¿Por qué y para qué hace falta un comité de base en
un centro? ¿Qué estamos transmitiéndole al universo juvenil? O ¿Responde
el plan de trabajo del Comité de Base a los intereses de la juventud?
Fueron algunas de las interrogantes sobre las que dialogaron los
delegados de la comisión sobre la Evaluación de las transformaciones de
la UJC y los movimientos juveniles, que sesiona en el Palacio de
Convenciones de la Habana en el día de hoy.
Sobre preocupaciones en torno a si se le da participación o no a los jóvenes en la toma de decisiones, o si están todos los militantes preparados para ingresar al Partido, así como qué tipo de cuadro necesitamos para cumplir los propósitos de la organización, giraron algunas de las opiniones expresadas.
Ana Laura Reyes, del municipio de Guanabacoa, Provincia La Habana, abordó el problema de la desmotivación de los jóvenes para pertenecer a las filas de la UJC, y el trabajo que en el territorio han estado desarrollando al respecto.
“Hemos implementado nuevas estrategias de trabajo como campamentos de verano para estimular a nuestros jóvenes; cambiado las formas de realizar la asamblea con una duración de dos días y en aras de propiciar mayor tiempo de intercambio e información a los participantes”, expuso.
Yoalis Valdés, del municipio Playa, y en nombre de la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM), se refirió por su parte a la urgencia de que los dirigentes juveniles estén mucho más preparados, y expresó que “el papel de un buen secretario de comité de base (CB) no es solo atender a quienes representa, si no acompañarlos y guiarlos en todos los momentos”.
Al referirse a la preparación de los jóvenes en su camino al ingreso hacia el Partido Comunista de Cuba (PCC), agregó que ha faltado intención en este sentido y que los secretarios de CB se deben trazar nuevas estrategias para ello.
Marai Peña Martín, del municipio de Yara, provincia Grama, reseñó sobre las experiencias en su territorio, y detalló que si bien antes su CB no funcionaba, incumpliéndose las funciones de cotización y asistencia a reuniones debido a desmotivación de los integrantes hacia la organización; hoy sí se integran al trabajo de la UJC, y se labora en función de satisfacer los intereses de los militantes, a través de estrategias que incluyen tanto a los militantes, como los que no lo son.
Por su parte, Susana Díaz, trabajadora de una empresa tabacalera del municipio de Consolación del Sur, de Pinar del Río, comentó sobre la importancia del buen funcionamiento de los comités de base en su camino a la eliminación de los casos de delito y corrupción. “Cuando la juventud funciona, no solo se obtendrán resultados positivos si no también productivos”, dijo.
Lázaro Adrián Fellové, delegado de la Isla de la Juventud, enfatizó en que los secretarios generales deben ser escogidos minuciosamente y preparados de acuerdo con la responsabilidad que deben asumir. Además, se refirió a la necesidad de potenciar un mayor vínculo entre la organización y el Partido.
Sobre el papel de las estructuras de dirección en el trabajo con los cuadros y sus reservas, se abordó que ha de aspirarse hoy a alcanzar la idoneidad de los mismos, elemento por el cual la UJC ha diseñado un sistema de preparación basado en los cursos de las escuelas del PCC, pero en los cuales ha de trabajarse mejor la selección de los temas que se imparten, la atención personalizada, entre otros factores.
Sobresalió, además, que si se tiene en cuenta que solo el 22,4 % se incorpora a tareas de dirección, queda demostrado, entre otras dificultades, la falta de atención que la organización ha brindado a este proceso.
Se insistió en que la preparación de las direcciones de las organizaciones de base se ha visto afectada por problemas asociados a la escasa motivación de los jóvenes por autoprepararse; que existe un insuficiente dominio de los documentos rectores, y que las reuniones de secretarios generales adolecen de iniciativas lo que provoca falta de interés entre los participantes.
Sobre el tema del crecimiento, Joan Abel Palmero Pérez, miembro del Buró Nacional de la organización, insistió que si no se colocan en el centro de los debates de los comités los problemas de estos tiempos y de la juventud toda, “no lograremos que se incorpore la vanguardia a las filas”. De todos modos, no debe perderse de visa, dijo, que el crecimiento de nuestra organización debe continuar enfocándose no en cantidad, si no de calidad.
En cuanto a los secretarios, expresó que deben dirigir los comités de base los mejores compañeros, la vanguardia, los líderes reales.
“La calidad es lo que tiene que imponerse, esto no es un problema de número”, comentó por su parte Abelardo Álvarez Gil, miembro del secretariado del Comité Central del Partido (CC) y jefe del departamento de Organización y Política de Cuadros del CC. “Quienes ingresen a la Juventud y al Partido, deben ser a quienes les precede un trabajo destacable y la disposición voluntaria de ingresar a nuestras filas”.
