Este es un espacio de intercambio y reflexión, para demostrar la valía de un pueblo que se enfrenta al Imperio más poderoso del planeta con la seguridad absoluta en la Victoria porque le asiste la razón. Esas son las Razones de Cuba
Guayacánes el nombre común con el que se conoce a varias especies de árboles nativos de América, pertenecientes a los géneros Tabebuia, Caesalpinia, Guaiacum y Porlieria. Todas las especies de guayacán se caracterizan por poseer una madera muy dura. Es justamente por esa característica que reciben el nombre de guayacán, aun cuando no guarden relación de parentesco entre sí.
lunes, 17 de agosto de 2015
Navegando en aguas de la wifi
Ya
se aprecia la puesta en marcha de las 35 áreas de navegación
inalámbricas abiertas en el país, y su repercusión en los cubanos, que
se congregan en ciertos espacios y protagonizan el camino hacia una
mayor informatización de nuestra sociedad
Foto:Yaimí Ravelo
Hay quien todavía, asombrado, pregunta qué es la wifi
o por qué en espacios públicos hay tantos jóvenes sentados unos al lado
de otros, encima de otros, acostados en bancos, sentados en el suelo,
al sol, y hasta en los portales ajenos… pero este proceso ya no es raro,
y tampoco participan en él solo jóvenes.
La población cubana se congrega en estos espacios para estar “acorde
con los nuevos tiempos” como dicen unos; vivir formas de vida de las que
hemos estado alejados, comentan otros; pero todos, de una forma u
otra, conciben que son procesos que van construyendo el camino hacia el
alcance de una mayor informatización de nuestra sociedad.
Inicia agosto y ya se aglomeran los criterios de quienes, desde hace
casi un mes, ven la puesta en marcha de las 35 áreas de navegación
inalámbricas (wifi) abiertas en el país, no solo como un suceso
experimental o hobby, sino como una herramienta para hacer uso de las
redes sociales, realizar búsquedas de información, descargar archivos y,
por múltiples vías, mantener contacto con sus familiares.
Opiniones que explicitan satisfacción por la llegada de este servicio
—principalmente por el empleo de las videollamadas—, pero también otras
que dan prueba de la necesidad de perfeccionar vías, corregir acciones y
llamar por su nombre algunos hechos o decisiones, fueron recogidas por
este rotativo.
Sentados en el suelo, o en cualquier lugar, se pueden ver las personas en las áreas donde está disponible el servicio. Foto: Yaimí Ravelo COMO SI HUBIERA COBRADO VIDA…
Carlos Enrique Paz, un pinareño que siempre ha vivido a una cuadra
del parque Roberto Amarán, asegura que nunca antes lo había visto tan
lleno como en las últimas semanas. “Es como si esta parte de la ciudad
hubiera cobrado vida”, apunta.
Y en efecto, encontrar un banco vacío se ha vuelto cada vez más
difícil, en un lugar donde hasta hace poco sobraba el espacio para las
parejas de enamorados y pequeños grupos de fanáticos que montaban aquí
sus tertulias deportivas.
Incluso hay momentos, sobre todo en las noches, en los que la gente
no cabe y tienen que buscar sitio en las aceras y los portales cercanos. A
un mes de que el céntrico parque se convirtiera en uno de los dos
lugares públicos de Pinar del Río con conectividad wifi, no hay duda de
que la iniciativa ha tenido una alta demanda.
Kenia Vega, jefa del grupo de comercialización, en la delegación
territorial de la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba S.A (Etecsa),
explica que desde que comenzó el servicio, se han abierto en la
provincia más de 14 000 nuevas cuentas de acceso a Internet.
La cifra es alta, si se compara con lo que había estado sucediendo
hasta ahora. “Esto representa más del doble del promedio mensual que
habíamos registrado entre enero y junio”.
Aunque aún los especialistas de Etecsa afirman que la wifi en el
territorio se encuentra en fase de prueba, y que se siguen haciendo
mejoras, los usuarios consultados por Granma en este territorio
coinciden en que el servicio es bueno, y reconocen que unido a él, se
han tenido en cuenta otras cuestiones, como la iluminación de los sitios
donde se brinda.
“Hay algunas partes que siempre estuvieron oscuras, y que ahora están
alumbradas para que la gente pueda conectarse de noche”, expone Carlos
Enrique.
