Ninguno de los que tuvimos el privilegio de participar en las acciones del 26 Julio, bajo el mando de Fidel, podríamos entonces soñar que estaríamos vivos un día como hoy, con un país libre, independiente y soberano, una revolución socialista en el poder y un pueblo unido, presto a defender la obra realizada, fruto del sacrifico y sangre derramada de varias generaciones de cubanos.
Así inició su intervención el General de Ejército Raúl Castro, Primer Secretario del Partido, al pronunciar las palabras centrales del acto político cultural por el aniversario 65 de los Asaltos a los Cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, celebrado esta mañana en la ciudad heroica de Santiago de Cuba.
No solo por su historia, dijo, celebramos este 65 aniversario en Santiago, sino para reconocer el trabajo que desarrolla la provincia en beneficio del pueblo bajo la dirección de Lázaro Expósito Canto, primer secretario del Partido en el territorio, en estrecho vínculo con el Gobierno que encabeza la vicepresidenta del Consejo de Estado, Beatriz Jonhson Urrutia.
En ese sentido, mencionó el trabajo integral desplegado en varios frentes de la economía, que ha permitido incrementar la oferta de bienes y servicios a la población con calidad y precios asequibles.
Se avanza, además, en el programa de la vivienda con el empleo de iniciativas en el uso de materiales locales de la construcción, prosiguen a buen ritmo inversiones priorizadas de importancia nacional como la Terminal Portuaria Multipropósito y la Base de Almacenes de San Luis.
Informó que se trabaja para aumentar las exportaciones de frutas, ron langosta y productos de la agricultura, se reordena la actividad comercial a partir de proyectos de desarrollo local que otorgan mayor autonomía a los municipios, aprovechando los recursos propios, lo que se traduce en mayores aportes al Presupuesto y asegura la posibilidad de seguir invirtiendo.
Según el General de Ejército, es palpable el entusiasmo de los santiagueros, pero resta mucho por hacer en la esfera productiva y los servicios para seguir elevando la calidad de vida del pueblo, con el propósito de que cada vez Santiago sea una ciudad más bella, disciplinada, higiénica y ordenada, digna de custodiar los restos de nuestros mejores hijos, entre los que sobresalen el Héroe Nacional, el Padre y la Madre de la Patria y el Líder Histórico de la Revolución cubana.
Recordó que en los próximos meses conmemoraremos importantes acontecimientos como el inicio de nustras luchas por la independencia y llamó la atención sobre la aprobación reciente, por la Asamblea Nacional del proyecto de Constitución de la República, el cual será sometido a una amplia consulta popular y con el resultado de ese ejercicio democrático, nuevamente será analizado en el Parlamento para elaborar el texto definitivo que se someterá a Referendo, mediante el voto secreto y directo de cada ciudadano.
La Constitución, afirmó Raúl, es la ley fundamental sobre la cual se asienta el Estado y por eso es el documento jurídico y político más importante de cualquier país, ya que define los fundamentos de la nación, la estructura de los poderes y su alcance, así como garantiza los deberes y derechos de los ciudadanos.
La actual Constitución, apuntó, aprobada en un escenario diferente a este, requiere ser reformada con el propósito de incluir las transformaciones llevadas a cabo tras la implementación de los acuerdos del Sexto y Séptimo Congresos del Partido.
Para ello, se iniciará un trascendental proceso democrático cuyo éxito dependerá, en primer lugar, de la participación activa y comprometida de los cubanos, bajo la dirección del Partido y la UJC y las organizaciones de masas, en que debe lograrse que cada cual entienda la necesidad y alcance de los cambios que debemos introducir, de modo que se garantice la irrevocabilidad del socialismo y la continuidad de la Revolución.
La principal fuente de ingresos sigue siendo el ahorro
En cuanto en la economía, precisó Raúl, se mantiene una tensa situación en las finanzas externas, como consecuencia de las afectaciones en los ingresos por las exportaciones de azúcar y el turismo, debido a las consecuencias de las lluvias y el reforzamiento del bloqueo, que impactó en el comercio y las transacciones financieras.
