Por Salman Abu Sitta
La
 visita del Che Guevara a Gaza en 1959 fue la primera señal de la 
transformación de la colonización sionista de Palestina de conflicto 
regional a lucha mundial contra el colonialismo. El disparador fue la 
conferencia de Bandung en 1955 y el resultante Movimiento de Países No 
Alineados, cuyos miembros acababan de deshacerse del yugo de la 
dominación extranjera. La estatura de Nasser, como líder mundial en la 
lucha contra el imperialismo y el colonialismo, llevó a líderes 
mundiales a ver por sí mismos las devastadoras consecuencias de la 
limpieza étnica de Palestina, claramente demostrada en los campamentos 
de refugiados de Gaza.
La Franja de Gaza se convirtió 
en el símbolo de Palestina. Esta pequeña astilla de tierra (el 1,3% de 
Palestina) era el único lugar donde se seguía izando la bandera 
palestina. Soportó una gran parte de la carga de Al-Nakba cuando se 
convirtió en el refugio temporario para los habitantes de 247 aldeas, 
expulsados de sus casas del sur de Palestina. Las aldeas del sur fueron 
sometidas a la limpieza étnica por la operación militar israelí “Yoav”, 
también llamada “Las Diez Plagas”, en octubre de 1948. No quedó en pie 
ni una sola aldea palestina. Este acto de limpieza étnica total fue 
impulsado por varias masacres perpetradas en Al-Dawayima, Bait Daras, 
Isdud, Burayr, entre otras.
Los refugiados, ahora 
acorralados dentro de la Franja de Gaza, no eran inmunes a los ataques 
israelíes, incluso después de ser expulsados. El hospital Al-Majdal fue 
bombardeado en noviembre de 1948, y también la cercana aldea de Jura, 
que estaban en la zona de la antigua Asqalan y de la cual surgirían 
muchos futuros líderes de Hamas. En enero de 1949, los israelíes 
bombardearon centros de distribución de alimentos en Dair Al-Balah y 
Khan Yunis en horas pico, dejando más de 200 cuerpos diezmados por 
ataques aéreos. Estos ataques llevaron a la generalmente recatada Cruz 
Roja a describirlos como “escena de horror”.
La ocupación de la tierra 
palestina y la expulsión de su población dieron lugar a un movimiento de
 resistencia, conocido entonces como los fedayines. Estos combatientes 
de la resistencia cruzaron la línea de Armisticio para atacar a los 
ocupantes de su tierra.
Para detener las incursiones de
 los fedayines y eliminar la idea de resistencia, Israel atacaba 
continuamente los campamentos de refugiados de la Franja de Gaza. En 
agosto de 1953, la Unidad 101, comandada por Ariel Sharon, atacó el 
campamento de refugiados de Al-Bureij asesinando a 43 personas en sus 
camas. En agosto de 1955, Israel, otra vez con la dirección de Ariel 
Sharon, hizo estallar la estación de policía de Khan Yunis asesinando a 
74 policías. El mismo año, los israelíes asesinaron a 37 soldados 
egipcios en la estación de trenes de Gaza y a otros 28 que se dirigían a
 defenderlos. El último ataque cambió el curso de la historia en la 
región.
El presidente egipcio Gamal 
Abdel-Nasser, que asumió el poder en Egipto en julio de 1952, firmó el 
primer acuerdo sobre armamentos con el bloque soviético por armas que 
los británicos le negaban. También autorizó la resistencia de los 
fedayines organizándolos oficialmente al mando del coronel Mustafa 
Hafez.
El 29 de octubre de 1956 Israel
 invadió el Sinaí junto con Gran Bretaña y Francia. Los soldados 
israelíes atacantes entraron en Khan Yunis el 3 de noviembre de 1956, 
sacaron de sus casas a todos los varones de entre 15 y 50 años de edad y
 dispararon contra ellos a sangre fría en el umbral de su propia casa o 
contra una pared en la plaza principal del pueblo. 520 nombres fueron 
registrados en la lista de los asesinados. A la semana siguiente otra 
masacre de refugiados fue perpetrada en Rafah. Hubo un ensordecedor 
silencio en Occidente sobre estas masacres hasta que el talentoso 
dibujante Joe Sacco las inmortalizó en su libro “Notas al pie de Gaza”.
