SANCTI SPÍRITUS.—Antes de salir rumbo a diferentes países de la Unión
Europea, donde por cierto se cotiza a muy buen precio, el 70 % de la
miel de abeja que se acopia en Cuba es procesada en la Planta de
Beneficio de Sancti Spíritus, un pequeño colectivo de la Empresa
Apicuba que se encarga de filtrar, homogeneizar y envasar el producto.
El ingeniero Alberto Bravo Pérez, director de la entidad, explicó a Granma que aunque tradicionalmente la industria asume la producción generada por los territorios del occidente y el centro del país —desde Pinar del Río hasta Ciego de Ávila—, el pasado año debió lidiar con la producción de toda la Isla por razones de la inversión que se estaba ejecutando en su similar de Contramaestre, en Santiago de Cuba.
Tal contingencia obligó a crear un tercer turno de trabajo en la entidad, que cerró el 2015 con 7 261 toneladas beneficiadas, la cifra más alta que se alcanza en la historia del centro, donde laboran alrededor de 30 trabajadores, entre operarios, técnicos y especialistas.
Luego de ser sometida a un proceso de filtrado, en el que se eliminan las partículas e impurezas mayores de 0,4 milímetros, la miel que llega hasta Sancti Spíritus es homogeneizada y almacenada en tachos gigantes por un periodo de entre 48 y 72 horas para luego ser envasada y clasificada en bidones de 210 litros con vistas a su exportación.
Según el director de la entidad, en dependencia de la materia prima disponible, en la industria se conforman lotes monoflorales y poliflorales, proceso en el que a su vez se toma en consideración el comportamiento de diferentes parámetros como el nivel de humedad y el color del alimento.
A tono con las exigencias de la Unión Europea, que el pasado año certificó la inocuidad de la producción y dejó un grupo de recomendaciones, en la planta se sustituyeron recientemente los pisos, se concluyó la colocación de la cristalería y la climatización de la cuba de beneficio y en estos momentos se gestiona el montaje de puertas eléctricas en el área productiva.
Con vistas a incrementar el valor agregado del producto obtenido aquí, y corresponder a la demanda de los clientes, actualmente se labora en el acondicionamiento de un local para el montaje de una nueva planta que permita diversificar el envasado de la miel en diferentes formatos, incluidas minidosis, proceso que hoy solo se lleva a cabo en La Habana.
El ingeniero Alberto Bravo Pérez, director de la entidad, explicó a Granma que aunque tradicionalmente la industria asume la producción generada por los territorios del occidente y el centro del país —desde Pinar del Río hasta Ciego de Ávila—, el pasado año debió lidiar con la producción de toda la Isla por razones de la inversión que se estaba ejecutando en su similar de Contramaestre, en Santiago de Cuba.
Tal contingencia obligó a crear un tercer turno de trabajo en la entidad, que cerró el 2015 con 7 261 toneladas beneficiadas, la cifra más alta que se alcanza en la historia del centro, donde laboran alrededor de 30 trabajadores, entre operarios, técnicos y especialistas.
Luego de ser sometida a un proceso de filtrado, en el que se eliminan las partículas e impurezas mayores de 0,4 milímetros, la miel que llega hasta Sancti Spíritus es homogeneizada y almacenada en tachos gigantes por un periodo de entre 48 y 72 horas para luego ser envasada y clasificada en bidones de 210 litros con vistas a su exportación.
Según el director de la entidad, en dependencia de la materia prima disponible, en la industria se conforman lotes monoflorales y poliflorales, proceso en el que a su vez se toma en consideración el comportamiento de diferentes parámetros como el nivel de humedad y el color del alimento.
A tono con las exigencias de la Unión Europea, que el pasado año certificó la inocuidad de la producción y dejó un grupo de recomendaciones, en la planta se sustituyeron recientemente los pisos, se concluyó la colocación de la cristalería y la climatización de la cuba de beneficio y en estos momentos se gestiona el montaje de puertas eléctricas en el área productiva.
Con vistas a incrementar el valor agregado del producto obtenido aquí, y corresponder a la demanda de los clientes, actualmente se labora en el acondicionamiento de un local para el montaje de una nueva planta que permita diversificar el envasado de la miel en diferentes formatos, incluidas minidosis, proceso que hoy solo se lleva a cabo en La Habana.
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