No obstante, reiteró, se obtuvo un discreto crecimiento de la economía, lo que es un resultado alentador, pero se hace necesario aumentar las exportaciones y reducir todo gasto innecesario.
«Hay que tener siempre presente que la más rápida fuente de recursos es el ahorro, y tenemos que lograr que ello no sea una mera consigna, y se convierta en una norma de conducta a todos los niveles.
Perseverar en la ruta de la unidad
Al referirse al ámbito internacional, el General de Ejército recordó que a inicios de este siglo llegaron al poder fuerzas diversas fuerzas progresistas y de izquierda que impulsaron la unidad y la integración latinoamericana y caribeña.
Así, prosiguió, se derrotó el proyecto imperialista de Libre Comercio para las Américas, y surgió la Alianza Bolivariana para los pueblos de nuestra América. En 15 años, salieron de la pobreza 60 millones de personas y más de tres millones del analfabetismo que se erradicó en Venezuela, Bolivia y Nicaragua. También se graduaron más de 20 mil médicos latinoamericanos y caribeños en la Escuela Latinoamericana de Medicina, y se devolvió la visión a más de dos millones 900 mil pacientes extranjeros mediante la operación milagro, unido a más de un millón en Cuba.
Igualmente, rememoró que con la generosa colaboración venezolana surgió Petrocaribe, y emergieron las condiciones propicias para la integración regional que dio lugar a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y la Unión de Naciones del Sur, a donde acudieron países de tendencias políticas diferentes pero con el principio de la unidad en la diversidad. De igual forma, hizo hincapié en la reactivación del Mercosur y el accionar de la Caricom.
Evocó que los Jefes de Estados y de Gobierno de América Latina (AL) y el Caribe firmaron en La Habana, en el 2014, la Proclama de AL y el Caribe como Zona de Paz, que los comprometió a respetar el derecho de todo Estado de elegir su sistema político y a no intervenir en los asuntos internos de cualquier país.
Esta coyuntura, enfatizó, no resultaba agradable para los círculos de poder de Washington, quienes pusieron en práctica los métodos de guerra no convencional para obstaculizar el avance de gobiernos progresistas, y rememoró los golpes militares perpetrados en Honduras, Paraguay y Brasil.
También la derecha, reconoció, consiguió recuperar en algunos países el poder mediante triunfos electorales, algunos fraudulentos, y otros al amparo de la manipulación. Y como era de esperar, no vacilaron en desmotar las políticas sociales de amplio beneficio popular.
En palabras de Raúl, el Gobierno de los Estados Unidos hace algunos meses declaró la total vigencia de la doctrina Monroe, que se resume en América para los americanos y reserva para las naciones latinoamericanas y caribeñas un estatus de dependencia y sumisión.
Aseguró que uno de sus propósitos es revertir los avances en la integración y el ejercicio de la soberanía sobre los recursos naturales, para imponer su agenda mediante una ofensiva neoliberal, dirigida a destruir una década de desarrollo y ahondar las diferencias.
También dijo que los EE.UU., con la complicidad de algunos gobiernos, ha intentado revigorizar la OEA y emprender su arremetida contra Venezuela, y socavar la unidad regional. Ello vuelve a demostrar que el camino es no descuidar la unidad de los revolucionarios y mantener la lucha, pues los adversarios nunca cejan en su empeño de imponerse, y no vacilan en acudir a los golpes de estado, la violencia, e incluso la guerra.
Sobre el recién concluido Foro de Sao Pablo, en La Habana, manifestó que evidenció la necesidad de reconducir la lucha de la izquierda y sus movimientos progresistas y su declaración final es un verdadero programa unitario de acción.
Reiteró la solidaridad con Venezuela, Nicaragua, y el reclamo de libertad para Lula. También felicitó al pueblo mexicano y su presidente López Obrador.
Cuba jamás renunciará a sus principios
Respecto a las relaciones con Estados Unidos, el General de Ejército dijo que se mantienen vínculos diplomáticos formales, varios acuerdos bilaterales y una cooperación mutuamente beneficiosa dentro de un grupo limitado de áreas.