Estos trágicos acontecimientos 
llamaron la atención del mundo cuando Nasser se convirtió en uno de los 
reconocidos líderes del Movimiento de Países No Alineados que comenzó 
con la conferencia de Bandung en 1955. La Franja de Gaza y Palestina 
salieron mundialmente a la luz como el último caso de colonialismo y 
limpieza étnica.
Como consecuencia de este 
desarrollo político, el Che Guevara, revolucionario latinoamericano, 
vino a visitar la Franja de Gaza por invitación de Nasser.
La visita de Guevara fue 
trascendental. Fue la primera vez que un revolucionario famoso venía a 
ver de primera mano la devastación producida por Al-Nakba. Fue recibido 
con gran entusiasmo por los líderes de la resistencia, como Abdullah Abu
 Sitta, líder de los fedayines y líder del frente sur en la Revuelta 
Árabe de 1936 (en la foto 1, el primero de la derecha con ropas árabes) y
 Qassem El-Farra (foto 1, el tercero de la derecha), secretario de la 
municipalidad de Khan Yunis que llevaba los registros de los fedayines y
 sus actividades. Ambos eran miembros del Consejo Legislativo Palestino.
Según la evidencia acerca de la
 visita que he recibido de los contemporáneos, Guevara dijo a los 
refugiados palestinos que deben luchar para liberar su tierra. No hay 
otro camino sino la resistencia a la ocupación, dijo. Admitió que su 
caso era “complejo” porque los nuevos colonos judíos ocuparon sus casas.
 “El derecho finalmente debe ser restituido”, afirmó. Ofreció 
suministrar armas y entrenamiento pero Castro quiso que esta ayuda fuera
 coordinada a través de Nasser.
Mustafa Abu Middain, líder del 
campamento de Al-Bureij, llevó a Guevara a visitar el campamento y le 
mostró las situaciones de pobreza y penurias. “Tenemos peor situación de
 pobreza”, replicó Guevara. “Tienes que mostrarme qué has hecho para 
liberar tu país. ¿Dónde están los campos de entrenamiento? ¿Dónde están 
las fábricas de armas? ¿Dónde están los centros de movilización del 
pueblo?”
Nasser mostró gran interés en 
la visita de Guevara. Se reunió con él en su despacho, lo llevó a 
funciones públicas y oficiales, le presentó a líderes de la comunidad y 
le entregó medallas (en las foto). Este fue el comienzo de la muy 
cercana relación de América Latina revolucionaria con Nasser y los 
palestinos, [que se mantiene] hasta el día de hoy.
Después
 de la visita, Cuba dio becas a estudiantes palestinos, concedió 
ciudadanía a palestinos varados y celebró muchas conferencias en apoyo a
 Palestina.
Durante la ofensiva israelí 
contra Gaza en el verano de 2014, Cuba envió toneladas de ayuda 
humanitaria a Gaza y recibió heridos. El apoyo se extendió a la mayoría 
de los países de América Latina. El Salvador, Chile, Ecuador, Perú y 
Brasil retiraron a sus embajadores de Israel en protesta. El presidente 
de Bolivia, Evo Morales, etiquetó a Israel como “estado terrorista” y 
restringió la entrada de israelíes al país. El presidente de Venezuela, 
Nicolás maduro, “condenó enérgicamente las acciones del ilegal estado de
 Israel contra el heroico pueblo palestino”. La campaña de Solidaridad 
con Palestina en Nicaragua fue muy explícita tanto en el ámbito oficial 
como el popular. Los presidentes de Uruguay, Brasil, Argentina y 
Venezuela emitieron una declaración conjunta llamando al cese de la 
violencia y el fin del bloqueo a la Franja de Gaza.
En la década de 1950, Guevara 
no fue la única personalidad reconocida del Movimiento de Países No 
Alineados en apoyar los derechos de los palestinos en una Palestina 
libre. Jawaharlal Nehru, primer ministro de la India, también vino a 
visitar Gaza en la misma época (foto 5). Ese fue el comienzo del apoyo 
de la India y otros países del Asia a Palestina.
Hoy Palestina es el símbolo de 
la lucha por la liberación del último y más duradero proyecto 
colonialista. Es por eso que más de tres cuartas partes de los países 
del mundo apoyan a Palestina en las Naciones Unidas. Los pocos que no lo
 hicieron son los restos de los viejos países colonialistas de Occidente
 que, en primer lugar, son los que crearon el proyecto de colonización 
de Palestina.
Publicado originalmente en inglés por Middle East Monitor
Título original: Che Guevara in Gaza: Palestine becomes a Global Cause


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