importantes son sus nietos, sobre todo si aprenden de ella y recogen su legado, su ejemplo.
“Por eso vemos con buenos ojos cuando los jóvenes asumen cargos de dirección en los CDR. Son unos cuantos ya. Quiénes son: los nietos de Fefa, que en su mochila tienen la historia, la legitiman, que es lo mismo que tener la voluntad de defender la inmensa obra revolucionaria vivida”.
Orígenes
CDR: Tres letras,un país
Fidel, 28 de septiembre de 1960, en el ala norte del Palacio Presidencial, hoy Museo de la Revolución, en La Habana Vieja.
Casi un millón de personas, congregadas frente al antiguo Palacio Presidencial (hoy Museo de la Revolución), escuchaban al entonces primer ministro Fidel Castro Ruz en la noche del 28 de septiembre de 1960 cuando se oyeron varias explosiones. Entonces, los allí reunidos respondieron con vivas a la Revolución, a su líder y entonaron las notas del Himno Nacional.
“Vamos a establecer un sistema de vigilancia revolucionaria colectiva –apuntó Fidel Castro en esa ocasión–. Están jugando con el pueblo y no saben todavía quién es el pueblo; están jugando con el pueblo y no saben la tremenda fuerza revolucionaria que hay en el pueblo”. Esa misma noche, al término del discurso, nacían los primeros Comités de Defensa de la Revolución (CDR), sui géneris organización que seis meses y varios días después desarticularía a los elementos que pretendían servir de quinta columna a la brigada mercenaria derrotada en Playa Girón.
Se constituyó como una célula del barrio que canaliza las necesidades del pueblo, para defender la obra que iniciaba la Revolución. Mujeres, hombres, ancianos, estudiantes, trabajadores, campesinos, profesionales, intelectuales, jubilados o amas de casas. A las tareas iniciales de la vigilancia revolucionaria, se fueron sumando otras de interés popular como la educación, el trabajo voluntario, actividades patrióticas, de salud (vacunaciones, donaciones de sangre, etc.); la recogida de materia prima, la protección del medio ambiente y muchas más.
Fomentar la solidaridad humana y el bienestar de la población han sido objetivos priorizados de la organización desde su nacimiento. Con su activo papel frente a los planes de los que quieren hacer volver atrás las conquistas revolucionarias, más su entusiasmo, iniciativa, voluntad, altruismo, combatividad y humanismo, la institución se convirtió en la más pujante organización de masas de Cuba. Se encuentra estructurado en todo el país, tanto en zonas rurales como urbanas. Los dirigentes de cuadras, de zonas realizan esta actividad de forma totalmente voluntaria. Es una organización no gubernamental que se autofinancia mediante la cotización de sus miembros. Todas las personas que ocupan responsabilidades en los CDR son propuestas y elegidas democráticamente por los vecinos del lugar.
CDR: tres letras, un paós.
Audiencias públicas sobre las elecciones han tenido lugar en los barrios, movilizados por los CDR. (Foto: YASSET LLERENA).
La organización trabaja con todas las personas en el barrio, para mantener la tranquilidad ciudadana, y la protección de los bienes de la comunidad. Trabajan en la limpieza y embellecimiento del entorno, la siembra de árboles, el fomento de las áreas de autoabastecimiento, los huertos de plantas medicinales y la acuicultura familiar, la participación en tareas agrícolas priorizadas como zafras azucareras, tabacaleras o de café.
Igualmente, en el Sistema de la Defensa Civil, que evacua durante el paso de ciclones por la Isla a millones de personas, el CDR es un elemento vital en la salvaguarda de la población. Tras el paso de huracanes, la movilización popular para resarcir rápidamente los daños de esos destructivos fenómenos atmosféricos, deja sentir la enorme fortaleza de los CDR.
El sistema de vigilancia colectiva revolucionaria establecido contra terroristas y delincuentes demostró, como señaló Fidel que cuando el pueblo se organiza, no hay imperialistas ni lacayos de los imperialistas, ni vendidos a los imperialistas ni instrumentos de los imperialistas que puedan moverse.
(Fuente: ECURED)
Coordinadores nacionales desde la fundación
Nombre y Apellidos                     Período
José Matar Franyie …………………..1961-1966
Luis González Marturel……………….1966-1972
Jorge Lezcano Pérez………………….1972- 1980
Armando Acosta Cordero……………..1980-1990
Sixto Batista Santana…………………1990-1994
Juan Contino Aslán……………………1994-2003
Juan José Rabilero Fonseca………..2003- 2011
Carlos Rafael Miranda Martínez……2011-

Entre los países con más donaciones voluntarias de sangre
CDR: tres letras, un país.
La humana tarea de donar sangre para salvar vidas es muestra del espíritu solidario de los cubanos. (Foto: JORGE LUIS SÁNCHEZ RIVERA).
