Se iniciaron meses atrás en la pequeña localidad de Ferguson, estado de Missouri, y a partir de entonces se han repetido.
Crímenes, protestas e incendios han recorrido ya, desde ese vecindario en su mayoría negro, hasta calles de Nueva York.
La situación ha llegado tan lejos que incluso altos funcionarios del gobierno estadounidense, como su Presidente y el Secretario (ministro) de Justicia han tratado de frenar la crisis.
Pero cuando ahora parecía mermar la intensidad de la tormenta, desde Miami la cadena Univisión lanzó una grosería racista contra Michelle Obama.
Según versiones de la agencia española EFE y de Diario Las Américas, ese ataque verbal estuvo a cargo del conductor de su programa El Gordo y la Flaca, Rodner Figueroa.
Una periodista del segundo medio, Beatriz E. Mendoza, narró así lo acontecido.
Este miércoles, durante el citado programa, Figueroa comparó a la Primera Dama con un simio.
“La transformación de Michelle Obama es impresionante. Mire aquí señor, ustedes saben que Michelle Obama parece del elenco de El Planeta de los simios”, dijo.
Tras esa frase, reportó el sitio digital Voces, la Casa Blanca solicitó explicaciones a Univisión por este comentario racista y discriminatorio.
Las palabras de Figueroa, escribe aún más exactamente Beatriz Mendoza, surgieron cuando hablaba con el maquillista Paolo Ballesteros.
Algunas horas después, quien tan burdamente ofendió a Michelle Obama, el farandulero Rodner Figueroa, intentó remendar sus improperios.
Lo hizo a través de una carta que Diario Las Américas glosó en Miami y cuyo inicio dice: “me siento abochornado, le pido perdón”.
Agregó, no hay excusa para que un profesional como yo haga esos comentarios, proclives a ser interpretados como ofensivos y racistas, “en los momentos tan volátiles que vive nuestro país”.
¿Cuándo sucedió algo tan extremadamente grave? A horas de que el presidente Barack Obama hablara sobre una conmemoración histórica vinculada al tema.
Aconteció el pasado día ocho, en ocasión del aniversario 50 de la brutal represión policíaca que tuvo lugar en un puente de Selma: el Edmund Pettus, territorio del estado sureño de Alabama.
Unos 600 integrantes de la comunidad negra que marchaban pacíficamente fueron atrozmente reprimidos por los uniformados.
¿Cuál era entonces la demanda? Su derecho a votar.
Obama, en su discurso, rechazó el “error común” de sugerir que el racismo ha desaparecido en Estados Unidos.
Añadió que todavía queda allí mucho camino por recorrer en la lucha contra las diferentes formas de discriminación.
No imaginó entonces que, apenas cinco días más tarde, una de las víctimas de ese repugnante mal sería su propia esposa, Michelle.
(Tomado de Cubasí)
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