Aunque todavía quedan precisar algunos detalles, los santiagueros se deleitan con el nuevo espectáculo que se ofrece a la vista.
Ángel Barreda Trujillo, diseñador de la parte hidráulica de la fuente explicó sobre la misma que “Consta de 46 chorros parabólicos y tres verticales que hacen un total de 49. El agua sale de una cisterna de 9 metros cúbicos, que se recircula cada 6 minutos. Es la misma agua, que pasa por el sistema cada cierto tiempo. El líquido no se desperdicia.
“Tiene una longitud de 30 metros de largo, en forma de curva, con dos escaleras de acceso, una por Garzón, otra por la Avenida de Los Libertadores, además de una pequeña que sale de la misma, para el que quiera degustar de un helado en el Coppelia. En el muro exterior tiene un letrero que dice ¡Gracias Santiago! Referido al discurso de Fidel en la ciudad y está graficado con letras de bronce.
“Esta es una tecnología que perece tirar el chorro como si fuera un tubo de cristal, es capaz de conducir la luz, transmite la luz con los 7 colores del arcoiris. Tiene tres chorros verticales para que permita el acceso al Coppelia, que se llaman chorro de nieve porque mezcla el aire con el agua y lo hace una espuma. El Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos regaló a la ciudad además de esta, otra fuente un poco más pequeña en el Jardín de las Enramadas”.
Santiago refresca su verano tan caliente con las aguas que comienzan a salir de esta nueva adquisición. Todos quieren tomarse fotos, quieren caminar bajo los chorros, quieren mirar.
Juan Antonio es santiaguero y maneja un motor, igual que muchos no resistió y lo parqueó para deleitarse unos minutos. “Es una iniciativa muy bonita es algo nuevo. Le da otro aire, un brillo que la distingue, a pesar que soy santiaguero y desando las calles frecuentemente, a cada paso me sorprendo con las cosas nuevas que veo.”
Los constructores dan los últimos retoques, recogen los escombros y se sienten orgullosos de ver esta obra finalizada: “Yo soy de La Maya y no he tenido descanso ni los fines de semana, la cosa es echar esto pa´lante. Ya el trabajo aquí se está acabando, pero estamos dispuestos pa´l otro que venga.” Afirma contento Mariano Moreno Mengana, albañil que participó en la conformación de la fuente.
La ciudad muestra coqueta 500 años con esplendor. Cada rincón devela su brillo y las manos reparadoras que sanaron las heridas del tiempo. “Santiago parece otro” así comentan todos, porque la belleza de esta tierra y de su gente se vislumbra en cada paso.
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