A pocos días de haberse anunciado el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países, recordó, señalamos que entre nuestros gobiernos existen profundas diferencias en los modelos políticos y las relaciones internacionales y reiteramos la disposición de diálogo sobre las discrepancias, sin pretender q Cuba renunciara a las ideas que había defendido por más de un siglo.
Desde agosto del año pasado, reiteró, con el pretexto de agresiones sónicas, cuyo origen nadie ha podido explicar ni probar, se han degradado los vínculos bilaterales y fueron expulsados 17 funcionarios de nuestra embajada en Washington y se redujo el personal diplomático en La Habana. Además, se ha recrudecido la aplicación del bloqueo, en particular la persecución de nuestras transacciones financieras
Es propicio, puntualizó, recordar el memorando de un subsecretario asistente de Estado para Asuntos Interamericanos, con fecha 6 de abril de 1960:
«La mayoría de los cubanos apoyan a Castro, no existe una oposición política efectiva, el único modo efectivo para hacerle perder el apoyo es provocar el desaliento mediante la penuria…Hay que poner en práctica los medios para debilitar la vida económica, negándole suministros, para reducir los salarios nominales, producir hambre, desesperación y el derrocamiento del Gobierno…»
Yo nunca he leído, aseguró Raúl, nada más cínico, y esas agresiones continúan hoy renovadas.
Los pronunciamientos públicos contra Cuba, sentenció, se caracterizan con la manipulación y se destinan millones para revertir el orden político en nuestro país. En junio, un funcionario estadounidense expresó que los países de América tienen que aceptar que Cuba es la madre de todos los males en términos de debilitamiento de democracia en el continente y de derechos humanos, y ello nos recuerda la actitud de George W. Bush.
No es casual, expresó, que en el proyecto de nuestra Constitución se reafirma que la defensa de nuestra patria socialista es el mas grande honor y deber de los cubanos.
Los cubanos, patentizó, somos un pueblo pacífico y amistoso, no amenazamos a nadie, y para nosotros evitar una guerra equivale a ganarla, y para ello es preciso derramar ríos de sudor, preparándonos para combatir hasta la victoria.
En palabras de Raúl, otra vez, se ha configurado un escenario adverso, pero no será la primera vez ni la última que la Revolución enfrente retos y amenazas. Hemos corrido riesgos y hemos resistido invictos 60 años, Para nosotros, al igual que Venezuela y Nicaragua, está claro que se estrecha el cerco y tenemos que estar preparados para hacerle frente con fe inquebrantable en la victoria.
Los revolucionarios, afirmó, desde el 26 de Julio, hemos llegado hasta aquí sobreponiéndonos a reveses. Fidel, con el Moncada, nos enseñó a convertir los reveses en vitorias y ya nada pudo contener el avance de nuestro pueblo. Nos mostró la fuerza de las ideas y la lección permanente de la perseverancia en los propósitos justos.
Entonces decía Fidel: Nuestros muertos heroicos no cayeron en vano, ellos nos acompañaron en las cárceles, y ellos combatieron junto a nosotros en la guerra y los vemos renacer en las nuevas generaciones…
En 1959, enumeró el General de Ejército, hubo que enfrentar bandas armadas, y después sabotajes, planes de atentados, sobre todo contra Fidel, el bloqueo, campañas mediáticas , la invasión a Girón, la Crisis de Octubre, la introducción de plagas y enfermedades, acciones terroristas.
Y en los años 90 del pasado siglo, continuó, enfrentamos la desaparición de la Unión Soviética y el Campo socialista, y ante la arremetida del imperialismo, los cubanos, en medio de enormes carencias, pusimos nuestra inquebrantable capacidad de resistencia y la voluntad de defender la soberanía y el socialismo, y eso fue posible por el pueblo y la unidad forjada por Fidel.
Hoy, subrayó Raúl, a 65 años del Moncada, con la independencia ya conquistada y la presencia permanente de Fidel entre nosotros, podemos afirmar que por grandes que sean los desafíos, nuestro pueblo defenderá su Revolución socialista. La historia ha demostrado que sí se puso, sí se puede y siempre se podrá.
Para conmemorar el triunfo de la Revolución, prometió, nos volveremos a encontrar en Santiago.
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