Cuba integra la lista de solo 12 países de las Américas que tienen ciento por ciento de donaciones de sangre voluntarias, anunció un comunicado de prensa de las Organizaciones Panamericana y Mundial de la Salud (OPS/OMS), emitido en Washington.
Aunque estas naciones lograron la meta que para 2019 tienen los Estados miembros de la OPS/OMS, el resto de las naciones sigue dependiendo en diferentes grados de donantes familiares o de reposición, pues en la región solo el 43 por ciento de la sangre en los sistemas de salud proviene de donantes voluntarios no remunerados.
Los donantes voluntarios y regulares de sangre son los únicos que pueden prevenir la escasez de ese producto y de componentes sanguíneos seguros, afirmó María Dolores Pérez-Rosales, asesora regional de Servicios de Sangre de la OPS/OMS.
Expertos enfatizan que la donación debe hacerse de forma frecuente porque la sangre y sus componentes tienen un período de conservación breve y la disponibilidad depende de donantes habituales.
Cada año en el mundo, las transfusiones de sangre y los productos sanguíneos contribuyen a salvar millones de personas, incrementan la esperanza y la calidad de vida de pacientes con enfermedades potencialmente mortales y apoyan los procedimientos médicos y quirúrgicos complejos. Asimismo, desempeñan un papel fundamental en la atención materno-infantil, los desastres naturales y los artificiales provocados por el ser humano.
La sangre donada se utiliza para transfusiones y para elaborar reactivos y hemoderivados farmacéuticos, que se administran también a pacientes, pero en forma de medicamentos. Es revisada en los laboratorios de los bancos de sangre, ya que esta puede transmitir enfermedades infecciosas, aunque el donante no presente síntomas en el momento del generoso gesto.
El Día Mundial del Donante de Sangre se celebra cada 14 de junio en honor al nacimiento del doctor austriaco Kart Landsteiner, descubridor de los grupos sanguíneos humanos y Premio Nobel de Fisiología y Medicina en 1930.
Cuba se sumó a tan importante celebración con 400 000 donaciones voluntarias anualmente, lo que demuestra el humanismo de esas personas y ofrece además una respuesta a las necesidades de las instituciones hospitalarias y a la producción de medicamentos.
El Programa Nacional de Sangre cuenta con 46 Bancos, de ellos 15 provinciales, 31 municipales y 168 centros de extracción de sangre, aseveró recientemente la doctora Ester Porto González, jefa del Programa Nacional de Sangre, del Ministerio de Salud Pública. (Fuente: cuba.cu)
Fefa para todos los tiempos
CDR: tres letras, un país.
Fefa, la del Comité, nunca fue un dibujo animado como tal, sino un corto de propaganda. Su frase era: Y recuerden, ¡con los ojos bien abiertos! Ehhh. Chuncha fue un personaje, creado por el ingenioso artista Gaspar González, con quien suele asociarse a Fefa.
Fefa, la del Comité, quien falleciera en 2015 nonagenaria ya, llevó con honor un apelativo, más allá del nombre con que en su natal Matanzas fue bautizada, que se asocia a los tiempos fundacionales y de evolución de los CDR en Cuba.
Una mención televisual la hizo célebre y propagó el renombre que ya tenía en su provincia, por haber sido fundadora de la organización, ajetreo en el que se sumergió en cuanto culminó el acto frente al Palacio Presidencial el 28 de septiembre de 1960, donde Fidel proclamara la creación de la que es quizás la organización más ingeniosa en lo referente a movilizar a las masas en la Revolución.
Lo mejor que le sucedió en la vida a María Josefa Morales Ramos fue ser fiel a la Revolución, como declaró en varias ocasiones. Más de un periodista, allá en la ciudad de Matanzas, la quiso entrevistar porque esa mujer sencilla tenía mucho de especial, razón que la hizo merecedora del afecto y la admiración de la gente, no solo de su barrio.
Sus pequeños ojos azules vibraban ante cada nueva meta por vencer, y no descansaban mientras no se cumplía. Ella fue coordinadora durante 50 años de la zona 37 Frank País, la primera que se constituyó en aquella urbe. “Se dice fácil pero sé que todos los cubanos saben que no lo es”, dijo en una entrevista.
Alguna vez se manifestó inconforme porque ya los CDR no eran como al inicio, y pedía a los más jóvenes interesarse por conocer cómo fue la organización durante aquellos años en que para la recogida de materias primas, las donaciones de sangre, la limpieza de la cuadra y la vigilancia ante lo mal hecho, había muchos cederistas dispuestos. “A pesar de las dificultades y que los momentos sean otros, los revolucionarios tenemos el desafío de defender nuestras conquistas”.
Para evocarla ahora, no hay otra frase mejor que aquella oída por ella tantas veces, que la hacía muy feliz. ‘Mira, esa es Fefa, la del Comité’.


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