Armando del Busto, un profesor universitario que recién acababa de
abrir su cuenta, considera que las ventajas de la nueva opción radican
en que ya no es preciso hacer cola en las salas de navegación para
conectarse, y sobre todo en la posibilidad de establecer videollamadas.
A su lado, Amanda, su hija de seis años, levanta un momento la vista
de la pantalla y me dice: “Estamos aquí para hablar con mi hermana
Kety”.
En un banco cercano, Nauris Ortega, otra pinareña que ha estado
utilizando el servicio para comunicarse con su única hija, asevera que
conversar con ella y verla al mismo tiempo en la pantalla de su
teléfono, ha sido algo “extremadamente emocionante”.
A pesar de que Internet significa mucho más, especialistas de Etecsa
señalan que la gran mayoría de los usuarios de la wifi en Vueltabajo
acceden a la red de redes para realizar videollamadas, e incluso no son
pocos los que viajan desde otros municipios a la capital provincial para
hacerlo porque resulta más económico que cualquier otra vía de
contacto.
De manera similar, clientes del servicio en Ciego de Ávila aseguran,
según informó el periódico digital Invasor la pasada semana, que estas
videollamadas a través de la aplicación IMO
(imo-instant-messenger.android.informer.com), por ejemplo, son muy
fáciles y de buena calidad ya que, “al ser gratis el servicio, pueden
optimizar la hora de conexión”.
Las videollamadas se encuentran entre las posibilidades que se han abierto con el nuevo servicio. Foto: Yaimí Ravelo OTRAS NO TAN BUENAS REALIDADES
Si bien regiones de nuestro país disfrutan escenarios como estos,
circunstancias no tan similares han acontecido en otras áreas del
territorio habanero. Algunos criterios como el de Claudia Lescaille
Piloto, joven de 25 años de edad conectada desde el área del Centro de
Negocios Miramar, se enfocaron en la necesidad de acondicionar estas
zonas en lo sucesivo, porque “durante la mañana este espacio no está tan
repleto, pero en las tardes no puedes ni pasar por los pasillos”.
“La última vez que vine, había un estudiante de Medicina con su
laptop apoyada en el cesto de basura porque todos los bancos estaban
llenos”, reseñó. “La mayoría nos sentamos en los muros de esta área y en
los bancos de la acera, pero mientras más te alejas menor es la
conexión”.
Juan Lauro Benítez Lamar, de 20 años, se refirió además a algunas
decisiones como que en el Centro de Negocios Miramar, al cierre de la
sala de navegación a las 7:00 p.m., se tenga establecido que en las
afueras del edificio no circulen los usuarios sino que permanezcan en
las aceras, donde “obviamente la señal es mucho más baja”. Esto mismo
sucede en el área del hotel Habana Libre.
También para otros usuarios como Reina Verdecia y Carlos Baños, ambos
de Alturas de La Lisa y que se conectan con frecuencia desde el área
ubicada en el parque del hospital Frank País, en la avenida 51, preocupa
que, “a pesar de que la conexión es bastante buena, la seguridad sea
mínima ya que el lugar carece de iluminación en las noches”.
Carlos Baños comentó, junto a otros usuarios, que en los últimos
tiempos han acontecido robos por estos motivos. “Uno se entretiene
hablando con la familia y no nota nada alrededor. No nos preocupa
sentarnos en el suelo porque estamos conscientes de que es el comienzo
de un servicio, pero sí la iluminación pues no abarca ningún espacio del
parque, solo la avenida”.
“En esta ubicación, además, hay dos locales donde se vende ron,
considero que deben concebirse mejor las condiciones de los espacios
donde se va a ubicar la conexión inalámbrica”, agregó Reina, en
referencia a las actitudes que asumen algunas personas después de
consumir bebidas alcohólicas y que crean desorden en el área.
Al respecto Raúl Sánchez Catalá, quien asiste con su esposa al área
ubicada en el anfiteatro de Marianao, opinó que a pesar de que todos
tenían deseos de que la prestación llegara, y aun los tienen de que se
continúe desarrollando, a ellos no se les ocurre “asistir a estas zonas
en la noche, porque deben crearse en el futuro, además de condiciones de
infraestructura, parámetros de seguridad”.
