Por Iroel Sánchez.
(A raiz de un comentario realizado por uno de nuestros colaboradores al blog http://www.lapupilainsomne.wordpress.com, el destacado periodista Iroel Sánchez dió su opinión respecto al estado actual de la contrarrevolución cubana y el nuevo contexto de lucha que se nos avecina. Por su importancia publicamos íntegramente sus acertados análisis.)
Mira, Perico. Creo que uno de los objetivos de estos personajes es que nos entretengamos con ellos mientras la verdadera “oposición” se prepara desde otro lugar.
La contrarrevolución vestida de contrarrevolución está derrotada y Estados Unidos lo sabe. Sin masa entre los intelectuales cubanos, Washington intenta cazar entre quienes ponen contenidos en la Red para que se muevan -como explica el libro de Stonor Saunders- “en la dirección que uno quiere por razones que piensa son propias”. ¿Qué buscaba el Segundo Jefe de la Sección de Intereses de EE.UU. en La Habana en un encuentro de blogueros y tuiteros cubanos sino relanzar el fracasado puente destruido por la mediocridad de sus emisarios locales? Pero el rechazo provocado indicó claramente que es más efectivo el acercamiento desde un tercer país y el cultivo de la vanidad por medios y periodistas occidentales, que tan efectivo resultó en tiempos de la perestroika soviética. Lo describe el libro La caída del imperio del mal, que he citado en otras ocasiones y donde uno de los más célebres “disidentes” soviéticos durante la Guerra Fría que es también uno de los más críticos analistas de los efectos de la perestroika en la antigua URSS, Alexander Zinoviev, afirma:
“Uno de los efectos más poderosos utilizados por Occidente para lograr la disgregación de la sociedad soviética fue la vanidad de los ciudadanos soviéticos. Yo la llamaría tentación de notoriedad, en la que cayeron con asombrosa ligereza y decisión muchas personalidades influyentes. Occidente aprovechó esta debilidad de los políticos soviéticos y de las personalidades de la cultura, al igual que los colonizadores y conquistadores occidentales supieron aprovechar la debilidad de los indígenas americanos por las bebidas alcohólicas. Dejaban que los indios se alcoholizaran y luego conquistaban enormes territorios e inmensas riquezas a cambio de «agua de fuego».
“Los primeros que picaron en el anzuelo de la notoriedad fueron los disidentes soviéticos, seguidos de los hombres de la cultura y los deportistas. Los burócratas del partido y el estado no tardaron en envidiar su «fama mundial», y se arrojaron sobre el «agua de fuego» de la fama apartando a codazos a los disidentes, críticos con el régimen, escritores, músicos y muchos otros cuyos nombres, hasta entonces, salían en los medios de comunicación occidentales. Los burócratas aventajaron a los que les habían precedido, arrancándoles la bandera del antisovietismo y el anticomunismo. Mijaíl Gorbachov, jefe del estado soviético y del PCUS, fue el campeón de esta lucha por el «agua de fuego» de la notoriedad, distinguido por su traición sin precedentes con toda clase de honores y títulos, como el de «hombre del año» e incluso «de la década». Por este auténtico auge de su fama en Occidente, Gorbachov habría traicionado no sólo a su pueblo sino a toda la humanidad… En realidad eso fue lo que hizo con sus aliados en Europa y otras regiones del mundo. Otros Judas soviéticos de alto copete siguieron los pasos de Gorbachov: Yakovlev, Shevardnadze, Yeltsin,… El afán desenfrenado de cosechar elogios y notoriedad en Occidente llegó a ser el principal acicate de los reformadores soviéticos.”
ver: memes de mercenarios cubanos
La idea es ver quiénes están más cerca y cultivar en ellos la actitud que acaba de describir el Primer Vice Presidente Miguel Díaz Canel en la clausura del Congreso de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, al referir “el oportunismo de aquellos que quieren marcar distancia y convertirse en “personajes” haciendo guiños al enemigo” y llamar a “diferenciar al que plantea dudas y criterios con honestidad en nuestros espacios de debate, del que busca notoriedad, sobre todo fuera del país, con posiciones oportunistas.”
Ahora están aislados pero quienes manejan los hilos no tienen apuro. La oportunidad esperan verla llegar en 2018 con la convocatoria a la reforma constitucional y la salida de la escena política de la generación histórica de la Revolución, momento para el que proponen el regreso del pluripartidismo al país. Creen se las anunció el Presidente Raúl Castro al afirmar: “no resulta saludable estar reformulando continuamente la Carta Magna de la Nación y comoquiera que efectuar una reforma constitucional nos tomará necesariamente un tiempo prudencial, ya que si bien algunas cuestiones pueden modificarse por el propio Parlamento, otras más importantes requieren además la ratificación por el voto favorable de la mayoría de los ciudadanos en referendo; deseo esclarecer que en mi caso, con independencia de la fecha en que se perfeccione la Constitución, este será el último mandato”. Para ese momento ya tendrán su propuesta legitimada entre quienes logren confundir a base de invitaciones y aplausos, conectada internacionalmente con gobiernos cercanos a Washington y vinculada con sectores influyentes de la emigración cubana en Estados Unidos. La presencia en auditorios nacionales del codirector del Cuba Study Group, Carlos Saladrigas, un hombre muy vinculado a la estrategia de “cambio de régimen” de Washington contra la Revolución, devenido opositor de última hora al bloqueo, lo confirma.
No creo en golpes de pecho de quienes apoyaban el bloqueo y ahora lo creen un obstáculo. Hasta los aliados de Estados Unidos en todo el mundo condenan el bloqueo, ¿por qué no lo harían sus aliados cubanos? En 1954, la misma CIA que organizó el derrocamiento de Jacobo Arbenz en Guatemala le orientaba a los integrantes del Congreso por la Libertad de la Cultura (CLC) en América Latina hacer una declaración condenando el golpe de estado en el país centroamericano, como se explica en el libro de Olga Glondys El exilio republicano español y la guerra fría cultural. La CIA –dice Glondys- “vio una excelente oportunidad para intentar vencer la desconfianza de los intelectuales latinoamericanos, presentando una genuina cara izquierdista y prodemocrática del CLC”. Incluso el jefe del CLC –al igual que su miembro cubano Jorge Mañach- criticó el comunicado finalmente emitido porque tenía una mención al “totalitarismo soviético”, lo que era perjudicial para el organismo, dadas las acusaciones que se le hacían de estar pagado por el Departamento de Estado. Llamo la atención otra vez sobre “el tercer país”, el CLC funcionaba desde París, no desde Estados Unidos.
https://lapupilainsomne.wordpress.com/2014/04/16/milton-friedman-pasea-por-la-habana-repartiendo-agua-de-fuego/
Tomado de Miradas Encontradas
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