Sao
Paulo, 29 jul (PL) El expresidente Luiz Inácio Lula da Silva acusó hoy
ante la justicia a cuatro periodistas de publicar falsos argumentos en
la revista Veja y demandó una reparación por daños morales.
El reportaje, denominado "Le llegó la hora" de este fin de semana
último en Veja, revela que uno de los empresarios involucrados en el
escándalo de corrupción en Petrobras decidió revelar secretos
devastadores sobre una supuesta participación de Lula da Silva y uno de
sus hijos en este caso.
Se repiten prácticas comunes: Veja
miente, hace acusaciones infundadas y sin pruebas, presenta conclusiones
sin sentido y evidencias, y no muestra pruebas y ataca la honra e
imagen del exmandatario de Brasil, señala un comunicado del Instituto
Lula.
Los abogados del exgobernante solicitaron una reparación
por daños morales y calificaron de "repugnante" esa publicación, por las
claras intenciones de herir la reputación de una persona sin ofrecer
elementos de juicio.
"La libertad de comunicación y de prensa
supone la necesidad de que el periodista o el medio sean pautados por la
verdad", lo cual no se cumplió en este caso, indica el Instituto.
En dicho reportaje se utiliza una presunta delación premiada de José
Adelmário Pinheiro, de la empresa OAS, la cual fue desmentida poco
después por sus abogados defensores.
No existe ninguna
declaración de Adelmário Pinheiro ante el Ministerio Público, ni nada de
lo expuesto corresponde con la verdad, destacaron letrados.
Los
periodistas acusados son Robson Bonin, Adriano Ceolin y Daniel Pereira,
firmantes del reportaje de portada de la última edición de Veja y
también el director de redacción de la revista, Eurípedes Alcántara.
Con esta acción Lula pretende parar las publicaciones de varios
artículos en su contra, difundidos por Veja, sin pruebas algunas, que
fueron desmentidos en su momento.
Diputados y senadores
alertaron en días pasados sobre las pretensiones de sectores de
oposición, encabezados por medios conservadores, de intentar vincular al
expresidente brasileño (2003-2010) con el esquema de desvío de dinero y
contratos inflados en la petrolera estatal.
En este sentido,
existe una investigación judicial contra el ex jefe de Estado, criticada
por líderes nacionales e internacionales, de que Lula da Silva influyó
para que empresas nacionales lograran contratos en otras naciones.
Para el excanciller Celso Amorim, estas imputaciones son absurdas y son fruto de un extremo grado de radicalización política.
"Apoyar a empresas brasileñas en temas que son de interés de Brasil,
dentro de la legalidad, corresponde. Creo que sería incluso sorprendente
que un presidente o expresidente no lo hiciera", aseveró.
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