Dayana Arencibia, joven pobladora de La Lisa, aseguró que aunque se
ha conectado en áreas como La Rampa y el Centro de Negocios Miramar, la
conexión del Frank País ha sido la más rápida. “Quizá se deba a que en
esas zonas hay mayor aglomeración de personas, pero aquí tengo mayor
velocidad de navegación”, dijo.
Muchos desafían al sol y al calor para conectarse. Foto: Yaimí Ravelo SI NO CAMINAS NO ENCUENTRAS, Y ¡AUN ASÍ…!
“El tema de las tarjetas wifi, para qué decirte…” así nos respondió
entre disgustada e impotente Maribel Salgado, joven de 24 años que
chateaba con sus amistades desde el área del anfiteatro de Marianao. “No
hay tarjetas en el punto de Etecsa de 51 y 106, y cuando hay, la cola
es inmensa”, sostuvo. Lo mismo sucede en La Lisa, nos dijo por otra
parte Juan Ramón Licea, de 26 años. “En este punto de Etecsa muy pocas
veces hay tarjetas, y cuando aparecen, es preferible comprarlas por
fuera que hacer la cola”.
Cuando hablamos de “por fuera”, aludimos a los revendedores que hace
un tiempo circulan por estas áreas, con la oferta de tarjetas de
Internet (tarjetas de acceso nauta temporales) a tres CUC, o, en el
mejor de los casos, a 2.50 “para no abusar de la gente”, como piensan
algunos.
“Ha sucedido que después que nos pasamos de dos a cinco horas en la
cola nos cruzamos con la mala suerte de que delante nuestro haya un
revendedor. Ya sabes que en esa compra se van hasta de 200 a 300
tarjetas”, expresó Pilar Alfonso, en el Centro de Negocios Miramar. Por
lo visto, Etecsa no tiene establecido limitar la venta del producto.
Conversando con una revendedora, escuchamos que “aunque las personas
se quejen de que no hay tarjetas porque ellos las acaparan, muchas están
de acuerdo porque, a pesar del precio, encuentran el producto, evitan
las colas y lo tienen a la hora que desean”. “¿Qué centro de Etecsa
te las puede ofertar después de las 7:00 p.m.? e incluso, cuando es en
horario laborable, puede que el cliente aparte de la inmensa cola, se
encuentre con que se acabe el producto: a mí me ha pasado. Hay que
levantarse a las 6:00 a.m. para salir a buscarlas. Si no se camina no se
encuentran”, añadió.
Aunque algunos usuarios expresaron que el acaparamiento de tarjetas
por los revendedores es uno de los motivos del déficit de estas, el
recorrido por las áreas de La Lisa, el anfiteatro de Marianao, la Villa
Panamericana, el Centro de Negocios Miramar y La Rampa, mostró que otra
parte importante del problema es que los puntos de Etecsa no cuentan con
las cantidades necesarias para la venta. Además, tampoco se ha
organizado el proceso de modo que se eviten las colas, pues los
mecanismos son engorrosos y la cantidad de personal en algunos lugares
es insuficiente para brindar un rápido y buen servicio.
Gaby Rodríguez, quien se encontraba en el Centro de Negocios
referido, opinó, como varios, que en este punto siempre hay tarjetas,
pero que “ha tenido que comprarlas, sin excepción, a los revendedores a
un CUC de más, por las colas”.
“Casi cinco horas he soportado para obtener las tarjetas y cuando he
realizado la compra, algunas veces he encontrado solo las de media hora.
Sucede que hay poco personal de atención y es la misma cola para pagar
las facturas, recargar o comprar móviles, y obtener las tarjetas de
Internet. Ha de pensarse en otros mecanismos”, dijo Mercedes Oquendo
Dacosta, en el Centro de Negocios Miramar.
Sobre la limitación o no de la comercialización de las tarjetas
temporales en este centro, Liesmaray Rodríguez, ejecutiva de venta de la
sala de navegación del mismo, respondió que “ya que no existe
limitación de venta alguna”, al cliente (identificado con su carné de
identidad) se le vende todo lo que desee.
Según Rodríguez, a esta sala asignan entre 500 y 600 tarjetas
diariamente por ejecutiva, de modo que por lo visto esta sede no
permanece sin producto; sin embargo sobresale que solo haya dos personas
para realizar todos los trámites y que no establezcan límites de venta.
