por María Josefina Arce
Majestuosa y renovada, sin perder su esencia rebelde y heroica, se
levanta hoy Santiago de Cuba desafiando siglos y dispuesta a perdurar en
el tiempo y la memoria.
Objeto de un amplio programa inversionista, de construcción y reparaciones de inmuebles y de apertura de nuevos servicios, una de las primeras siete villas fundada por los españoles en el archipiélago cubano celebra sus 500 años.
Esta renovación de Santiago por su medio milenio, coincide con las tareas de recuperación tras los cuantiosos daños ocasionados en octubre de 2012 por el huracán Sandy, y en la que ha estado presente la mano solidaria de los pases amigos.
Amplia ha sido la ayuda brindada que va desde la donación de fondos tras el devastador fenómeno meteorológico, hasta la participación en las tareas reconstructivas de una ciudad que en la actualidad muestra ya su esplendor recuperado.
ES así que Rusia donó un millón de dólares para reconstruir viviendas que sufrieron graves daños, mientras que en coordinación con el gobierno cubano el PNUD, Programa de la ONU para el desarrollo, llevó a cabo un programa de recuperación por un monto de 6 millones de dólares.
Además de posibilitar la reconstrucción de las casas en Santiago de Cuba, la agencia de la ONU apoyó también en la recuperación agrícola.
Decisivo ha sido el respaldo de Ecuador, una de las naciones que más ha contribuido a la rehabilitación de la urbe. Integrantes del Cuerpo de Ingenieros del Ejército de esa nación andina laboraron en la reparación también de centros educacionales de alta prioridad.
Ese es el caso de la Facultad número 1 de Ciencias Médicas, donde los ecuatorianos desarrollaron un intenso quehacer constructivo en aras de remozar la residencia estudiantil.
Seriamente afectado por el fenómeno meteorológico, hoy el edificio cumple con las expectativas de maestros y de cientos de jóvenes de más de 50 nacionalidades, quienes se preparan como futuros médicos.
Del mismo modo la presencia solidaria de los ecuatorianos se hizo notar en el reparto residencial Abel Santamaría.
Invaluable también ha sido la ayuda del pueblo venezolano para devolver a Santiago de Cuba la majestuosidad y belleza que caracterizan a esa ciudad, famosa también por la hospitalidad de sus habitantes.
Y Haití, que tanto agradece al gobierno y pueblo cubanos su ayuda desinteresada, también quiso estar presente en el colosal desafío. Miembros de la Brigada Haitiana de Solidaridad con Cuba trabajaron hombro con hombro con los santiagueros en la reconstrucción de la urbe.
Calificada como la capital del Caribe, hoy esa ciudad alegre, heroica y hospitalaria que es Santiago de Cuba celebra sus 500 años vistiendo sus mejores galas, gracias al trabajo mancomunado de santiagueros y de numerosas naciones amigas.
Objeto de un amplio programa inversionista, de construcción y reparaciones de inmuebles y de apertura de nuevos servicios, una de las primeras siete villas fundada por los españoles en el archipiélago cubano celebra sus 500 años.
Esta renovación de Santiago por su medio milenio, coincide con las tareas de recuperación tras los cuantiosos daños ocasionados en octubre de 2012 por el huracán Sandy, y en la que ha estado presente la mano solidaria de los pases amigos.
Amplia ha sido la ayuda brindada que va desde la donación de fondos tras el devastador fenómeno meteorológico, hasta la participación en las tareas reconstructivas de una ciudad que en la actualidad muestra ya su esplendor recuperado.
ES así que Rusia donó un millón de dólares para reconstruir viviendas que sufrieron graves daños, mientras que en coordinación con el gobierno cubano el PNUD, Programa de la ONU para el desarrollo, llevó a cabo un programa de recuperación por un monto de 6 millones de dólares.
Además de posibilitar la reconstrucción de las casas en Santiago de Cuba, la agencia de la ONU apoyó también en la recuperación agrícola.
Decisivo ha sido el respaldo de Ecuador, una de las naciones que más ha contribuido a la rehabilitación de la urbe. Integrantes del Cuerpo de Ingenieros del Ejército de esa nación andina laboraron en la reparación también de centros educacionales de alta prioridad.
Ese es el caso de la Facultad número 1 de Ciencias Médicas, donde los ecuatorianos desarrollaron un intenso quehacer constructivo en aras de remozar la residencia estudiantil.
Seriamente afectado por el fenómeno meteorológico, hoy el edificio cumple con las expectativas de maestros y de cientos de jóvenes de más de 50 nacionalidades, quienes se preparan como futuros médicos.
Del mismo modo la presencia solidaria de los ecuatorianos se hizo notar en el reparto residencial Abel Santamaría.
Invaluable también ha sido la ayuda del pueblo venezolano para devolver a Santiago de Cuba la majestuosidad y belleza que caracterizan a esa ciudad, famosa también por la hospitalidad de sus habitantes.
Y Haití, que tanto agradece al gobierno y pueblo cubanos su ayuda desinteresada, también quiso estar presente en el colosal desafío. Miembros de la Brigada Haitiana de Solidaridad con Cuba trabajaron hombro con hombro con los santiagueros en la reconstrucción de la urbe.
Calificada como la capital del Caribe, hoy esa ciudad alegre, heroica y hospitalaria que es Santiago de Cuba celebra sus 500 años vistiendo sus mejores galas, gracias al trabajo mancomunado de santiagueros y de numerosas naciones amigas.
