Guayacán es el nombre común con el que se conoce a varias especies de árboles nativos de América, pertenecientes a los géneros Tabebuia, Caesalpinia, Guaiacum y Porlieria. Todas las especies de guayacán se caracterizan por poseer una madera muy dura. Es justamente por esa característica que reciben el nombre de guayacán, aun cuando no guarden relación de parentesco entre sí.

lunes, 6 de julio de 2015

Pedro Remon un terrorista que no se detiene ante niños

 
 
 
 
Autor : José Luis Méndez
Publicado : 19/02/2014
El terrorista Pedro Remón Rodríguez, tiene sobrada solvencia criminal para convencer de que es un hombre violento, aunque ahora intente demostrar lo contrario, esconder su habitual máscara que utilizaba para cumplir sus «contratos» como matón a sueldo y presentarse disfrazado de cordero en espera del próximo sacrificio.

Remón es un asesino de mente y acción, su falta de escrúpulos no lo detienen ante nada, ni ante nadie, ni los niños escapan a su intento criminal. La repulsión es el único sentimiento que puede promover la lectura de decenas de documentos del Buró Federal de Investigaciones, FBI de Estados Unidos, sobre este criminal. Uno de ellos es particularmente sórdido y confirma lo sobradamente conocido sobre él, lo novedoso es que el relato lo hace el mentor y jefe de los terroristas anticubanos de Omega-7, Eduardo Arocena.

Entre el asesinato cometido por Remón del emigrado cubano Eulalio José Negrín en noviembre de 1979, precisamente ante los ojos del hijo de éste de 12 años, y el del diplomático Félix García el 11 de septiembre de 1980, se fraguó la muerte del embajador de Cuba ante la ONU, Raúl Roa Kourí, hecho preparado para el 25 de marzo de ese año.

Arocena describe, hasta el morbo, los detalles del plan para asesinar a Roa Kourí, como parte de la operación de Omega 7 encaminada a exterminar a los diplomáticos cubanos acreditados en ese máximo organismo internacional.

El jefe terrorista lo describe así al FBI:

Respecto al intento de asesinar a Raúl Roa con explosivos, el cual ocurrió en Nueva York en marzo de 1980, el plan para asesinar a Roa consistió en seis meses de aproximadamente veinticuatro horas de vigilancia por Arocena y otros terroristas. Adicionalmente, Alberto Pérez y José García estuvieron mezclados en el chequeo. Los individuos mencionados hicieron notas sobre el chequeo y tomaron fotografías, las que Arocena declaró que fueron destruidas.



Arocena y Pedro Remón observaban aproximadamente a las 9:30 a.m. del 25 de marzo de 1980, desde la vecindad de la calle 81 y la avenida Madison. Ellos observaron el vehículo del Embajador con el chofer dentro y después supieron que la bomba se había caído del auto. Arocena declaró que hubo un momento cuando la bomba estaba en el piso, que Roa mismo y el chofer estuvieron muy próximos al artefacto, pero, planteó Arocena, que había demasiados niños caminando cerca para disparar el mecanismo de control remoto.



Arocena declaró que él tenía el mecanismo en posición de disparo, mientras que Remón lo observaba. No hubiera detonado el mecanismo debido a los niños, sin embargo, Pedro Remón era enfático e insistía en Arocena para que detonara la bomba. Arocena se negó y después canceló la operación.



El artefacto dirigido a Roa fue colocado en el carro del chofer mientras el carro estaba parqueado fuera de la Misión cubana aproximadamente cuarenta y cinco minutos antes del incidente mencionado. El artefacto fue colocado en el automóvil de Roa por Pedro Remón, y ellos utilizaron un camión y una camioneta que pertenecía al terrorista Eduardo Losada Fernández para bloquear la zona alrededor del carro mientras Remón ponía el artefacto magnético debajo del automóvil, pegado al tanque de la gasolina. El chofer permanecía sentado en el carro.

La bomba colocada por Remón fue preparada por el terrorista Ramón Saúl Sánchez Rizo y Lino González y era la misma que los terroristas intentaron utilizar contra el presidente Fidel Castro, en ocasión de su visita a Nueva York el 8 de octubre de 1979, operación que se suspendió. Esta descripción aparece en el documento del FBI No. 11217-11221 del 6 de octubre de 1982, redactado por el detective Robert Brandt y el agente especial Larry E. Wack y obra en el expediente NY 185-1009.

El 19 de septiembre de 1980, apareció en The New York Times una carta enviada al Director por el neoyorquino Whitney I. Gerard, con el título «Antes que Omega 7 ataque de nuevo». En uno de sus párrafos decía: «Diagonalmente, a través de la calle, frente a la casa del Embajador Roa, está la Escuela Pública No. 6. Las aceras están repletas de cientos de niños, cinco días a la semana. [...]. Los asesinos anunciaron que el Dr. Raúl Roa será el próximo en ser asesinado y esta no es una amenaza infundada». Huelgan los comentarios sobre este asesino.
 
 
 
 
 
 

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