Por su parte, Eddy Sosa, ejecutivo comercial del punto de Etecsa del
Frank País, en La Lisa, reseñó que a los cuatro ejecutivos de este
espacio se les entregan entre 150 y 200 tarjetas diariamente. Obviamente
unas cifras para nada suficientes según los resultados encontrados en
esa área. Aun así, respecto al tema de la limitación o no de la
cantidad de tarjetas compradas por una misma persona, añadió que aunque
al principio vendían sin restricciones, en el presente, teniendo en
cuenta la situación de los revendedores, internamente han establecido
destinar solo hasta diez tarjetas por usuario. Una alternativa al menos
solidaria para muchos.
Tales situaciones llevan a pensar en la necesidad de implementar
otros mecanismos para la venta de las tarjetas como el de los agentes de
telecomunicaciones, quienes hasta hoy tanto han contribuido a aligerar
la carga de los puntos de Etecsa por la afluencia de público. Sin
embargo, en lo pertinente a la navegación en Internet, los agentes no
están ofertando este servicio.
Marta Amador, agente de telecomunicaciones de 23 y 12, explicó que no
las tienen en venta porque Etecsa no les está ofertando las tarjetas
wifi. “Como agentes de telecomunicaciones, adquirimos los productos
con una rebaja del 10 % y los ofertamos al mismo precio que la empresa.
Pero en lo referente a la navegación, solo vendemos los bonos de
recarga nauta porque no nos han ofrecido las tarjetas de wifi”, afirmó
Marta. Y agregó: “Etecsa aún no nos ha explicado por qué no están
incluidas dentro de los servicios, y nosotros no las tenemos porque
tendríamos que comprarlas al mismo precio que los usuarios”.
Sin embargo, Carmen Carina Tejera, agente de telecomunicaciones de La
Lisa, sostuvo que, aunque todavía no las ha obtenido, sí pueden hacerlo
por medio de otro contrato con Etecsa: “pero considero un absurdo tener
que realizar otra transacción aparte para comprar estas tarjetas”. Diversos
son los criterios encontrados por el equipo de Granma en este sentido,
pero todo indica que existe falta de información por parte de la
institución para con los agentes de telecomunicaciones.
ALGUNAS RESPUESTAS INSTITUCIONALES
Acerca de las inquietudes encontradas durante la realización de este
reportaje, Granma abordó a Luis Manuel Díaz Naranjo, director de
Comunicación Institucional de Etecsa.
Específicamente sobre las cuentas de acceso nauta temporales —que son
las comercializadas a través de las tarjetas prepagadas de 30 minutos,
una hora y cinco horas—, el directivo explicó que “están destinadas
fundamentalmente a los usuarios temporales o visitantes, por tanto su
distribución y oferta en las unidades comerciales de Etecsa y en los
puntos de terceros (red hotelera y extrahotelera) responde a la
estrategia de la empresa de garantizar este producto para este público
objetivo”, abundó.
“Ello no quita que una persona natural cubana o extranjera residente
no la pueda adquirir en un momento determinado. La cuenta de acceso
nauta permanente, es la que está orientada a los clientes residentes en
Cuba, ya sea cubano o extranjero”, expuso.
Obviamente existe desinformación y falta de difusión a la población
sobre las prestaciones que ofrece una cuenta permanente y que no incluye
una tarjeta temporal ya que la gran mayoría de los cubanos compra esta
última. Sobre ello Díaz Naranjo añadió que “la empresa en estos momentos
está realizando acciones de comunicación para que los clientes conozcan
las bondades de la primera”.
Sobresale el hecho de que las cuentas permanentes se compren por una
vez y faciliten al cliente memorizar el usuario y la contraseña, sea
duradera por 360 días (330 activa y otros 30 adicionales para extender
su vida útil) así como recargable para incrementar el saldo y extender
el periodo de actividad, a diferencia de las tarjetas que caducan a los
30 días de su apertura.
Sin embargo, la práctica va por otro lado. Las estrategias pueden
diseñarse y las acciones de comunicación desarrollarse, pero mientras
estas dan resultado, por qué no facilitar más el acceso de las personas
al servicio que han escogido. ¿Qué dificultades pueden acarrear el
realizar una mejor y mayor distribución de las tarjetas, establecer
límites lógicos de ventas u otras acciones tan sencillas como esas?
Del mismo modo ocurre en el caso de los agentes de
telecomunicaciones, sobre los cuales el director de Comunicación
Institucional de Etecsa comentó que las tarjetas nauta temporales no
se les ofertan con descuento del 10 % y se les venden como a cualquier
otro usuario por la misma razón: “tenemos concebido que el uso de la
población sea a través de las cuentas de acceso nauta permanente”.