Presidieron la jornada además Julio César García, funcionario de la oficina del segundo secretario del Comité Central y Rosalia Pentón, rectora de la Escuela Superior del Partido Ñico López.
Sobre preocupaciones en torno a si se le da participación o no a los jóvenes en la toma de decisiones, o si están todos los militantes preparados para ingresar al Partido, así como qué tipo de cuadro necesitamos para cumplir los propósitos de la organización, giraron algunas de las opiniones expresadas.
Ana Laura Reyes, del municipio de Guanabacoa, Provincia La Habana, abordó el problema de la desmotivación de los jóvenes para pertenecer a las filas de la UJC, y el trabajo que en el territorio han estado desarrollando al respecto.
“Hemos implementado nuevas estrategias de trabajo como campamentos de verano para estimular a nuestros jóvenes; cambiado las formas de realizar la asamblea con una duración de dos días y en aras de propiciar mayor tiempo de intercambio e información a los participantes”, expuso.
Yoalis Valdés, del municipio Playa, y en nombre de la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM), se refirió por su parte a la urgencia de que los dirigentes juveniles estén mucho más preparados, y expresó que “el papel de un buen secretario de comité de base (CB) no es solo atender a quienes representa, si no acompañarlos y guiarlos en todos los momentos”.
Al referirse a la preparación de los jóvenes en su camino al ingreso hacia el Partido Comunista de Cuba (PCC), agregó que ha faltado intención en este sentido y que los secretarios de CB se deben trazar nuevas estrategias para ello.
Marai Peña Martín, del municipio de Yara, provincia Grama, reseñó sobre las experiencias en su territorio, y detalló que si bien antes su CB no funcionaba, incumpliéndose las funciones de cotización y asistencia a reuniones debido a desmotivación de los integrantes hacia la organización; hoy sí se integran al trabajo de la UJC, y se labora en función de satisfacer los intereses de los militantes, a través de estrategias que incluyen tanto a los militantes, como los que no lo son.
Por su parte, Susana Díaz, trabajadora de una empresa tabacalera del municipio de Consolación del Sur, de Pinar del Río, comentó sobre la importancia del buen funcionamiento de los comités de base en su camino a la eliminación de los casos de delito y corrupción. “Cuando la juventud funciona, no solo se obtendrán resultados positivos si no también productivos”, dijo.
Lázaro Adrián Fellové, delegado de la Isla de la Juventud, enfatizó en que los secretarios generales deben ser escogidos minuciosamente y preparados de acuerdo con la responsabilidad que deben asumir. Además, se refirió a la necesidad de potenciar un mayor vínculo entre la organización y el Partido.
Sobre el papel de las estructuras de dirección en el trabajo con los cuadros y sus reservas, se abordó que ha de aspirarse hoy a alcanzar la idoneidad de los mismos, elemento por el cual la UJC ha diseñado un sistema de preparación basado en los cursos de las escuelas del PCC, pero en los cuales ha de trabajarse mejor la selección de los temas que se imparten, la atención personalizada, entre otros factores.
Sobresalió, además, que si se tiene en cuenta que solo el 22,4 % se incorpora a tareas de dirección, queda demostrado, entre otras dificultades, la falta de atención que la organización ha brindado a este proceso.
Se insistió en que la preparación de las direcciones de las organizaciones de base se ha visto afectada por problemas asociados a la escasa motivación de los jóvenes por autoprepararse; que existe un insuficiente dominio de los documentos rectores, y que las reuniones de secretarios generales adolecen de iniciativas lo que provoca falta de interés entre los participantes.
Sobre el tema del crecimiento, Joan Abel Palmero Pérez, miembro del Buró Nacional de la organización, insistió que si no se colocan en el centro de los debates de los comités los problemas de estos tiempos y de la juventud toda, “no lograremos que se incorpore la vanguardia a las filas”. De todos modos, no debe perderse de visa, dijo, que el crecimiento de nuestra organización debe continuar enfocándose no en cantidad, si no de calidad.
En cuanto a los secretarios, expresó que deben dirigir los comités de base los mejores compañeros, la vanguardia, los líderes reales.
“La calidad es lo que tiene que imponerse, esto no es un problema de número”, comentó por su parte Abelardo Álvarez Gil, miembro del secretariado del Comité Central del Partido (CC) y jefe del departamento de Organización y Política de Cuadros del CC. “Quienes ingresen a la Juventud y al Partido, deben ser a quienes les precede un trabajo destacable y la disposición voluntaria de ingresar a nuestras filas”.
Presidieron la jornada además Julio César García, funcionario de la oficina del segundo secretario del Comité Central y Rosalia Pentón, rectora de la Escuela Superior del Partido Ñico López.
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