La empresa apuesta además porque ello contribuya a disminuir las
colas, “ya que las recargas de las mismas se pueden hacer tanto de
manera directa en las unidades comerciales de Etecsa, como a través de
los cupones de recarga ofrecidos por los agentes de telecomunicaciones a
los precios de 2.00, 5.00 y 10.00 CUC”, detalló Díaz Naranjo. Sin
embargo, ante la demanda de la población, resulta contradictorio que se
establezcan estos límites, pues en la práctica lo que está sucediendo es
que las personas tienen menos lugares donde adquirir lo que necesitan.
Si los agentes de telecomunicaciones surgieron no solo como
alternativa de empleo, sino como una manera de que la empresa llegara
más cerca de la gente instalándose en los barrios, además de
descongestionar los ya sobrecargados puntos comerciales, qué sentido
tiene que no puedan ofertar toda la gama de servicios solo porque no
estaba en las concepciones iniciales.
Si atendemos a la necesidad de ampliar la cantidad de ejecutivas (os)
en algunos puntos de Etecsa o salas de navegación para evitar la
sobresaturación de personas —dado que el recorrido mostró que la mayoría
de los trámites se realizan por la misma cola—, el trabajo de los
agentes, sin lugar a dudas, se vuelve más útil.
Luis Manuel Díaz Naranjo expresó a Granma que junto
a la intención de colocar en manos de terceros (otros distribuidores
autorizados) los servicios para un mayor alcance de los mismos, estará
el propósito de “continuar mejorando los aspectos organizativos según la
unidad o instalación comercial y sus características”.
En cuanto a la limitación de la cantidad de tarjetas por persona,
notificó que toda venta a la población tiene un carácter minorista, por
lo que se debe regular en correspondencia con las necesidades de los
consumidores que acuden a estas instalaciones de manera individual.
Mientras que, “las compras de otros volúmenes superiores, deben estar
dirigidas a los agentes de telecomunicaciones y otros distribuidores
autorizados”; con excepción de las tarjetas de cuentas de navegación
temporales, como ya se explicaba.
No obstante, según mostró nuestro recorrido, la política de venta
minorista no está implementada en la mayoría de los puntos
comerciales. La preocupación expresada por algunos usuarios en torno
al hecho de que, aun bajo el conocimiento de que la calidad de la
conexión depende de la cercanía, en algunas áreas como la del hotel
Habana Libre, o la del Centro de Negocios Miramar, el personal de
seguridad exija salir de la propiedad transcurrido determinado horario
y permanecer en las aceras, fue otro de los temas conversados.
El directivo precisó que “aunque en las 35 áreas públicas existe
acceso pleno, en los locales pertenecientes a instituciones o empresas,
estas pueden establecer las políticas de acceso y reglas de conducta del
personal”. Sin duda algo que debió haber previsto Etecsa desde la
gestación del servicio y que está a tiempo de corregir.
La preferencia por una zona u otra para el alcance de una buena
conexión y la necesidad de ampliar la cantidad de áreas, tanto para
evitar el enlentecimiento por la cantidad de usuarios como para acercar
el servicio a otros territorios, fueron otros de los criterios
expresados por quienes, a pesar de algunas asperezas del comienzo,
disfrutan del servicio lo mismo a través de redes sociales,
videollamadas, correo electrónico, descarga de archivos, etcétera.
Entusiasmados por tener wifi “en las calles”, unos disfrutan la
posibilidad de “conectarse” para adentrarse en cotidianidades hasta
hace poco desconocidas y vivenciar realidades a través de redes sociales
o de espacios que incluyen contenidos internacionales, actualizados y
novedosos. Pero otros, se sienten insatisfechos por cada caída de la
conexión que les impide disfrutar a plenitud de la navegación que, a
pesar de las rebajas tarifarias, aún trasluce precios altos para la
mayoría de los cubanos.
A la par de la buena aceptación del servicio, figuran experiencias
que pueden corregirse en el inicio del camino. Más que un sueño
inalcanzable, rutinas como la de Pinar del Río deberían ser vistas como
multiplicables, para hacer, el trayecto de esta experiencia, lo más
placentero y disfrutable posible.
No hay comentarios:
Publicar un comentario